Extorción, tráfico de drogas y otros delitos son los que se han detectado que se cometen con la coordinación de bandas organizadas al interior de los recintos penales del país. De hecho, los registros de las cárceles durante 2021 arrojaron como saldo la incautación de 500 kilos de drogas.
Por eso, en conjunto con el Ministerio Público, el gobierno anunció la intervención de seis de estos establecimientos: Acha en Arica, Huachalalume en La Serena, la cárcel de Valparaíso y los penales Santiago I, Colina I y Colina II en la Región Metropolitana.
Luego de reunirse con el Fiscal Nacional, Joirge Abott, el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, comentó que el objetivo es “mejorar la seguridad de nuestros establecimientos penitenciarios y con ello generar un impacto en la seguridad pública de nuestro país y además que los establecimientos penitenciarios puedan cumplir con su rol que es principalmente la reinserción social”.
A eso se sumará la designación de un fiscal exclusivo en cada una de estas cuatro regiones donde se emplazan los penales para que gestione de manera coordinada las investigaciones que se siguen contra estas bandas criminales.
En este trabajo conjunto se sumarán otras medidas como el patrullaje de Carabineros en el exterior de las cárceles para evitar el lanzamiento de drogas y armas, además de implementar sistemas de inhibición de teléfonos celulares y drones que también son utilizados para el ingreso de elementos prohibidos en esos recintos.
“Las máquinas que nos permitan controlar el ingreso son importantes, también bloquear la señal de celular también es fundamental. Mejorar la coordinación para que no exista lanzamiento al interior del establecimiento penitenciario es clave y estamos tomando un conjunto de medidas que en estos seis meses que llevamos en el ejercicio del cargo se dan cuenta en distintas coordinaciones y planes que hemos ido tomando con el objeto de mejorar la seguridad en su conjunto”, puntualizó Gajardo.
Monsalve: “Chile enfrenta una nueva generación de organizaciones criminales más complejas y violentas”
El análisis sobre lo que está ocurriendo con el crimen organizado deja como resultado que quienes cometen delitos han modernizado sus prácticas, haciéndolas más sofisticadas gracias al uso de la tecnología y también más violentas.
Así lo comentó el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien luego del encuentro con Abott en la Fiscalía Nacional indicó que “Chile enfrenta una nueva generación de organizaciones criminales más complejas y violentas que lamentablemente llega a las cárceles y también llega a los barrios”.
La autoridad agregó que “no queremos permitir que este tipo de organizaciones criminales termine tomando el control de recintos penitenciarios para llevar adelante extorciones, para transformar las cárceles en centros de operación de la organización criminal o para traficar drogas”.
Monsalve subrayó el trabajo que están desarrollando en conjunto con el subsecretario de Justicia “para dotarnos de un grupo de tarea y de un plan de acción para garantizar la seguridad de los recintos penitenciarios”, precisando además que se va a iniciar este plan en las cárceles que son consideradas como más complejas.
Respecto de la brecha digital que tienen los penales, Monsalve señaló que están evaluando las alternativas que existen para terminar con ese problema y que se termine con el uso de celulares desde las cárceles para cometer delitos o el uso de drones para ingresar drogas y armas.