“No nos desliguemos del pueblo” aconsejó el Presidente del Perú, Pedro Castillo, quien acudió junto a otros mandatarios y jefes de Estado de distintos países a la ceremonia de cambio de mando en el Congreso en Valparaíso donde Gabriel Boric asumió la Presidencia de la República.
Castillo indicó que “cuando una persona esté ligada al pueblo, van a haber siempre algunas posiciones que nos quieren arrancar de nuestras raíces”.
Además, dijo que “para mí es un honor acompañarle al compañero Boric en esta nueva etapa de la historia de Chile”, recordando que “tanto Boric como el gobierno actual de Perú venimos como resultado del grito de la calle y hay que trabajar por ellos”.
“Tenemos que demostrar que somos demócratas, y por ello le deseo el mejor de los éxitos al hermano Boric”, agregó el mandatario peruano.
Al mismo tiempo, Castillo subrayó que “los gobiernos van a ser más exitosos en la unidad de América Latina mirando a los pueblos, a los sectores más emergentes. Hemos pasado por varias etapas donde siempre se ha dicho y poco se ha hecho. Hoy es el momento de que no se piense en individuos, sino que se piense en los países. ¿Quién no quiere ver una América Latina unida?”.
Durante la jornada, Castillo llegó al Cementerio General de Santiago al mausoleo donde descansan los restos del Presidente Salvador Allende Gossens donde depositó una ofrenda floral.
La historia no olvida los nombres indelebles de mujeres y hombres como Salvador Allende, cuya convicción alumbra el paso valiente de los pueblos latinoamericanos, a pesar de los golpes de sectores antidemocráticos que intentan, sin fruto alguno, eclipsar su legado. ¡Allende vive! pic.twitter.com/yV0fiE80Ld
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) March 11, 2022
Alberto Fernández: “Estoy seguro de que para Chile es un buen futuro”.
El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, destacó la figura de Gabriel Boric como “un hombre muy joven, que representa todo lo que representa la juventud: el coraje, la fuerza, ganas. Lo conozco, sé cómo piensa, sé de su fortaleza moral y anímica y sus convicciones. Así que estoy seguro de que para Chile es un buen futuro”.
El mandatario argentino que participó en la ceremonia de cambio de mando en el Congreso Nacional en Valparaíso, destacó además la forma en que se resolvió el levantamiento popular registrado en nuestro país a partir del 18 de octubre de 2019.
“El conflicto lo han podido resolver respetando las vías institucionales y respetando la democracia y han hecho un enorme cambio, porque están en vísperas de pensar una nueva Constitución, o sea, me parece que los chilenos deben estar muy felices de lo que lograron”, subrayó.
Para Fernández, la llegada de Boric al gobierno representa también una nueva mirada para enfrentar los desafíos globales y en particular que tienen los pueblos de la región.
“Creo que lo que Boric intenta llamarnos la atención en ese sentido es que el mundo no es estático, es dinámico. El mundo tiene diferentes momentos y reclamos y diferentes realidades y el progresismo no puede convertirse en una piedra ideológica inconmovible. Lo que tiene que garantizar es el desarrollo de las sociedades, lograr mayor igualdad en un mundo muy desigual”, comentó.
Fernández esgrimió además que “más allá de lo ideológico y de los valores sobre los que no debemos ceder, están los instrumentos de cómo manejamos la realidad. Finalmente, la política no es otra cosa que administrar la realidad. Un conservador la administra para que no cambie. Un revolucionario la tira por la ventana. Y un reformista la cambia siguiendo las reglas establecidas”.
Respecto a la posibilidad de reeditar la denominada “Década Rosa” del progresismo sudamericano con gobiernos como los de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, Hugo Chávez en Venezuela, Michelle Bachelet en Chile, Lula da Silva en Brasil y Evo Morales en Bolivia, el mandatario trasandino indicó que hoy es otro el continente, aunque con similares desafíos.
“Lo que no ha cambiado es la desigualdad que existe en el mundo cuando empezó esa etapa progresista en América Latina. Esa etapa progresista tuvo una virtud que fue la de igualar, por primera vez con Lula, la clase media brasileña que fue una maravilla. Así que creo que nosotros tenemos los mismos desafíos. (…) Nuestro primer deber es sacar del cono de la pobreza y la marginación a millones de sudamericanos que están viviendo en esa situación”, estimó el jefe de Estado argentino.