Una falta de convicción en el Gobierno para asumir el tema mapuche es lo que ve la antropóloga e investigadora del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), Natalia Caniguan, al analizar los últimos acontecimientos políticos que se han desarrollado en el país en torno a la detención del líder de la CAM, Héctor Llaitul, la renuncia de la ministra Jeanette Vega y el ataque al molino Grollmus en Contulmo, a pocos días del plebiscito de salida.
A juicio de la investigadora, La Moneda no tiene claridad para abordar el tema desde el punto de vista político o desde seguridad pública, que es lo que siempre ha planteado la derecha.
“Veo una falta de convicción en el Gobierno en la forma de asumir el tema mapuche. Creo que falta una convicción clara respecto de si lo quieren asumir políticamente, que es bajo mi parecer en la forma en que habría que asumirlo para sentar bases de una eventual solución a largo plazo, y creo que más bien están optando por las medidas de seguridad que no estaban en su discurso al asumir y que además, dialogan con las propuestas que ha tenido la derecha siempre”, precisó Caniguan, en entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile.
La especialista agregó que “creo que lo que falta es convicción en que su agenda de lo que querían hacer y más bien lo que estamos viendo, es que parece que no había agenda y que responde a la coyuntura, pero apresuradamente sin un mayor sopesar de lo que están haciendo”.
La antropóloga afirmó que a partir de los últimos hechos políticos, incluida la renuncia de la ex ministra Vega, se nota un “apresuramiento en las toma de decisiones, una improvisación que deja una sensación bastante compleja. La renuncia de la ministra Vega resulta hasta contradictorio (…) porque intentó tender puentes de diálogo que además, este gobierno dijo que iba a hacer, y se le saca rápidamente por intentar este diálogo que además, por lo que vemos en los mensajes no se concretó y no tenemos mayor información respecto a eso”.
Agregó que se “actuó aceleradamente, respondiendo a críticas que estaban emergiendo desde la derecha, pero, insisto, en base a este diálogo que no dice mucho. Entonces falta quizás un detenerse ante las situaciones, sopesar y tomar decisiones que vayan en una línea clara. Si es un gobierno que apuesta por ese camino, no entiendo por qué sacan a quien potencia el diálogo y no a otros personeros que pudieran haber tenido otras malas actuaciones previamente”.
La antropóloga afirmó que el mensaje que envía el Ejecutivo es “extraño en el sentido que dicen que quieren dialogar, pero después no se generan los mecanismos de diálogo y quien lo genera es sancionado. No sé si mi duda es más bien a que sea malo el diálogo con el pueblo mapuche o que verdaderamente no estaba por el diálogo”.
Recordó que cuando asumió el Gobierno, el presidente Boric afirmó que habría entendimiento con todos los sectores y ahora hay restricción hacia Héctor Llaitul o la CAM. “Creo que son muy malas señales para el mundo mapuche, porque es caer en lo mismo que han hecho los gobiernos anteriores, que siempre ponen condiciones para el diálogo, que vamos hablar pero no con éste no, vamos hablar con estas condiciones, y hemos visto que eso no funciona”, precisó.
Respecto de las especulaciones sobre otros contactos políticos que habría tenido la CAM con otras autoridades y el nerviosismo que esto generó, Caniguan afirmó que no es un misterio que durante el gobierno de Piñera el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, intentó acercamientos con la Coordinadora Arauco Malleco. Añadió que el problema es que se “ha satanizado a la CAM, pero si sigues en esta lógica de sacarla del diálogo, nunca vas a poder hablar políticamente del tema, pero así también es necesario ampliar la mirada hacia otras organizaciones y otros movimientos, porque puede ser muy reduccionista centrar todo en base a lo que diga o no diga la CAM”.
En ese sentido, afirmó que existen más organizaciones que realizan acciones de sabotajes y otras que hacen otro tipo de atentados y “ahí falta hacerse cargo de las otras acciones que se están llevando a cabo y que la CAM ha sido bien clara en decir cuando ellos no actúan y por tanto, creo se ha sobredimensionado el rol de la CAM en el territorio y el movimiento mapuche”.
Respecto del ataque al molino Grollmus en Contulmo reivindicado por la organización Resistencia Mapuche Lafquenche, la investigadora del CIIR junto con lamentar el atentado a un patrimonio cultural e histórico de la región, afirmó que es necesario poner atención a estos grupos “que no están en acciones de sabotajes y que sus demandas no van hacia las reivindicaciones mapuche que hemos conocido siempre, sino que están en otras lógicas de acción, pero donde no se ha puesto el foco en qué están buscando y en ese sentido, hay que buscar a los responsables y por qué los ojos no están sobre ellos”.
Caniguan indicó que este hecho no tendrá mayor impacto en el territorio a pocos días del plebiscito de salida, pero que desde la detención de Llaitul se esperaban estas respuestas. Sin embargo, la investigadora hizo hincapié en que “la nueva Constitución puede ser un elemento que nos entregue herramientas para poder avanzar en este diálogo y enfrentar estos focos de violencia y conflicto”.