David Wilgenbus, experto francés en ciencias de la educación: “Hay que trabajar el tema del cambio climático de forma más positiva”

El director de la Oficina de Educación para el Clima (OCE) visitó el país la semana pasada como invitado especial de la quinta versión de la Conferencia Internacional de Educación en Cambio Climático y Desarrollo Sostenible.

El director de la Oficina de Educación para el Clima (OCE) visitó el país la semana pasada como invitado especial de la quinta versión de la Conferencia Internacional de Educación en Cambio Climático y Desarrollo Sostenible.

La quinta versión de la Conferencia Internacional de Educación en Cambio Climático y Desarrollo Sostenible “Construyendo un futuro sostenible desde la escuela”, evento realizado la semana pasada en la Casa de Bello y en el Museo Interactivo Mirador (MIM), culminó con éxito sus actividades desarrolladas a lo largo de cinco días.

La conferencia, inaugurada en la U. de Chile, reunió a destacados exponentes, nacionales e internacionales, para hablar del papel de la educación en la lucha contra el cambio climático. En la ceremonia estuvo presente la Rectora de la U. de Chile, Rosa Devés, quien destacó que en esta cumbre “está presente la mejor ciencia que hoy se está desarrollando, pero también muy importantemente la educación”. Por su parte, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, llamó a avanzar en construir una sociedad “resiliente a los impactos que ya tenemos del cambio climático”.

La semana de actividades comenzó el lunes en las dependencias del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile con una jornada estratégica. En este espacio, representantes de trece instituciones de Chile y Latinoamérica abrieron un espacio de diálogo y acción entre encargados de proyectos de educación y medio ambiente y tomadores de decisión de nuestro país y de toda la región, quienes participaron en diversas actividades para identificar desafíos comunes y fortalecer el trabajo en redes.

La cita fue organizada por el Programa ICEC del Ministerio de Educación; por la Universidad de Chile, a través del CIAE del Instituto de Estudios Avanzados en Educación; del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2; y del Programa de Educación en Ciencias Basada en la Indagación (ECBI); además del Museo Interactivo Mirador (MIM); la Oficina por la Educación Climática (OCE); la Fundación internacional Siemens Stiftung y la Red STEM Latinoamérica.

Entre el miércoles y el viernes la sede fue el MIM, donde el invitado estrella de la cumbre, David Wilgenbus, experto francés en ciencias de la educación y director de la Oficina de Educación para el Clima (OCE), capacitó a más de 30 docentes acerca del efecto invernadero. Esta actividad estuvo dirigida principalmente a profesores de establecimientos educacionales de la comuna de La Granja y consistió en compartir diversas experiencias que involucraron también sus sentidos.

“Piensen en lo más lindo que vieron hoy en la naturaleza”, dijo, con la intención de apelar a las experiencias personales con nuestro entorno natural para introducir a las y los participantes en la temática del cambio climático. De esta manera, se derribaron algunos mitos sobre el efecto invernadero, que en realidad es un fenómeno que siempre ha ocurrido en la naturaleza y gracias al cual existe la vida en el planeta, ya que retiene el dióxido de carbono necesario para el mundo vegetal. Sin embargo, desde la era de la industrialización el ser humano comenzó a romper ese equilibrio natural y la temperatura del planeta ha ido en aumento hasta niveles casi irreversibles. Suena brutal y lo es.

Sin embargo, para Wilgerbus es necesario ocupar un enfoque más optimista en educación sobre cambio climático, pues de esta manera se consigue más compromiso en la acción contra el cambio climático y se reduce otro efecto negativo de esta crisis ambiental: la eco-ansiedad. Trabajar el tema del clima desde el ángulo de las emociones puede despertar en algunos el deseo de actuar, pero desafortunadamente, en muchos otros casos, tiene un efecto paralizante. Es decir, el discurso catastrofista a menudo conduce a una actitud fatalista.

“Y hay otra forma de trabajar en este tema, mucho más positiva, que es involucrar a niños y adolescentes en la acción, hacer que implementen proyectos en su escuela, en su ciudad, en su comunidad, proyectos de mitigación o proyectos de adaptación al cambio climático. Estos pueden ser proyectos muy modestos, pero hay muchas palancas en las que se puede trabajar, como el transporte, la vestimenta, la alimentación, la energía, el agua, etc. Y hacer que estos niños se involucren. Esto les mostrará que el futuro no está completamente escrito, que aún podemos actuar a nivel individual y colectivo, y los colocará en una actitud mucho más positiva”, afirma el experto.

– ¿Cómo ves el interés de los niños, niñas y jóvenes respecto del problema del cambio climático?

Es decir, los jóvenes están pidiendo ser educados sobre el cambio climático. Es algo que se ha vuelto muy importante para ellos y que durante mucho tiempo fue ignorado por el sistema educativo. Los jóvenes están extremadamente curiosos acerca de este tema y piden trabajar en él. Y cuando trabajamos en esto con ellos están extremadamente interesados y a menudo tienen una necesidad y un sentido de justicia. Quieren actuar, así que realmente son ellos quienes están impulsando a sus maestros, a sus familias, a la escuela en su conjunto y a su historia. Las generaciones jóvenes están cada vez más expuestas al tema del cambio climático y lo escucho regularmente y es algo que puede provocar angustia. Es importante que la escuela esté ahí para ayudarles a comprender lo que está sucediendo, a desenredar lo verdadero de lo falso. Y también es importante que la escuela esté ahí para enseñarles a actuar colectivamente, a imaginar soluciones para un futuro sostenible y deseable.

– Algunas personas piensan que este tema es una preocupación solo de las elites, argumentando que hay otras necesidades urgentes ¿Cómo hacer comprender que este es un tema global, que nos afecta a todos?

Es algo que observamos con frecuencia. Y las poblaciones que más sufren el cambio climático suelen ser las más desfavorecidas y a menudo son las que tienen menos acceso a información sobre este tema. Y ahí es donde la escuela es realmente importante. La escuela es la única institución que puede llegar a absolutamente toda la población, garantizando realmente la igualdad de oportunidades para los niños y niñas en entornos rurales y urbanos. Todos están afectados por el cambio climático y especialmente las poblaciones más desfavorecidas. Es esencial que estas poblaciones tengan acceso a información y también a formación. Porque el cambio climático también trae oportunidades y nuevos empleos, y estos jóvenes deben recibir formación en eso.

– ¿Cuál es el rol de la educación, de los profesores, en esta crisis climática?

En los últimos años, el cambio climático se ha convertido en algo que se ha impuesto en los sistemas educativos. Es decir, el tema es muy importante y ya no se puede ignorar en la escuela. El problema es que la mayoría de los maestros se sienten bastante indefensos y no saben cómo enseñar este tema que es muy nuevo para ellos, por eso realizamos estas capacitaciones con los profesores y profesoras.





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