Carlos Ominami y cumbre en Brasil: “Espero que salga una manifestación clara de voluntad de reconstruir un espacio sudamericano”

El exsenador destacó la importancia de este encuentro para abordar temas relacionados con la migración y la integración energética y económica. Además, afirmó que este espacio permitirá a Chile mejorar la relación bilateral con Venezuela.

El exsenador destacó la importancia de este encuentro para abordar temas relacionados con la migración y la integración energética y económica. Además, afirmó que este espacio permitirá a Chile mejorar la relación bilateral con Venezuela.

El vicepresidente del Foro Permanente de Política Exterior, Carlos Ominami, destacó la Cumbre Sudamericana que se realiza en Brasil, donde espera que “salga una manifestación clara de voluntad de reconstruir un espacio que sea pluralista y eficaz” para enfrentar los distintos problemas del continente.

La cumbre fue inaugurada este martes por el Presidente Luiz Inácio Lula Da Silva con el objetivo de retomar la agenda de integración regional que vaya más allá de los signos políticos de los gobiernos.

Al encuentro asisten los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Bolivia, Luis Arce; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; de Ecuador, Guillermo Lasso; de Guyana, Irfaan Ali; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de Surinam, Chan Santokhi; de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y Venezuela, Nicolás Maduro.

En tanto, Perú está representado por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el exministro de Economía y exsenador, Carlos Ominami indicó que “este es un momento importante en el proceso de reorganización de un espacio sudamericano a través de UNASUR”.

Espero que, como resultado de esta cumbre, salga una manifestación clara de voluntad de reconstruir un espacio sudamericano que sea pluralista, que sea eficaz, que permita enfrentar los temas que están con mucha urgencia planteados en nuestro continente. Están todos los temas de integración energética, de autonomía sanitaria, para que no vuelva a ocurrir lo que sucedió con la pandemia”, indicó Ominami.

Agregó que es necesario tener una mirada en común para enfrentar temas como la migración y no ser víctimas, como ha sido Chile, de una migración irregular. Por eso, destacó este proceso que se inicia en Brasil y espera que “salga una manifestación clara de apoyo a la reorganización a través de UNASUR, que tiene que ser pluralista”.

En esa línea, planteó que esa instancia “no puede ser un club de presidentes que tiene ideas políticas afines como intentaron, por lo demás, los expresidentes (Sebastián) Piñera, (Iván) Duque y (Mauricio) Macri cuando paralizaron la UNASUR anterior y buscaron sustituirla por PROSUR, que es una organización fantasma, totalmente inexistente que no hizo nada. Fue muy grave además lo que hizo frente a la pandemia, que no hubo la más mínima colaboración entre los países, cada uno tuvo que arreglárselas por su cuenta”.

Además, Ominami indicó que después de esa experiencia, los países del continente no tienen “un punto de vista en común”, como se reflejó en la Cumbre de las Américas y es necesario avanzar en esa línea, tomando en cuenta que a mediados de julio se realizará una cumbre de la CELAC con la Unión Europa, donde es importante que la región pueda asistir con una mirada compartida.

En ese sentido, indicó que “el gran desafío es construir instituciones que superen a los gobiernos de turno, que es lo que ha hecho con mucho éxito la UE. Creo que hay mucho que aprender de eso. No puede ser que las instituciones multilaterales tengan que funcionar a la pinta de cada uno de los presidentes”.

Asimismo, Ominami analizó la experiencia de UNASUR donde hubo “una gran inmadurez”, pero también se hicieron esfuerzos interesantes para contribuir a superar conflictos como los vividos por Bolivia y Ecuador.

No obstante, indicó que esa instancia regional quedó “enmarcada con cierto tinte ideológico y hoy es muy importante que se garantice un compromiso claro, formal, nítido de que eso no va a ocurrir así y que hemos aprendido la lección”.

Desde ese punto de vista, Ominami afirmó es muy importante que lo que se organice hacia delante, “no funcione por unanimidad, como funcionó UNASUR que dio derecho a veto a algunos países, que fue lo impidió dar continuidad a la instancia, eligiendo un nuevo Secretario General después que se cumplió el periodo del expresidente (Ernesto) Samper”.

Por lo mismo, el exsenador afirmó que esta nueva etapa debe contar con una dimensión económica fuerte. “Hemos insistido mucho de que tiene que haber una dimensión tecnológica importante, estamos planteando la necesidad que se sudamericanice el Congreso del Futuro que es una iniciativa que se realizó en Chile con mucho éxito y estamos planteando la necesidad que se puede generar un espacio empresarial donde los gobiernos desarrollen políticas públicas que favorezcan la cooperación entre empresas”.

En relación al papel de Venezuela en esta instancia, considerando las críticas permanentes que ha hecho el Presidente Boric al gobierno de Nicolás Maduro, el exministro afirmó que “hay que entender que son gobiernos que tienen orientaciones diversas, pero más allá de las orientaciones, las diferencias, somos parte de una misma unidad geográfica. Debemos en consecuencia, generar espacios que nos permitan concertar posiciones”.

Ominami agregó que “Chile tiene todo el interés en tener un espacio multilateral donde encontrarse con Venezuela. Es cierto, hay muchas cosas que resolver en el plano de la relación bilateral. Pero me parece a mí que esa relación bilateral también se puede mejorar muy sustancialmente insertos en un marco más amplio cómo es el sudamericano”.

Además sostuvo que “hay que tener una mirada muy pragmática, nadie le puede pedir al Presidente Boric que le guste el gobierno de Venezuela, pero ese es objetivamente el gobierno de Venezuela y con el cual hay que entenderse para efectos de intentar resolver los problemas que están planteados, partiendo por los temas de migración”.

Por otro lado, respecto de la propuesta del uso de monedas locales o moneda única en el mercado sudamericano planteada por el Presidente Lula Da Silva, Ominami afirmó que “es una aspiración de largo aliento. Las diferencias políticas y macroeconómicas hacen muy difícil el establecimiento de una moneda única del tipo del Euro en la UE, pero sí podemos potenciar mecanismos que hoy existen”.

Por ejemplo, indicó, “en América Latina existe un fondo de reserva que ha sido importante para sustentar economías pequeñas y se podría ampliar. Se podría generar una red de bancos de desarrollo o avanzar en la comercialización con nuestras monedas. Hay un acuerdo entre Brasil y Argentina que busca avanzar en esa dirección. Brasil ya convino con China comercializar en sus respectivas monedas. Creo que es una perspectiva de largo aliento, pero es importante dar pasos que vayan apuntando en esa dirección, teniendo claro que una integración monetaria tipo UE es algo que está muy lejano”.





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