El conflicto en Medio Oriente se ha intensificado producto del centenar de ataques aéreos contra objetivos de Hamás en el centro de Gaza, adjudicados por la Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Mientras, el país judío acaba de formar un gobierno de emergencia y un gabinete de guerra, justo cuando ayer la embajadora del Estado de Palestina en Chile, Vera Baboun, señaló que aquello traería consigo más muerte para el pueblo palestino.
Los fallecidos en Israel por el ataque sorpresa de la organización militar islamista superan los mil 200 y los 5 mil 100 heridos. Por el lado de Palestina, se han contabilizado mil 55 muertes y más de 5 mil heridos por los bombardeos israelíes.
Además, las autoridades de la Franja de Gaza alertaron que la única central eléctrica del territorio palestino se quedará sin combustible en cuestión de horas, después de que Israel anunciara el martes un bloqueo total a la zona en represalia por la ofensiva iniciada por Hamás el sábado pasado.
En conversación con nuestro medio el académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile y cientista político, Robert Funk, sostuvo que el Acuerdo de Oslo -serie de acuerdos firmados en 1993 entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), bajo la convocatoria de Estados Unidos, que buscaba una solución permanente al problema entre Israel y Palestina- ha sido neutralizado numerosas veces por Hamás, por lo que Israel “no tiene responsabilidad de cumplirlo”.
En ese sentido, en relación al bloqueo de los servicios básicos, Funk indicó que “no hay ninguna razón por la cual un país tendría que entregarle a otro esas facilidades”, pero Israel “lo hace porque reconoce que es parte del Acuerdo de Oslo y porque hay una necesidad, pero en contexto de guerra no hay ninguna obligación para hacerlo”.
“Israel responde al ataque de Hamás, no responde a las preferencias políticas de su población (…) Efectivamente la población civil palestina, tanto en Gaza como en Cisjordania, están sufriendo hace muchos años los efectos de la ocupación, pero también por el mal manejo de su propio gobierno”, declaró.
Por otro lado, el investigador del Centro de Estudios Árabes y del Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, Rodrigo Karmy, criticó la instalación del término “guerra” de parte de los medios de comunicación.
De acuerdo con el investigador, “esta no es una guerra, sino que es una situación colonial y una relación asimétrica entre agrupaciones como Hamás”, que ideológicamente es rechazada en términos generales en el mundo, pero que sí tiene un apoyo dentro de la población palestina. “Y no porque estén a favor de la construcción de un estado islámico (…) sino porque la agrupación militar se apropió del discurso clásico de la resistencia palestina de lo que fue la Organización para la Liberación de Palestina en su momento”, explicó.
De esa manera, Karmy detalló que “dado que la OLP está neutralizada bajo la figura artificiosa de la Autoridad Nacional Palestina, que no tiene ninguna autoridad sino que más bien es un vicariato de la propia colonización israelí en los mismos territorios palestinos y los propios palestinos no le otorgan ninguna credibilidad a esa autoridad, el apoyo palestino ha ido a las fuerzas como Hamás y el Frente Popular“.
El académico agregó que “esas agrupaciones marcan un derrotero en el cual puede abrirse una posibilidad futura de negociación y de transformación del escenario geopolítico”.
¿Cuál es la viabilidad de la resolución del conflicto?
Para Robert Funk la única solución viable para este disputa es el reconocimiento de ambos Estados, pero tras los hechos ocurridos el sábado considera “imposible negociar con un gobierno como Hamas“. El especialista afirma que el movimiento tiene como objetivo principal el establecimiento de un Estado islámico en la región histórica de Palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén, por lo que expresó, básicamente lo que pretende Hamas es “destruir Israel”.
En tanto, Karmy destacó que “este es el momento en que la política se abra a las salidas posibles”, y para él una de esas salidas sería reconocer a Hamas como interlocutor válido, considerando la legitimidad que posee dentro del pueblo palestino, para “eventualmente imaginar un estado plurinacional donde quepan todas las comunidades sin exclusión, dado que lo que ocurre hoy es que Israel protege un estado exclusivo para judíos”.
Así, el experto sostuvo que desde esa perspectiva la palabra judía ya no tiene una connotación religiosa, sino que étnica y eso “impide la coexistencia pacifica de múltiples comunidades y la convivencia de una zona en que por más de 4 mil años siempre ha vivido con la multiplicidad de comunidades lingüísticas y religiosas”.