La ministra del Interior, Carolina Tohá, fue la encargada de dar el discurso en el Acto por las y los Defensores de la Democracia, ceremonia que tuvo lugar ayer por la tarde en el Patio de Los Cañones. En la instancia, la secretaria de Estado respondió a las críticas de la derecha hacia su sector y además comparó lo que ha sido esta conmemoración de los 50 años del golpe de Estado con lo ocurrido en años anteriores.

“En la izquierda estamos muy lejos de ser perfectos, qué duda cabe. Tenemos contradicciones, hemos tenido caídas y tenemos a veces divisiones, hemos cometido errores que resuenan tanto en nuestra historia pasada, también en la presente, pero cada vez que nos digan que representamos un proyecto refundacional avalado por la violencia, no olvidemos que el único proyecto refundacional impuesto por la violencia que Chile ha conocido fue el que encabezó el general Pinochet”, dijo Tohá.

La ministra además planteó que “si cada vez que en el pasado conmemoramos una década más desde el golpe de Estado, sentíamos que avanzábamos, ahora sentimos el peligro de retroceder”.

“Si cada vez había un mayor reconocimiento a la verdad histórica, ahora parece haber menos. Si década tras década había una mayor condena al golpe de Estado, ahora parecen resucitar sus apoyos. Cuando hacemos este punto, es porque creemos que realmente importa. No es una obsesión con el pasado”, aclaró.

En esa misma línea, Tohá señaló que “del mismo modo en que tratamos de conocer los contextos que promueven que una persona vaya por el camino del crimen, hay que entender las condiciones sociales que alientan las tendencias golpistas y autoritarias, pero nunca, nunca jamás eso puede usarse como justificación”.

“No justificamos a los criminales por sus delitos, aunque conozcamos las situaciones que los empujaron a delinquir y no podremos justificar jamás a los golpistas, a los genocidas, aunque identifiquemos las condiciones históricas que los motivaron” añadió.

Por último, la secretaria de Estado sostuvo que “los caminos a la democracia son muy distintos y los caminos por los que se pierden varían también mucho (…) pero sus verdaderas razones de existir, tienen que ver con nuestra debilidad y nuestra fragilidad como personas”, concluyó.