En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio, analizó el escenario que se abrió con la presentación de más 380 enmiendas que ingresaron los republicanos para el borrador elaborado por la Comisión Experta. Todo esto además, en el contexto de una carta pública en la que, junto a otras personalidades de centro y centroizquierda, acusaron que la derecha está escribiendo una Constitución excluyente.
Bellolio indicó que curiosamente “el anteproyecto adquiere una categoría de sacrosanto a estas alturas porque representa el consenso político más amplio y transversal que tenemos, bueno o malo, aquí cada uno tiene su propia palabra constitucional, pero el anteproyecto es lo más cercano que tenemos a un espíritu, quizás unitario suena demasiado iluso, demasiado inocente, pero es un acuerdo el cual se llegó desde republicanos hasta el Partido Comunista, que estaban presentes la comisión de expertos”.
Asimismo, el doctor en filosofía agregó que “es normal que Republicanos quieran hablarle a su base electoral y promuevan enmiendas que representen mejor ese sector duro de la derecha, pero al hacerlo tensiona la posibilidad de que se mantenga este acuerdo lo más transversal y más posible”.
Bellolio indicó que esta situación puede llevar a que el mundo progresista diga “hasta aquí no más llego. Me parece que si hay capítulo sobre las FFAA, si hay una norma sobre el aborto o una disminución del número de congresistas, por poner algunos ejemplos de las enmiendas, que van a decir hasta aquí nomás llego yo”.
Consultado si hay voluntad de parte de la derecha de elaborar un texto que convoque a todos los sectores sociales y políticos, Bellolio recordó que los republicanos se quedaron con un proceso que no querían y “muchos pensábamos que lo que le convenía al partido de José Antonio Kast era hacer las menos olitas posibles y que se aprobara el texto de los expertos, como una manera de decir no somos tan extremos, sacar chapa de estadista y de esa manera conducir el proceso a buen término y al final de año, que se saque la foto de Boric con Kast y digan, costó pero tenemos un texto transversal y con eso el proceso habría llegado a buen término”.
Sin embargo, afirmó que ante las encuestas que dan por rechazado el texto constitucional, sin que se haya discutido lo sustantivo, una de las hipótesis es que los republicanos optaron por “hablarle a nuestra base electoral, a los duros nuestros, en algunos de los temas, como los presos de Punta Peuco o las FFAA en año donde se reviven viejos fantasmas y divisiones, y parece que quieren apostar a eso”.
Bellolio indicó que otra posibilidad es que algunas de esas enmiendas “sí sean populares como la heredabilidad de los fondos de pensiones o insistir con la seguridad en la Constitución, y en una de esas, tienen apoyo ciudadano”.
El académico afirmó que las “enmiendas ponen el riesgo el proceso”, pero “no sé cual es la jugada, cuál es la estrategia, no sé lo que están pensando, pero si hablara con un republicano probablemente diga que si nos escogieron a nosotros, y somos la mayoría, quieres que no planteemos en la discusión nuestras ideas. Bueno, les diría que está cometiendo el mismo error al que acusaron a la Convención anterior”.
Sobre el rol de Chile Vamos (CHV), Bellolio afirmó que lo que le convendría a la alianza opositora es que se “aprobara a fin de año un texto lo más parecido a la comisión de expertos, exorcizar de una buena vez a Pinochet del asunto y si se va a legitimar nuestro modelo de desarrollo, esta mezcla de economía de mercado con gasto social y prestaciones universales, etc., que sea democráticamente para de una vez sacar esa mancha de currículum, a la centro derecha le conviene.
Agregó que eso también “es riesgoso porque la hora de competir con el original, el que gana es el original. No veo mucha ganancia para CHV si es que abdica de su identidad y se pliega de forma acrítica a las posturas de republicanos. Quizás sería interesante ver si CHV hace causa común, en algunos aspectos, con los sectores del oficialismo para decir ésta línea no la vamos a cruzar, entiende que eso tiene un costo electoral, pero también tienen que pensar en cómo definir su identidad de cara a lo que viene”.