El Ministerio de Salud ha sugerido poner fin a los cambios de hora dos veces al año en consideración a los efectos negativos que ello tiene en la salud mental y física de las personas.
Cabe destacar que el próximo sábado 1 de abril, los relojes en todo el país tendrán que retrasarse 60 minutos para iniciar el denominado “horario de invierno”.
Según Patricio Mardones, presidente de la Red Nacional de Salud, “el cambio de huso horario produce alteraciones tanto neurobioquímicas como neuropsicológicas, y todos debemos responder, en forma diferente, a esta situación”. En general, el cambio de hora produce ansiedad, estrés, fatiga e insomnio en un grupo importante de personas.
A su vez, el Ministerio de Salud ha evaluado el problema y ha recomendado que no se continúe con el cambio de horario en primera instancia, pero reconoce que esta decisión no depende sólo del sector salud, sino también de otros organismos y ministerios que se ven afectados por la luminosidad del día, la seguridad en las calles, entre otros factores.
“Jetlag social”
Por su parte,el senador Karim Bianchi envió un oficio al ministro de Energía y al Comité Interministerial, con el propósito de mantener un solo huso horario para todo el territorio nacional continental.
De esta manera, el senador independiente comentó que si bien, la principal causa a nivel nacional e internacional de realizar cambios horarios, es optimizar el uso de la energía en diferentes sectores, el Centro de Estudio de los Recursos Energéticos, en base a la información disponible de la demanda eléctrica 2016 para la ciudad de Punta Arenas, determinó que el beneficio de tener un horario de invierno, en términos de ahorro energético, es numéricamente marginal para la ciudad de Punta Arenas encontrándose en el caso más optimista bajo un 0,5%.
“Chile es un país cuya longitud Norte-Sur incluye distintas zonaciones, climáticas, sociales, geográficas, productivas, etc. Una de las consecuencias de su longitud y orientación, es que prácticamente todo Chile Continental quede incluido en dos meridianos. Consecuencia de esto es una notable uniformidad horaria en todo el país, pero también una notable heterogeneidad en los tiempos de exposición a la luz solar, en todas las estaciones del año”, señaló el parlamentario.
Y añadió que “sucesivos decretos mantuvieron la situación hasta el año 2016, año en que un Decreto Supremo estableció que el huso horario para ambas zonas sería el histórico, correspondiente a tres horas al Oeste del meridiano de Greenwich, decisión que se mantuvo en el Decreto 1286 del 23 de noviembre de 2018″.
“La regulación en esta materia ha atendido factores que no se vinculan propiamente con la salud y la naturaleza humana, sino que, con motivaciones de otra índole, radicados por ejemplo en elementos de política energética o inclusive de aspectos de seguridad”.
En ese contexto, Bianchi sostuvo que “el ‘jetlag social’ viene asociado a un aumento en la incidencia de accidentes; una caída en el desempeño debido al menor estado de alerta; un aumento de 5% en la frecuencia de ataques de corazón en la primera semana en la cual se cambia la hora al horario de verano”.
“Este aumento no se observa luego del cambio de horario de invierno, lo cual indica que no se debe al cambio de horario en sí, sino a la dirección de este”, acotó.