En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el sociólogo y analista político, Alberto Mayol, se refirió a la primera semana del gobierno de Gabriel Boric y las diversas polémicas que han surgido en torno a su arribo al Palacio de La Moneda.

Consultado por el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, respecto del análisis que se puede hacer en torno a estos primeros diez días de gobierno, el sociólogo afirmó que “han pasado dos cosas que son, entre sí, supuestamente contradictorias y al mismo tiempo lógicas. Por un lado, el gobierno sostiene su poder, fundamentalmente, en la relación afectiva que se ha producido desde la segunda vuelta hasta ahora, donde hay un conjunto de activos que no son habituales en los últimos años en la política chilena como el poder perdonar a las autoridades, esperarlas y donde hay un esfuerzo por parte importante de la ciudadanía en dar una oportunidad al gobierno para que se haga cargo de la magnitud de las problemáticas que están sobre la mesa”.

Por otro lado, agrega Mayol, “el gobierno toma consciencia, o al menos se hace notorio, que está de pie sobre dos grandes contradicciones. Es decir, cuando tu dices que los principales hechos de la primera semana de gobierno tienen que ver con las problemáticas que suponen una visión muy marcada, muy ajena a las dinámicas de la política habitual, por parte de los mismos miembros de la coalición de gobierno. Cuando una ministra intercepta la nominación de Felipe Berríos, que es una nominación de otro ministro, y lo hace a través de una acción pública, estamos viendo una acción inhabitual en cualquier tipo de gestión política, entonces tienes una contradicción interna, organizacional, frente a los tipos de agenda que tiene cada ministerio, donde cada ministerio podría no respetar los territorios del otro”.

Respecto de la visita a la Araucanía de la ministra del Interior, Izkia Siches, Alberto Mayol sostuvo que es “una representación muy gráfica de la naturaleza de las complejidades que el gobierno de Gabriel Boric se va a ir encontrando. Fue por un problema de diálogo político ante problemáticas sociales y volvió con una carta de notificación de una posible secesión territorial. Y luego el viernes tenemos la señal más palmaria donde, si bien es cierto que los noviembristas han configurado la posibilidad de parir una época a partir de la Convención Constitucional, han logrado construir “la madre” del proceso, pero los octubristas van y le dicen ‘sí, pero nosotros somos “el padre”‘. Todo eso puede tener forma de maravillosa síntesis resolutiva o puede tener la forma de la contradicción”.

El sociólogo abordó la gran cantidad de filtraciones a la prensa que ha tenido que enfrentar el nuevo gobierno. En ese sentido señaló que “los gobiernos son entidades que administran poder y el poder se lleva mal con la mentira pero se lleva bien con el secreto, y la verdad, es que es complejo un gobierno que sea un libro abierto para la prensa. Los países grandes pueden tener políticas de veracidad pero las cumplen 30 o 50 años después. Es complejo para la política actuar cuando tu rival conoce todas tus jugadas, todos tus defectos o distancias internas”.

En esa línea, Alberto Mayol recalcó que “las filtraciones que se dieron durante la semana pasada, me recuerdan mucho a todo el tiempo del Frente Amplio, donde se comentaba mucho que todo se filtraba y donde mucha gente filtraba cosas que incluso no les convenía. Creo que ahí hay una política comunicacional que va a ser un gran desafío para la Segegob donde se tiene que entender cómo llevar la comunicación política en un sentido amplio”.

Mayol también abordó la relación de las nuevas autoridades con otros canales de comunicación como las redes sociales y afirmó que “en todo el mundo se está hablando de la memepolítica y la memepolítica es una cosa compleja porque una imagen, real o ficticia, representa alguna clase de posicionamiento para la figura que está comprometida en la imagen. Yo puedo entender el hecho de tratar de que las autoridades se vean fuertes, pero una cosa diferente es que la autoridad esté comunicando como comunicaría cualquier persona famosa“.

A juicio de Mayol, “esta es una generación que se siente en su hábitat frente a ese tipo de redes y por lo mismo las ocupa con profusión y ese uso profuso es bastante discutible porque obliga a salir de la agenda política y el grueso del trabajo de las autoridades políticas es sostener, perseverar, instalar, la agenda política que tienen. Al menos hay que sentarse a mirar cuáles son las ecuaciones permitidas”.

Finalmente, respecto de las repercusiones del viaje de la ministra del Interior, Izkia Siches, a la Araucanía, señaló que “no está claro que esto haya sido un error, efectivamente hubo ripios en la situación, pero el acto de llegar a una zona como Temucuicui que de acuerdo a la prensa es un territorio imposible de penetrar, es una jugada osada y que marca una simbología importante“.

En ese sentido, para Mayol “el problema viene después, cuando te dijeron que para entrar ahí la próxima vez casi que hay que pedir una visa. Cuando pasa eso tu tienes que darte por enterado de que esas personas no te están reconociendo como ministra, en ese caso, lo que debes hacer pensar en cómo establecer una relación en la que ese reconocimiento convenga a ambas partes. Los errores fueron puntuales y tienen que ver con no tener contemplado un protocolo de acción respecto de una posible situación como la que ocurrió y segundo es que también se tenía que tener en consideración que levantar un liderazgo como el de Marcelo Catrillanca iba a significar la hostilidad de los líderes vigentes y esa hostilidad iba a ser disruptiva”.