En entrevista con Yasna Lewin y Felipe Pozo en el programa “Política en Vivo”, el analista y experto electoral, Axel Callís abordó el proceso eleccionario a poco más de dos semanas del plebiscito de salida. Un referéndum sobre el cual ve un favoritismo de la ciudadanía sobre la opción del Rechazo a la propuesta de nueva Constitución. No obstante advirtió las dificultades de proyectar un resultado para este 4 de septiembre.
En términos de estrategia electoral, Callís dijo llamarle la atención el ver a convencionales en la vanguardia de las campañas por el Apruebo, considerando el rechazo que concitan en buena parte de la población, lo que se ha dado cuenta en una serie de estudios, afirmó. “Cuando tu quieres ganar una elección no mandas a hacer panfletos con faltas de ortografía o fotos mal hechas; cuando tu quieres ganar una elección intentas hacer lo mejor posible de presentar tu mejor cara. Esta cara (los convencionales) para un grupo de personas que está decidiendo la elección, les genera repulsa“, aseguró.
Sobre la participación del plebiscito, el sociólogo indicó que existe una dificultad en proyectar el resultado en cuanto está “sobre-reportado la deseabilidad del votante”. “No resulta el captar, el hacer el seguimiento, el determinar quienes van a votar y quienes no”, afirmó. Ello porque pese a la intención manifestada por las personas, el resultado final difiere de las respuestas que otorgan en las encuestas.
“Esta sobr-reportado la deseabilidad del votante dado esta valoración que existe del ser buen ciudadano, como que a la gente le da vergüenza, entonces existen eufemismos ‘todos vamos a votar’ entonces cuando yo pregunto ‘¿Por quién vota?: estoy indeciso’ esa persona no va a votar. Entonces está sobre-reportado el indeciso también”, indicó, aduciendo que por tanto “no se sabe el resultado”.
Ello aun cuando en esta oportunidad se ha establecido el voto obligatorio, advirtió Callis, sosteniendo que las sanciones que devienen del no sufragio no concitan el temor de la población. “Hay unos fiscalizadores ahora que si se topan contigo y te cobran es otra cosa, pero en general las personas no tienen miedo de la multa, piensan que va a haber amnistía, que no tienen plata, que se van a conseguir un certificado en general. El que no quiera votar no siente una presión de que va a terminar haciendo trabajos barriales, sociales, si no tiene plata para la media UTM o las 3 UTM que les pueden cobrar, entonces no mete mucho miedo el voto obligatorio, sobre todo en los jóvenes”, sostuvo.
“Y los jóvenes en esta pasada yo los veo menos movilizados que en Kast-Boric, no ha prendido generacionalmente esa campaña“, añadió, argumentando que “tres semanas antes de la elección de Boric se veía que había una mística, un arbolito, se veía un movimiento, que habían actividades, que habían permisos que se entregaban en la Intendencia, se veía en todas partes, pero ahora se ve poco”.
“No obstante que el Rechazo en términos territoriales no se ve nada y eso es muy importante“, acotó.
Pese a la masividad que ha convocado los eventos ciudadanos del Apruebo, Callis afirmó que “la tendencia y el favoritismo las tiene el Rechazo para el domingo 4 y es evidente. Se puede estrechar, yo no sería tan categórico para decir que va a ganar el Rechazo, pero lo normal es que gane”, indicó.
Ello en razón de que la opción contra el texto redactado por la Convención es la que se ha impuesto en una serie de sondeos, argumentó. “Yo acabo de ver otro estudio de Antofagasta, he visto del sur, he visto de distintas partes y de distintas fuentes que no son del capitalismo neoliberal ni de las empresas oscuras, en que ninguna gana el Apruebo, entonces es muy raro que gane”.
En esa línea consideró difícil afirmar que existe “un mundo oculto”, o bien de que “habría supuestamente un espiral del silencio, de personas que dirían ‘Sí, en realidad vamos a votar Apruebo pero nos da vergüenza'”.
“En el fondo mucha gente está entendiendo esta elección como una elección de entrada más que de salida, entonces se ha producido un efecto muy raro porque ha bajado la tensión electoral y no se ve como fin de mundo que gane el Rechazo o que gane el Apruebo. Para los dos lados se ve como algo que va a continuar y por mucho tiempo más, entonces, eso le baja dramatismo al voto y cuando baja el dramatismo del voto, la gente vota menos o vota más libre”, sostuvo al respecto.
Sobre el voto popular y el voto rural que presuntamente aparecería en esta votación obligatoria, el analista vio inclinaciones en favor de una u otra opción según las condiciones materiales. “Hay un segmento popular, yo diría urbano, que no son los pobres de los pobres, sino que son justo un poco más arriba, que son personas empobrecidas muy frágiles, vulnerables económicamente, pero ese segmento está muy identificado con el rechazo y que tiene una mirada crítica contra la migración y que son muy víctimas de todo lo que es la delincuencia”, señaló.
En tanto, “existe un grupo popular que es más empobrecido y donde hay un sentimiento de clase que es super interesante. O sea ahí es donde opera la lógica más pobre-rico o sentimientos más a la antigua, más de clase”.
Ahora bien, advirtió que “ese segmento no vota casi nada y justamente es un segmento en que las encuestas llegan poco, llegan cara a cara, y ahí está más peleada la cosa y está un poquito más hacia el Apruebo, pero es difícil que ese segmento al final vaya masivamente, porque vive con otras categorías de lo legal. Son por ejemplo las personas que costaba mucho ubicar para los IFE, segmentos que cambian mucho de domicilio, que muchas veces viven en campamentos, que no tienen una visión de cumplimiento administrativo y de derechos muy asentada en términos culturales. Ese segmento si llegara a votar podría ser interesante para el Apruebo, pero el problema es que hay que pasar por el otro antes, por el que es un poco más individualista y arribista”, sostuvo.
Respecto a las razones por las cuales el Rechazo ha permeado al sentido común popular, Callís señaló que el fenómeno responde a una serie de causas. “Primero hay una desconfianza tremenda a lo político, hay mucha desinformación por tanto hay información parcial, pero en ese segmento, yo diría que estamos hablando de un potencial de 4 millones de personas, opera muy fuerte la antimigración, son personas que no les gusta el Gobierno en general, son personas que muchas de ellas votaron en contra de Kast, sobre todo las mujeres y jóvenes populares, pero no a favor de Boric, son personas que en general han tenido experiencia de mucha violencia con el narco, con la vida cotidiana hecha pebre y sienten que esto es como seguir revolviéndola”.
“Hay muchos de esos segmentos que aparecen saturados de violencia, quieren orden público, podría ser un segmento muy proclive a apoyar una dictadura de cualquier lado, pero alguien que ponga orden“, afirmó.