José Antonio Viera-Gallo por el Apruebo: “Hay una exigencia de ese perfeccionamiento si se quiere que entre en vigencia el texto completo”

Asimismo, el ex senador y ex ministro destacó “cambios culturales importantes” a partir del proceso constituyente. “Cuándo íbamos a imaginar que la derecha iba a aceptar el Estado social de derecho como un modelo a seguir”, dijo.

Asimismo, el ex senador y ex ministro destacó “cambios culturales importantes” a partir del proceso constituyente. “Cuándo íbamos a imaginar que la derecha iba a aceptar el Estado social de derecho como un modelo a seguir”, dijo.

Poco menos de dos meses quedan para que la ciudadanía defina si quiere o no una nueva constitución en el plebiscito de salida.

Mientras tanto, partidos políticos y figuras emblemáticas toman postura del proyecto constitucional redactado por la ya disuelta Convención Constitucional, en medio de una tensa campaña electoral que se extenderá hasta el 1 de septiembre, es decir, tres días antes de la realización del evento eleccionario.

Así, durante este proceso se ha conocido la inclinación de ex autoridades de la otrora Concertación que se han manifestado abiertamente por el Rechazo, tales como el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle; los ex ministros Andrés Velasco e Isidro Solís; el exdirector del Museo de la Memoria, Ricardo Brodsky, entre otros. Mientras en la vereda contraria destacan los ex ministros Heraldo Muñoz, Helia Molina, Nicolás Eyzaguirre, Nivia Palma, Marcelo Mena, quienes firmaron la carta de los 49 ex secretarios de Estado anunciando su posición.

En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el exministro de la Segpres durante el primer gobierno de Michelle Bachelet y militante histórico del Partido Socialista, José Antonio Viera-Gallo- quien se sitúa en este último grupo- dijo tener dos razones, una de carácter constitucional y la otra política, para aprobar la nueva Constitución.

Sobre la primera, señaló que “es un texto que cambia el eje del sistema político chileno, haciéndolo más solidario, más sensible a las demandas de las personas y garantizando de mejor modo los derechos económicos y sociales y el concepto de Estado social de derecho”, añadiendo que, sobre el sistema político como tal, “creo que en general se hacen modificaciones que son positivas respecto del mismo sistema presidencial vigente, lo mismo la regionalización”.

Con todo, planteó que “obviamente  algunos aspectos de esos cambios a mi juicio merecerían ser vueltos a discutir, algunos corregidos, unas cosas complementadas”, como, por ejemplo, la idea de que algunas materias que actualmente son de exclusividad del presidente de la República, puedan ser iniciadas por el Parlamento, como en el caso de proyectos que irroguen gasto fiscal.

En cuanto a los motivos políticos para aprobar apuntó que “creo que como la vigencia del texto va a ser progresiva (…) se va a tener que llegar a un acuerdo político en el Parlamento porque el actual gobierno no tiene mayoría, incluso la mayoría que lo sustenta no es muy homogénea. Entonces, eso abre de nuevo una discusión en el Parlamento con sectores que hoy día están por el Rechazo con distintos matices”.

En ese sentido, recalcó que “es una buena propuesta, pero no es perfecta. No se le puede pedir a un texto constitucional de más de 300 artículos que sea perfecto. Creo que lo que los ciudadanos tienen que valorar es la columna vertebral y eso a mi juicio está bien concebido, porque se inclina en favor de las aspiraciones de la gente. Ahora, que tenga que ser perfeccionado no veo ningún problema para que eso pueda ocurrir y creo que a través del Apruebo hay como una exigencia de ese perfeccionamiento si se quiere que entre en vigencia el texto completo”.

Quorum 4/7: “Más vale tarde que nunca”

Respecto de los cuestionamientos que ha levantado el proyecto ingresado por senadores de la DC para rebajar a 4/7 el quorum de reforma constitucional, el también ex parlamentario sostuvo que “a mí me parece bien, yo creo que más vale tarde que nunca. Esto debió haber sido cambiado años atrás, pero obviamente nunca lo iba a aceptar la derecha, ahora lo acepta en buena hora. Ahora, que eso lo haga por convicción, por motivos electorales poco importa, pero lo significativo es que se pone la eventualidad de que ganara el Rechazo, podría ser más fácil llegar a acuerdos en un nuevo texto”.

Desde esa perspectiva, dijo encontrar aspectos positivos del proceso constituyente, señalando que esto “ha determinado que, en muchos hogares, mucha gente empiece a discutir temas políticos de los cuales estaban muy alejados y prueba de eso es la enorme demanda que hay en las librerías por comprar el texto de la nueva constitución”.

Asimismo, consideró que debido al debate que hubo en la Convención “se ha producido un cambio cultural-político fuerte en la sociedad. Cuándo íbamos a imaginar que la derecha iba a aceptar el Estado social de derecho como un modelo a seguir, cuándo íbamos a pensar que iba a aceptar que el Estado tuviera un rol más activo y así podríamos continuar. Lo mismo vale para el reconocimiento de los pueblos indígenas, para la paridad de género, para el mayor cuidado de la naturaleza. El país, quizá sin darse cuenta, ha avanzado enormemente en la discusión, de tal manera que hoy día nadie se atreve a sostener- quizá el Partido Republicano- posiciones refractarias a los cambios que impulsaron el proceso constituyente”.

En ese sentido, dijo que con respecto a la carta de compromiso por parte de partidos de Chile Vamos sobre la continuación del proceso constituyente “me llama la atención, pero es una buena noticia porque quiere decir que ha habido cambios culturales importantes. Si llegara a ganar el Rechazo ahí será el momento de verificar si son promesas en el aire o si son compromisos efectivos y sinceros. Eso ya lo juzgará la ciudadanía, pero me parece importante que se avance, que se vaya en la dirección correcta y que haya cada día una mayoría más amplia que quiera estas transformaciones”.

“Lo que sí tiene que quedar claro, como lo dijo el expresidente Lagos, es que el proceso constituyente va a seguir, no concluye en el plebiscito. Sigue si gana el Apruebo porque hay que implementar la Constitución y eso se calcula que va a tomar entre cuatro y ocho años y, por tanto, habrá mucha discusión. Es un punto de partida”, complementó.

Mientras sobre las posturas que han manifestado ex mandatarios sobre el plebiscito de salida, comentó que “creo como dijo el presidente Boric que las dos opciones son legítimas y que cada ciudadano, cada dirigente político tiene el derecho a evaluar cuál es la mejor decisión para el país. Respeto a los que tienen una posición distinta, esa es la lógica de la democracia”.





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