Durante esta semana, las manifestaciones que han ocurrido en el norte del país debido a la crisis que atraviesan las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta se han transformado en hechos que reflejan un cansancio social. Además, en los últimos días de trabajo de la Convención Constitucional también se han abordado aspectos que se relacionan, principalmente, con Antofagasta, una región de corazón minero. En la Comisión de Medio Ambiente se aprobó en general el articulo transitorio que establece la nacionalización inmediata del cobre, lo que ha causado resquemor en algunas autoridades del actual Gobierno y en líderes de la minería privada.
En este contexto, Diario y Radio Universidad de Chile conversó con el parlamentario por la zona y representante de la Federación Regionalista Verde Social, Esteban Velásquez, quien sostiene que la molestia de la ciudadanía es una respuesta a la crisis que afecta hace años a las localidades del norte, debido al abandono que sienten por parte del Estado y el centralismo de las decisiones políticas que se implementan en el resto del territorio nacional.
“El norte hace varias décadas que vive en una crisis permanente, una crisis silenciosa, que se lleva porque las condiciones de vida son paupérrimas en distintos ámbitos. Hoy día es más visible producto de la situación de migrantes y, probablemente, de algún tipo de migrante, porque la comunidad local de las distintas ciudades del norte ha sentido también que ha habido un abandono y un olvido de las autoridades nacionales para atender demandas que históricamente han estado en el norte”, relata Velásquez.
El parlamentario y ex alcalde de Calama, además, reconoce que el Gobierno central ha abandonado a las regiones más lejanas del centro del país, y recalca que existen necesidades en aspectos fundamentales que permitan el bienestar de la población, desde el ámbito de la salud y educación, hasta la infraestructura de los espacios territoriales.
“Hay una necesidad de salud, hay que ir a buscarla a Santiago. En Calama no hay universidad estatal y la educación superior hay que ir a buscarla a Santiago. No está la estructura urbana adecuada y las carreteras son deficientes. No te encuentras con ninguna doble carretera de alto estándares en las ciudades mineras de Calama hacia Iquique o hacia Arica, todas son carreteras que están por debajo de cualquier estándar”, explica, y agrega que “(hay) una necesidad de vivienda de hace muchos, muchos años, porque llega una población flotante de muchos compatriotas de regiones del sur al norte producto del trabajo que otorga la minería a través de una empresa contratista, pero luego terminan los contratos y cientos de estas familias se quedan en las distintas ciudades del norte”, señala.
Críticas a la gestión del Ejecutivo durante la crisis migratoria
Esta semana el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, visitó las regiones de Tarapacá y de Arica y Parinacota, donde se reunió con distintas autoridades y gremios y se comprometió a destinar una mayor dotación de Carabineros a ambas regiones, y reforzar la frontera norte del país con personal militar. Sin embargo, para Esteban Velásquez estos anuncios no mitigarán el impacto del fenómeno migratorio en el norte ya que “ni siquiera la ley actual de migración está ejecutada como corresponde”, asegura.
“Las fronteras están abandonadas y sólo hay recuerdos de ellas cuando vienen estos momentos más críticos. Si tú observas y miras la infraestructura aduanera, de las propias policías en las fronteras, que son estratégicas hacia Bolivia por el lado de Colchane o por el lado de Ollague en Calama y San Pedro de Atacama también hacia Bolivia o Argentina, son bastantes precarias. Entonces, hay un abandono del Ejército. Ayer en un canal de televisión se veía una tanqueta recorriendo la frontera cuando tenemos una cantidad de implementos para haber demostrado verdaderamente una intención de control. Esas son las sensaciones que se tienen en el norte”, sostiene el parlamentario.
Asimismo, agrega que “parafraseando un poco a Eduardo Galeano: estas son las venas abiertas del norte, las venas abiertas que se notan cuando hay algún problema limítrofe con Perú o con Bolivia en términos de relaciones internacionales o cuando hay crisis”. Además, Velásquez es crítico con el accionar político de las autoridades de Gobierno, y recalca que “pasado esto, el norte una vez más queda en el olvido. Sólo nos acordamos cuando hay un problema con algún levantamiento como los que podrían ocurrir en el norte, pero después los gobiernos sólo esperan del norte el cheque que se envía producto de la producción minera y luego sigue el olvido”.
Durante la mañana del jueves, se conocieron fotografías del actual canciller Andrés Allamand, quien, en medio de la crisis migratoria, se encuentra en España por reuniones de trabajo para su futuro cargo en la Subsecretaría General Iberoamericana. Al ser consultado sobre esta situación, el parlamentario asegura que “el comportamiento del ministro, desde hace bastante rato, muestra el desapego de los gobiernos centralistas. De los gobiernos que sólo entienden el poder por el poder y como éste se acaba en las próximas semanas, es que se buscan otros nichos de figuración de poder”.
“Es vergonzoso. Pero en el norte no nos sorprenden mucho esas actitudes. Sólo llegan ministros y subsecretarios cuando son estas crisis, bajando de los aviones como bajando de las nubes, a decir ‘nosotros vamos a solucionar este problema’. Pero luego, el olvido y el despojo de nuestros recursos naturales siguen patentes. Andrés Allamand es una muestra. Debe ser de los políticos que, por más de 40 años, ha demostrado que él participa de la política desde el poder, para el poder y para su poder”, enfatiza Velásquez.
Su apuesta por la nacionalización de los recursos naturales minerales
Esta semana, en la Convención Constitucional se aprobó en general un artículo transitorio que establece la nacionalización inmediata del cobre, lo que causó rechazó en el actual Gobierno y en algunos gremios de la minería privada. Y sobre esta situación, Esteban Velásquez manifestó su entusiasmo por la eventual discusión de esta norma en el Pleno de la Convención, y aseguró que las críticas a través de los medios de comunicación no le sorprenden, porque “son los mismos que se oponen a cualquier modificación a la relación entre la minería y la comunidad”.
“Hoy pienso que, usando una palabra que le gusta a los sectores conservadores, no hay acto más patriótico que renacionalizar los recursos naturales como el cobre, el litio y otros. Renacionalizar estos recursos estratégicos que hoy día tienen que ver con el desarrollo mismo de nuestro país”, señala el parlamentario, y agrega que “no me declaro estatista ni lo voy a ser. El sector privado lo hace muy bien en una buena cantidad de áreas de producción y los Estados, responsables y maduros, crecen en conjunto. El mundo público de un Estado fuerte, y se arreglan las reglas del juego para que participen los privados”.
Pero el senador electo y autor de la propuesta desde la bancada de la Federación Regionalista Verde Social reconoce su molestia por el rechazo de parte de las empresas mineras al Proyecto de Ley de Royalty Minero, que pretende recaudar un 3 por ciento por la extracción y venta de los minerales, y señala que en los últimos años ha existido un reconocimiento por parte de diversos Estados que buscan revalorizar sus recursos naturales para el desarrollo de sus propias ciudadanías.
“Sin embargo, en el Senado le han rebajado del 3% a un 1 por ciento, con una cantidad de vericuetos y artilugios que, finalmente, uno dice ‘aquí no se ha querido tocar a la industria minera’. Si no quieren royalty minero, espero que la ciudadanía y, sobre todo, los constituyentes, tengan la valentía y consecuencia para renacionalizar estos recursos, voten favorablemente y podamos ratificarlo en el próximo Plebiscito”, sostiene.
Piscinas de evaporación de litio en el Desierto de Atacama.
En este contexto, entre algunas de las Iniciativas Populares de Normas que más respaldo obtuvieron por parte de la ciudadanía, se encuentran las relacionadas con la renacionalización de los recursos naturales y, principalmente, los minerales que son extraídos en territorio nacional por parte de empresas privadas. En esa línea, Velásquez reconoce que “el norte hace rato pide un nuevo trato y una nueva relación, porque creo que si no llegamos a tener una relación de convivencia armónica con nuestros recursos naturales, difícilmente vamos a ser un país desarrollado y vamos a caer al precipicio. Creo que es el momento para terminar con este sistema extractivista de esta industria minera y especialmente la privada”.
“(Sería distinto) si la industria minera hubiese entregado un valor agregado, un producto manufacturado o un proyecto de investigación pensando en una minería futura. Pero no. Hoy día se ha dedicado sólo al extractivismo ya feroz, y eso nos lleva a decir basta. Por décadas han ganado lo suficiente y, hoy día, es momento que el Estado de Chile tome más consciencia”, enfatiza.
Además, en este sentido, Velásquez valora el Programa de Gobierno del Presidente electo, Gabriel Boric, donde señala que “hay una interesante representación del nuevo trato que debe haber entre recursos naturales y comunidad y, en conjunto, con una nueva herramienta que se llama nueva Constitución que puede plasmarlo en los próximos meses. Estamos en tiempos virtuosos para que estos cambios se produzcan”. Y en esta discusión, recuerda del caso de Bolivia que nacionalizó los hidrocarburos y “de las empresas privadas no se fue ninguna. Se firmaron nuevos acuerdos, nuevos contratos, pero esta vez el Estado colocando distintas condiciones”, destaca Velásquez.
Al ser consultado sobre la expectativas del Proceso Constituyente en la región que representa, Esteban Velásquez reflexiona sobre la situación actual de “Antofagasta, Calama, Tocopilla y Mejillones, comunas que pasaron a ser puertos, y cuyos puertos a bellas ciudades y luego a ser lugares de sacrificio”, y manifiesta que “la región está preparada y entregada a los destinos, y eso espero que se revierta. ¿Y cómo? Con el importante aporte del royalty minero, con una política de recuperación de nuestra naturaleza libre de contaminación y, el acto más trascendental, que es la recuperación de los recursos estratégicos porque el extractivismo ha sido demasiado en nuestra región”.