Para aprobar el veto sustitutivo del Ejecutivo al proyecto de Infraestructura Crítica se necesitaban 93 votos de los diputados y diputadas, 32 más de los que concitó la moción del Gobierno a la reforma constitucional en el hemiciclo de la Cámara, que rechazó lo despachado este martes en el Senado por 61 votos a favor, 69 en contra y 17 abstenciones. Con el resultado, el proyecto de Infraestructura Crítica se cae de forma definitiva, en cuanto el articulado original aprobado y despachado por el Congreso Nacional dejó de tener efecto al momento en que el Senado – por 36 votos a favor,1 en contra y 3 abstenciones- aprueba el veto del Gobierno.
El motivo principal de la derecha para votar en contra fue evitar que el Ejecutivo prescindiera del estado de excepción constitucional de emergencia en la macrozona sur. Así, los votos negativos provinieron de Chile Vamos, Republicanos y hasta del Partido de La Gente. Aquello provocó la molestia de los ministros desplegados en el Congreso quienes apuntaron a la oposición como responsables de haber frustrado el proyecto.
“Este no es un problema de contenido, sino, como ha quedado en evidencia acá, es un punto político que en este caso no daña al Gobierno, sino que finalmente daña a las personas porque era un instrumento que podía ser útil”, sostuvo la ministra Izkia Siches, apuntando a que la oposición apoyó y levantó el proyecto en primera instancia.
En esa línea enfatizó “este no era un problema jurídico, era un problema político y en esa línea lamentamos que los parlamentarios, particularmente de oposición hayan dejado caer un proyecto como este”.
Por su parte el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, consideró inentendible la acción de la oposición, aduciendo que la reforma constitucional nació de la iniciativa parlamentaria y que el veto del Gobierno permitía la viabilización de la medida, dado que ella “no tenía posibilidad de aplicarse”, afirmó.
“Los propios parlamentarios que dijeron que esto era muy necesario y muy útil para proteger la infraestructura crítica de nuestro país y que apoyaron el proyecto y que nos criticaron en su momento a nosotros por no estar patrocinando, fueron exactamente los mismos parlamentarios que el día de hoy lo votaron en contra”, indicó.
“Todavía no logramos entender sino como un intento de un punto político, de gallito político, que intentan, en este caso y hay que reconocerlo así, los diputados y diputadas de oposición porque muy distinto fue en el Senado”, añadió.
Si bien la mayoría de los votos contrarios al veto provinieron de la oposición, también se contaron votos negativos del oficialismo. Entre ellos los de Emilia Nuyado, Éricka Ñanco, Lorena Pizarro, María Candelaria Acevedo y Ana Gazmuri. Además hubo parlamentarios de Gobierno que marcaron por la abstención: Maite Orsini , Lorena Fries, Andrés Giordano y Nathalie Castillo, entre ellos.
El veto del Gobierno buscaba mejorar el proyecto en términos de especificar la cadena de mando para efectos de establecer un jefe de Defensa Nacional; definir atribuciones vía reglamento; agregar la utilización de las Reglas del Uso de la Fuerza (RUF) y explicitar que las prórrogas, que son cada 60 días, podrán ser sucesivas.