Carmen Sotomayor (CIAE) y las brechas de comprensión lectora: "Es un problema para la democracia"

La investigadora del CIAE destacó que un aspecto fundamental que influye en la presencia de carencias lectoras en niñas, niños y adolescentes tiene que ver con el ambiente cultural o entorno en que se desarrollan en sus primeros años de vida.

La investigadora del CIAE destacó que un aspecto fundamental que influye en la presencia de carencias lectoras en niñas, niños y adolescentes tiene que ver con el ambiente cultural o entorno en que se desarrollan en sus primeros años de vida.

Entre las tantas urgencias que tiene el sistema educativo en Chile destaca el déficit de comprensión lectora en la población, factor asociado a las brechas socioeconómicas según han demostrado las encuestas del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE) realizadas en los últimos 10 años.

En conversación con nuestro medio la directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile e investigadora del Centro en Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la misma casa de estudios, Carmen Sotomayor, sostuvo que este rezago en la lectura puede incluso afectar la democracia del país.

En diciembre 2022 se llevó a cabo el lanzamiento de la red Por un Chile que Lee, iniciativa patrocinada por el Ministerio de Educación que reúne a más de 100 organizaciones de la sociedad civil, universidades y el Estado -entre ellas el CIAE- con la finalidad de abordar el objetivo común de disminuir las brechas de aprendizaje y reactivar las habilidades de lectura en las niñas, niños y jóvenes.

La investigadora del CIAE, Carmen Sotomayor, afirmó que existe una gran brecha en los promedios de comprensión lectora de los niños y niñas que viven en condiciones de pobreza, versus aquellos que viven en familias con mayores recursos. ”Cuando ves los resultados del SIMCE en los 10 años anteriores se evidencia un estancamiento en las capacidades de lectura en distintos niveles de educación básica y media. Yo diría que la población tiene un problema con eso, pero sobre todo en los sectores con un nivel socioeconómico más bajo”, dijo.

En la misma línea, señaló que este déficit se agravó en la pandemia especialmente en los menores que cursan 1° y 2° básico. “Imagínate aprender a leer en zoom, es imposible. Los niños más pobres no tienen computador, por lo que fue muy compleja la situación. Entonces, ahí se produjo un retraso todavía mayor que es grave”, comentó.

La académica del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), Carmen Sotomayor.

La académica del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), Carmen Sotomayor.

De acuerdo a la investigadora, un aspecto fundamental que influye en la presencia de carencias lectoras en niñas, niños y adolescentes -por lo que en muchos casos posteriormente también en adultos-, tiene que ver con el ambiente cultural o entorno en que se desarrollan en sus primeros años de vida.

“Aquellos hogares donde los papás leen, hay libros y se lee el periódico los niños entienden más (…). Por eso es tan importante que los papás -o tutores- lean y haya uso de la lectura en la casa”, mencionó.

Respecto a lo último, detalló que el uso de la lectura no necesariamente se refiere a leer libros -aunque es ideal que haya en el hogar y que los adultos les lean a los más pequeños- sino que se practique en la cotidianidad, con la lista de compras o escribiendo algún aviso, por ejemplo. “Es fundamental porque así los niños se dan cuenta que la lectura es necesaria e importante”, enfatizó.

El analfabetismo funcional, la lectura y la democracia

Así como el déficit de comprensión lectora es prominente en niños y niñas en condición de pobreza, estudios han demostrado que los adultos del país presentan analfabetismo funcional. Es decir, “no pueden leer de forma eficiente para funcionar en el mundo o en la sociedad”, según explicó la experta en Pedagogía de la Lengua Materna, Carmen Sotomayor.

Según la también profesora de Castellano, esta incapacidad igualmente está asociada a las clases sociales. “Las personas que no tienen comprensión lectora y que no leen, solo se pueden ir quedando en los puestos de trabajo más inferiores, más mal pagados y no pueden llegar a la educación superior. Por lo tanto, quedan como marginados”, lamentó.

Sotomayor se refirió al estudio “Competencias básicas de la población adulta”, realizado por los académicos de la Universidad de Chile David Bravo y Dante Contreras, el cual evidencia que quienes tienen mala comprensión lectora -analfabetas funcionales- son quienes tienen los puestos de trabajo más precarios. Mientras que las personas con mayor alfabetización pueden estar en mejores puestos porque éstos les exigen la escritura o lectura.

En ese sentido, la experta destacó que aquello “es un problema para la democracia, porque se establece la reproducción de las clases más acomodadas y por ende la jerarquía social”.

De esa manera, la investigadora destacó que la lectura y la comprensión lectora son muy importantes para la democracia. Debido a que permiten que exista “mayor igualdad, participación, diálogo, argumentación y negociación en vez de violencia, porque a medida en que las personas discuten, conversan, argumentan, leen y están más informadas, pueden mejorar su participación social”.





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