El presidente del Parlamento de Ucrania, Viacheslav Volodin, informó que el presidente de su país, Volodimir Zelensky, abandonó la capital, Kiev, la mañana del viernes 25 de febrero con rumbo al oeste del país en la ciudad de Leópolis.
Según el parlamentario, el video difundo durante la jornada del viernes por las autoridades ucranianas donde se mostraba a Zelensky junto a un grupo de guardespaldas y militares, fue grabado “con anticipación”, previo a su salida de la ciudad asediada por enfrentamientos y bombardeos.
En un video divulgado durante la mañana del viernes, el jefe de Estado había señalado que las Fuerzas Armadas rusas lo tenían como el objetivo número uno de sus operaciones, así como su familia que se había convertido en la segunda prioridad según la información de inteligencia que le habían suministrado.
La información dada a conocer por Volodin surgió luego que un grupo de diputados de la Duma ucraniana sostuvieran que fueron invitados a Leópolis para un encuentro con Zelensky quien ha llamado a la población de su país a preparar una resistencia a la invasión rusa junto a sus fuerzas armadas, incluso preparando bombas molotov.
Mientras, el canciller húngaro, Péter Szijjártó, señaló que a petición de un portavoz del Presidente Ucraniano, propusieron a la capital de su país, Budapest, para iniciar conversaciones con la contraparte rusa.
Si bien poco después se conoció que los ucranianos pidieron suspender por un par de días esa iniciativa, desde Moscú el canciller Lavrov desechó la idea por el momento.
Las iniciativas diplomáticas chocan por ahora con las acciones bélicas y la movilización de crecientes recursos por todas las partes. De hecho, desde los Estados Unidos el Presidente Joe Biden ordenó destinar 600 millones de dólares como “asistencia militar inmediata” a Ucrania.
En el documento despachado por el mandatario al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se desglosa que el apoyo será en asistencia por 250 millones de dólares y en artículos y servicios del Departamento de Defensa, formación y entramiento militar por los restantes 350 millones.
Mientras, países como Suecia y Finlandia anunciaron que apoyarán con inteligencia y suministros militares a Ucrania, además de solicitar su ingreso a la OTAN, algo que no fue pasado por alto por la Cancillería Rusa.
La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajarova, recordó que “todos los estados participantes en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a título nacional, incluidos Finlandia y Suecia, reafirmaron el principio de que la seguridad de algunos Estados no debe construirse a expensas de la seguridad de otros países”.
En ese sentido agregó que “es evidente que la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, que es principalmente como bien entienden un bloque militar, tendría graves consecuencias militares y políticas que requerirían que nuestro país tome medidas recíprocas”.
Por su parte la OTAN insistió en la movilización de 40 mil efectivos en naciones vecinas a Rusia que integran la alianza ante lo que señalan es una posible arremetida rusa contra esos países, principalmente Lituania, Letonia y Estonia que hasta la caída de la Unión Soviética formaban parte de ese grupo de estados.
Desde el Ministerio de Defensa ruso, el portavoz Igor Konashenkov, informó la mañana de este sábado que los operativos de las fuerzas de su país habían destruido hasta ahora 821 objetivos militares en Ucrania desde el inicio de las operaciones.
En el recuento, señaló que se cuenta la destrucción de 14 bases aéreas, 19 centros de mando, 24 sistemas de misiles antiaéreos y 48 estaciones de radar.
También fueron derribados siete aviones de combate ucranianos, siete helicópteros, nueve drones y fueron destruidos 87 tanques y otros vehículos blindados de combate, 28 lanzacohetes múltiples, 118 vehículos militares especiales y ocho lanchas de combate.
