En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el magíster en Ciencia Política y director ejecutivo de Estudio de Opinión DataCamp, Aldo Cassinelli, profundizó sobre el flanco que se abrió entre los partidos de Chile Vamos, tras el fracaso de la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
En particular, Cassinelli sostuvo que este conflicto en la oposición era previsible, considerando las razones por las que se levantó el libelo. “Me parece que no era lo recomendable, teniendo en materia de educación temas sumamente importantes, como la deserción escolar, los resultados de la prueba SIMCE, los Servicios Locales de Educación, del proceso de desmunicipalización para ser más preciso, de los cuales no vimos nada, no supimos nada, no comentamos nada y no estamos hoy día hablando de eso en materia de educación. Muestra la irrelevancia de un proceso como el que se llevó a cabo”, dijo.
Asimismo, consideró que, ante las diferencias que se han levantado últimamente entre Evópoli con sus socios de la UDI y RN, “si tú eres una coalición, una alianza, un pacto político tiene que haber por lo menos una coherencia en el actuar y ahí creo que es donde está la mayor crítica cuando se producen estas acciones. Primero, de llevarlas a cabo; segundo, de cuáles son los temas con los cuales los objetivos los llevas adelante; y tercero, cómo actúas cuando ya te embarcas en una situación como esta”.
“Pareciera que aquí estos tres puntos no hubo una acción concertada, no hubo una lógica, no hubo una conducción, en términos de un colectivo político y eso es lo que llama mucho la atención. Entonces, las recriminaciones que se vienen a posterior en función del resultado que se obtiene es evidente”, remarcó.
En esa línea, Cassinelli sostuvo que la problemática de Chile Vamos reside en que “no tiene una coherencia interna, no tiene una lógica de objetivos comunes. Es más, uno de los argumentos que dio la presidenta de Evópoli fue que el partido y sus representantes no pueden recibir orden de un pacto político, porque en Chile no hay orden de partido. Entonces, si no hay orden de partido tampoco hay orden de una alianza de coalición, eso no obsta a que tú tengas objetivos comunes, pero lo que vemos hoy día aquí es que eso no existe”.
Además, se refirió al rol que desempeña el Partido Republicanos como facción contraria al Gobierno, señalando que “está marcando la pauta de lo que puede ser la oposición en general y, por lo tanto, tensiona la decisión de los tres partidos que hoy día conforman Chile Vamos. Si no hay coordinación, si no hay un mecanismo, un método para tomar decisiones internas de coordinación, va a ser sumamente difícil que logren al menos tener un contrapeso al otro partido que hoy día está guiando o pauteando la agenda política de la oposición”.
“Creo que ellos sienten esa debilidad, sienten esa tensión respecto de la presión que les pone republicanos de ser una oposición más dura. Creo que el gran error que está teniendo Chile Vamos y los partidos que lo conforman es que pretenden competir en dureza respecto de republicanos y no pretenden competir con lo que deberían ser, que es a través de propuestas en el área legislativa, que tienen que ver con políticas públicas que le solucionen los problemas que tiene la gente”, manifestó.
Por lo mismo, hizo hincapié en que en el conglomerado “el foco está absolutamente errado y cuando tú tienes un foco errado da lo mismo lo que hagas hacia adelante. Si a eso le sumas coordinaciones que no tienen una estructura, que no tienes mecanismos de definición de objetivos, los resultados son los que estamos viendo y lo más probable es que lo que veamos hacia adelante sea una mantención de estas disputas entre partidos hasta que vengan elecciones reales”.
Esto último, en referencia a las elecciones municipales fijadas para el próximo año: “Si no logran llegar a un acuerdo a ese minuto, no hay alianza, así de simple”, señaló.