Desde la planta de Aceros Aza, ubicada en la comuna de Colina, el presidente de la República, Gabriel Boric, encabezó la destrucción de 17.590 armas de fuego. Un total que se obtiene a partir de la incautación de armas por parte de las policías y la entrega voluntaria de la ciudadanía en contexto del plan “Menos Armas, Más Seguridad”.
Así, la cifra de armas inutilizadas este 2022 radica en un aumento del 28% en comparación a la cifra del 2021, lo que se traduce a cerca de 3.900 armas adicionales.
“Este hito da cuenta del trabajo coordinado de las diferentes instituciones del Estado, que se está llevando a cabo para evitar que las armas circulen sin control y sean utilizadas para la comisión de delitos violentos”, destacó el mandatario.
Y acotó: “Imagínense si cada una de esas 17.590 armas hubiese herido a una persona, cuando tienen la capacidad de herir a muchas más. Es brutal pensar cuánto daño, cuánto mal hacen las armas en los barrios, en manos de delincuentes, del crimen organizado, o también de quienes no saben utilizarlas”.
Por tanto aseguró que “vamos a insistir -y no nos vamos a cansar en esto- en que mejorar la seguridad y la calidad de vida de nuestros habitantes, es la prioridad de la ciudadanía y de nuestro Gobierno”.
“Estamos enfocados en la persecución del delito, en la destrucción de las armas, en la sanción cuando corresponda, y también en la reinserción y la prevención”, aseveró.
En ese contexto, el jefe de Estado relevó que “hemos presentado hace un par de semanas proyectos para mejorar la legislación en torno a los delitos de secuestro, extorsión y sicariato, además de darle más atribuciones a nuestras policías y a Gendarmería”.
“Estos son flagelos que no vamos a tolerar en Chile. Y no duden -y acá les hablo a los delincuentes- que vamos a ocupar toda la fuerza de la ley y del estado de derecho para evitar el avance de este tipo de crímenes, para perseguirlos, encarcelarlos, y desterrar este tipo de prácticas de nuestra sociedad”, advirtió.
Destacando la destrucción de las armas, Boric aseguró que “vamos a seguir avanzando con más logros, más incautaciones, mejor fiscalización, más seguridad; y también con más prevención, más deporte, más cultura, más educación, más lazos sociales, más vínculos. Para recuperar la confianza no solamente en las instituciones, sino también en el interior de la ciudadanía”.
Por su parte, la ministra del Interior, Carolina Tohá, indicó que “los primeros días de enero va a echarse a andar el plan de fiscalización que es uno de los instrumentos que generó la nueva legislación de armas; está también en la contraloría la toma de razón de los reglamentos de la ley de armas que nos van a dar muchas más herramientas y queremos decir, además, que esto es parte de una de las diez líneas de la Política Nacional contra el Crimen Organizado, bajar el poder de fuego de las bandas criminales”.