Entrevista de Angélica Pérez
Benjamin Netanyahu presentó un gobierno inédito en Israel. Los líderes de dos partidos de extrema derecha y ultraortodoxos, son los nuevos encargados de las colonias judías en Cisjordania y la policía israelí que opera en los Territorios Palestinos ocupados.
Netanyahu hizo concesiones sin precedentes a sus socios radicales buscando la inmunidad judicial o la anulación del proceso en su contra por corrupción. El sociólogo Lev Luis Grinberg es autor de “Política y violencia en Israel y Palestina”.
RFI: Para conformar su sexto gobierno, presentado este jueves 29 de diciembre, Benjamin Netanyahu negoció con los partidos más ultraortodoxos y de extrema derecha israelíes, entre ellos sionismo religioso de Bezalel Smotrich y fuerza judía de Itamar Ben Gvir, conocidos por su radical hostilidad frente a los palestinos y su posición favorable a la anexión de una parte de Cisjordania. Ellos serán ahora, respectivamente, los encargados de las colonias en Cisjordania y de la policía israelí, cuyas unidades operan también en el territorio palestino ocupado desde 1967 por Israel. ¿Qué lectura hace de este nuevo gobierno por decir lo menos inédito?
Lev Luis Grinberg: Quizás exagero, pero creo se va a establecer lo que yo llamaría el cuarto régimen del Estado de Israel. El primer régimen se estableció en 1948 con la creación del Estado y la separación de judíos y árabes en Palestina. En el 1967 vino el segundo régimen, que es una ocupación militar de Cisjordania y de la franja de Gaza. El tercero se fundó cuando Yitzhak Rabin reconoció a la OLP y se estableció la Autoridad Palestina, que es una forma de gobierno únicamente para las ciudades controladas por los palestinos.
Los palestinos están en completa dependencia económica de Israel. Ese régimen duró 30 años, y ahora aparentemente se va a cancelar. Lo que caracterizaba el régimen hasta ahora era una separación entre la parte democrática de Israel y la parte militar. La parte democrática era todavía dentro de las fronteras del 67 y la parte militar en Cisjordania y en Gaza. Ahora la cosa se viene mucho más compleja: se trata de un régimen en el cual van a anular la distinción entre estas dos. Las fronteras de 1967 se van a borrar y va a ser muy difícil decir que Israel es una democracia.
RFI: ¿Qué consecuencias puede tener esto respecto a los palestinos?
Lev Luis Grinberg: Para los palestinos significa más y más represión. Lo que va a poner muy en duda si se puede continuar este régimen de colaboración entre las autoridades palestinas y el ejército israelí. Desde los Acuerdos de Oslo se llegó a una forma de cooperación entre la seguridad israelí y la seguridad palestina para tratar de proteger a los ciudadanos israelíes. Los palestinos no están siendo protegidos hoy en día tampoco, pero va a haber a una represión más violenta.
RFI: ¿Cómo es que Israel llega a conformar este tipo de gobierno con estos perfiles?
Lev Luis Grinberg: Yo lo veo como el fracaso más grande del gobierno anterior y de la oposición. El gobierno anterior fue más represivo y letal. De cierto modo, permitió legitimizar el actual, que es mucho más violento y mucho más racista de forma abierta. Su odio no sólo está dirigido a los territorios ocupados por el ejército, sino también a los palestinos de Israel, a las mujeres y a homosexuales.
RFI: Benjamin Netanyahu también jugó un papel en la construcción de esta coalición de gobierno.
Lev Luis Grinberg: El rol de Netanyahu está claro. Él está en juicio por delitos de corrupción, que lo podían llevar a la cárcel. La intención de Netanyahu es cancelar el juicio a través del Parlamento y para eso necesita gente que esté completamente dispuesta a hacerlo. Son todos los que tiene ahora en el gobierno: grupos de ultraderecha están extorsionando a Netanyahu para obtener más poder. Recibieron a cambio el control de los territorios ocupados, reciben el ministerio de Finanzas, nada más y nada menos. En realidad, el partido de él, el partido Likud, está un poco enojado con el primer ministro porque hizo concesiones. Eso va a llevar a un desastre increíble porque no va a haber un régimen estable, va a haber caos.
RFI: ¿No existe una oposición israelí que haga contrapeso a esta ultraderecha que ha negociado instalarse en el poder?
Lev Luis Grinberg: La oposición a Netanyahu no son partidos políticos con una alternativa de paz, sino es el ejército. El ejército estaba constantemente tratando de contener y frenar la tendencia ultra religiosa mesiánica de estas fuerzas que están promoviendo la colonización en los territorios ocupados.
Entró en choque con Netanyahu hace seis años, cuando hubo un caso muy famoso de Elor Azaria, el soldado que vio a un palestino herido en el suelo después de un ataque y lo mató de un balazo en la cabeza. El ejército quiso llevarlo a juicio porque lo hizo sin orden y sin necesidad y fue un asesinato. El ministro de Seguridad apoyó al ejército y Netanyahu salió en contra, apoyando al movimiento súper racista que estaba apoyando a este soldado. Y ahí se formó la crisis entre el primer ministro y el ejército.
El ejército tiene el problema político de cómo seguir controlando a los palestinos y cómo seguir colaborando con las autoridades palestinas para prevenir ataques terroristas. Desde ese momento todos los comandos en jefe del ejército, cada uno que sale de su subdivisión, entra a la política. Fue el caso de Benny Gantz, formó un partido en contra de estos extremistas y de Netanyahu. Pero no tienen una alternativa política. Tampoco quieren que les toquen el sistema que lleva funcionando desde hace 30 años, que les permite controlar la resistencia palestina, por el interés personal de Netanyahu.