El Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre 2022 del Banco Central determinó que la inflación total está cercana de llegar a su nivel máximo en el tercer trimestre de este año, así como estimó que tal indicador se moderará y volverá a valores más cercanos a 3% al culminar el 2023, para alcanzar finalmente esa cifra a comienzos de 2024. Sin embargo, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con diversos economistas, quienes tienen visiones contradictorias respecto a lo que expuso el organismo.

La economista y académica de la Universidad de Santiago, Marcela Vera, concordó con la entidad respecto a que el país seguirá atravesando por un proceso inflacionario durante este año, así como también durante el 2023, pero consideró que para el 2024 la inflación también seguirá al alza.

“Es muy difícil que nuestra economía pueda abastecerse lo suficiente para poder enfrentar esta inflación desde la provisión adecuada de bienes y servicios”, declaró Vera y señaló que internacionalmente existe una crisis hídrica importante en ciertos países que son centros de producción, al mismo tiempo que “hay una debilidad en Europa en cuanto a la provisión de gas. Por lo que, vamos a ver tendencias en los mercados respecto de un aumento en los precios a nivel general y particular, junto con un aumento en aquellos productos que generan energía como el gas y el petróleo“.

El economista y académico de la misma casa de estudios, Víctor Salas, manifestó que la meta del BC será compleja de alcanzar, debido a que se está instalando en la población algo que se puede denominar como la “costumbre inflacionista”.

“Tanto la población como los agentes del mercado van a buscar seguir estrategias para evitar sufrir las alzas de los precios y eso genera un proceso circular de continuo aumento. Así, seguramente la inflación de fin de año se va a instalar por sobre el 12% y el próximo estaremos más cerca del 8%, lo que hace más difícil lograr la meta del BC del 3%”, afirmó Salas.

Inversión y rol del Gobierno

No obstante de lo detallado anteriormente, la entidad autónoma también expuso que “en lo venidero, los precios comenzarán a mostrar ritmos de aumentos menores a los de los meses previos, con lo que la inflación anual comenzará a reducirse paulatinamente“.

Álvaro García Hurtado, economista y exministro de Economía de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, concordó con el BC en cuanto a ese punto. Según el experto, las condiciones están dadas para ello. El IPoM de septiembre determinó que durante el segundo trimestre e inicios del tercero de este año, la economía ha contenido su proceso de ajuste tras los fuertes desequilibrios acumulados en 2021. Mientras que en el segundo trimestre, excluyendo la minería, la actividad tuvo un retroceso de 0,5%, caída que se extendió a julio. Por sectores, destacó el descenso del comercio, el que fue compensado parcialmente con el alza de algunas actividades de servicios.

Así, García opinó que el problema económico del país de hoy no es la inflación sino la falta de crecimiento económico, el cual esta vinculado a la coyuntura de inestabilidad política que estamos viviendo. “Eso es reflejo de un largo periodo de estancamiento económico en Chile, llevamos prácticamente una década donde el producto nacional crece al mismo ritmo que la población. Por lo tanto, el ingreso por persona permanece relativamente estancado”, comentó el exministro.

Las proyecciones del BC anticiparon un débil desempeño en la inversión durante lo que queda de 2022 y todo 2023. En consecuencia, García comentó que se siguen “debilitando las bases para el crecimiento a futuro”.

Por su parte, la economista especializada en transparencia y sostenibilidad, Jeannette von Wolfersdorff, destacó que el escenario político influye naturalmente en las cifras económicas y que mientas no haya claridad sobre el futuro de Chile, es muy probable que la incertidumbre persista, como lo expuso ayer Fitch Ratings. “Por ello, es necesario avanzar en una agenda pro mercado y crecimiento, en paralelo al proceso constituyente. Es hora que el sector político consensue una estrategia país en este ámbito, junto con la necesaria modernización del Estado”, dijo von Wolfersdorff

Si bien, los economistas García y Salas concuerdan que los esfuerzos del Gobierno en relación a la reducción del gasto fiscal y al incentivo a la inversión van en la dirección correcta, según García “lo más importante, es el clima que el inversionista requiere”, factor que todavía demanda de atención.

En ese sentido, Vera recalcó que el escenario político representa una profunda inestabilidad y una deslegitimación de todas las instituciones que han estado relacionadas con aquellas demandas que se pretendían reivindicar con el proceso constitucional. Se podría decir que el Gobierno es una de las instituciones más deslegitimadas en ese contexto, por lo que la economista afirmó que eso “ha generado un escenario económico asociado al libre mercado y no a un rol activo por parte del Estado“.

De la misma manera, la experta señaló que aquello ha causado el debilitamiento de la institucionalidad, la gobernabilidad y al mismo tiempo que no existan los incentivos adecuados para generar procesos de reactivación económica.