Dr. Enrique Castellón: "El cáncer no es una enfermedad que afecta solamente a la persona, afecta a la familia y a la sociedad"

Estará a la cabeza del recientemente inaugurado Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (CECAN), junto al doctor de la U. Católica Bruno Nervi, una iniciativa que busca apoyar a los pacientes y sus familias.

Estará a la cabeza del recientemente inaugurado Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (CECAN), junto al doctor de la U. Católica Bruno Nervi, una iniciativa que busca apoyar a los pacientes y sus familias.

El doctor Enrique Castellón es el director alterno del Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (CECAN), que fue inaugurado con un lanzamiento realizado en el Congreso Nacional, en su sede de Santiago y que contó con la participación de senadores y diputados, de autoridades de gobierno y especialistas de las universidades que participan en este proyecto.

Con más de 90 especialistas, el Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (CECAN) nace como una iniciativa pensada para el país. “Tiene como gran propósito disminuir la carga del cáncer en Chile, tener mejores herramientas para poder afrontar el problema del cáncer que se nos viene y que está muy empeorado por la pandemia”, dice su director alterno, el doctor Enrique Castellón, profesor titular del Departamento de Oncología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

La idea partió en el 2018 y hace pocas semanas vio la luz, con un lanzamiento realizado en el Congreso Nacional, en su sede de Santiago, ceremonia que contó con la participación de senadores y diputados, de autoridades de gobierno y de especialistas de las universidades que participan en este proyecto.

“Creemos que la prevención es una herramienta fundamental para poder disminuir la incidencia del cáncer en Chile y evitar la mortalidad prematura”, plantea el académico. Explica, además, que parte de los objetivos que tienen es “disminuir la incidencia, es decir, que menos gente se enferme de cáncer y disminuir la mortalidad prematura. Es decir, que los que se enferman sean diagnosticados lo más precozmente y tratados lo más rápidamente posible para así que esa persona tenga una mejor oportunidad”.

Otro de los temas a los que apunta es que “existe también en nuestro país, lamentablemente, una brecha muy grande en desigualdad, en inequidad, en acceso a tratamiento oportuno, a diagnóstico oportuno, a prevención”. Por esta razón, indica, “lo que estamos construyendo es un mapa de la inequidad en Chile y el objetivo es constructivo para saber dónde tenemos que poner los énfasis”, como una de las metas próximas.

– ¿Cómo nace CECAN y cuál es la necesidad que ustedes vieron para dar vida a este centro?

Este centro nace como culminación de una serie de eventos que parten en 2018 en adelante. El primer evento es que el ministro de Salud de la época llama a un comité de expertos, entre los cuales hay representantes de las universidades. Yo fui el representante de la Universidad de Chile para elaborar un Plan Nacional del Cáncer, estando consciente de la gravedad, de lo que viene en materia de cáncer, de mortalidad e incidencia. Entonces, el ministro de Salud convoca a esta comisión de expertos que elaboran el Plan Nacional del Cáncer.

Entonces, se elabora una estrategia para abordar el problema del cáncer a diez años, plazo desde 2018 al 2028, con evaluación intermedia de cinco años. Luego de este plan, a partir de la propia Comisión y de otros trabajos anteriores o de otros grupos anteriores, surge la necesidad de asegurar lo que dice este plan a través de una ley.

El 2020 se publica La Ley Nacional del Cáncer. Está sería la primera enfermedad que tiene una ley propiamente tal. Y esto fue un hito muy importante, porque deja establecido por ley ciertas cosas muy importante para el manejo de cáncer, como es una red oncológica con determinadas características, un programa de formación de especialistas y, lo más importante, una Agencia Nacional del Cáncer y un Fondo Nacional del Cáncer que va a financiar proyectos específicamente concentrados en materias de cáncer.

Entonces, la ley deja establecido esto, sin embargo el Ministerio de Salud, que no tiene los recursos para financiar investigación de una envergadura como esta. Se solicita el apoyo del Ministerio de Ciencias para que, a través de sus programas de financiamiento de la Ciencia destine fondos de área prioritaria para el cáncer. Así nace el concurso FONDAF del Año 2022, que llama a presentar propuestas de centros de excelencia, tomando como área prioritaria el cáncer y con objetivos bien específicos, que es impactar políticas públicas, generar información de calidad para para tomar mejores decisiones con respecto a cómo enfrentar el problema del cáncer.

– Y, se van sumando otras instituciones, como universidades…

Claro, nace este llamado abierto a todas las instituciones. Nosotros decidimos, en conjunto a la Universidad Católica, que íbamos juntos y además si asociábamos a otras instituciones relevantes representativas de nuestro país tendríamos más posibilidades de adjudicarnos el proyecto. Por eso es que está la Universidad Antofagasta, es la región donde hay más cáncer pulmonar. También está la Universidad Católica del Maule, una región donde hay mucho cáncer gástrico. Está la Universidad de la Frontera en Temuco, donde hay muchísimo cáncer de vesícula biliar y también están representantes de otras universidades de la zona de la Región Metropolitana como la Universidad del Desarrollo y  a Universidad Andrés Bello y con sede en la Región de Valparaíso e incluimos, de forma muy importante, al Instituto Nacional del Cáncer, que es el Hospital Oncológico público más importante del país.

La importancia de sumar instituciones universitarias y al Instituto Nacional del Cáncer es para representar las potencialidades y los problemas regionales y sumar competencias o expertise de distintas instituciones para este fin común. El propósito de este centro es ayudar al Estado de Chile a enfrentar de mejor manera la carga del cáncer, a mejorar el manejo del cáncer en el país y el objetivo específico es generar información epidemiológica, científica, clínica y económica, valorando el costo efectividad de lo que estamos proponiendo y, a nivel informático, agregándole tecnología e inteligencia artificial, para impactar políticas públicas, para mejor enfrentar la carga del cáncer en Chile.

– ¿Cuáles son los ejes prioritarios y los desafíos inmediatos que tiene CECAN?

Los aliados de esta gran empresa tienen que ser todos, autoridades de salud, instituciones de salud, hospitales, la red oncológica, parlamentarios, los tomadores de decisiones, gobernadores, ministros, ministras, tiene que ser una tarea de todos. De otra manera no podemos abordar esto, y es por eso que nosotros convocamos como aliado al Ministerio de Ciencia, al Ministerio de Salud, hemos hablado con los gobernadores de las distintas regiones donde están nuestras instituciones asociadas, con alcaldes y alcaldesas que están también colaborando en algunos proyectos específicos en las regiones.

Los principales desafíos son, primero, conocer cuál es la situación real del cáncer en Chile, porque nosotros hacemos muchos supuestos, sabemos que es un problema de gran envergadura, pero no sabemos cuál es la real magnitud, cuáles son los números y cuál es la realidad regional. Además, somos un país muy heterogéneo, no solamente desde el punto de vista geográfico, sino que también socioeconómico, cultural, etc.

Entonces, el gran desafío es conocer la realidad nuestra, hacer estudios, por ejemplo, para establecer un mapa del cáncer en Chile, cómo es el mapa epidemiológico del cáncer en Chile, donde están los cánceres más prevalentes, dónde hay una mortalidad mayor en cáncer, dónde son más fuertes o menos fuertes los centros de salud que atienden cáncer, a cuántas personas atienden los centros de las macrozonas. Todo eso lo estamos recopilando. Existe en nuestro país, lamentablemente, una brecha muy grande en desigualdad, en inequidad, en acceso a tratamiento oportuno, a diagnóstico oportuno, a prevención. Entonces, lo que estamos construyendo es un mapa de la inequidad en Chile y el objetivo es constructivo para saber dónde tenemos que poner los énfasis.

– ¿En la prevención?

Creemos que la prevención es una herramienta fundamental para poder disminuir la incidencia del cáncer en Chile y evitar la mortalidad prematura. Esos son los objetivos estratégicos sanitarios de la década, disminuir la incidencia, es decir, que menos gente se enferme de cáncer y disminuir la mortalidad prematura. Es decir, que los que se enferman sean diagnosticados lo más precozmente y tratados lo más rápidamente posible para así que esa persona no mueran prematuramente.

Nosotros lo primero que estamos haciendo en la parte preventiva, en el eje que va a tener que ver con la prevención, es el mapa de la inequidad y el real impacto de los factores de riesgo y de los determinantes sociales, ¿cuáles son los determinantes más importantes que afectan el cáncer? Sabemos que el nivel educacional afecta, pero queremos saber cuánto afecta y dónde afecta más. Sabemos que la alimentación, el sobrepeso, la obesidad mórbida también afectan al cáncer. Queremos saber dónde afecta más cómo está distribuido ese determinante en el país. El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a contaminantes. No es lo mismo vivir en Las Condes que vivir en Puchuncaví, entonces queremos ponerle número a eso.

Por otra parte, en nuestra línea de investigación más clínica, queremos saber qué les pasa a las personas que se enferman de cáncer, cuánto tienen que esperar para un diagnóstico preciso, cuánto tienen que esperar para un tratamiento. La idea es ver en los distintos centros cuál es el viaje del paciente, cómo es acompañado al paciente para saber dónde hay que mejorar. En tercer lugar, está una línea que tiene que ver con investigación e innovación. Queremos identificar nuevos biomarcadores, queremos implementar tecnología que ya tenemos para incorporarlas a las prestaciones en el servicio público, de tal manera que uno pueda haber diagnósticos más precisos, uno pueda saber de antemano si ese paciente va a responder bien a un tratamiento o no, haciéndole algunos exámenes, algunos perfilamientos genéticos o determinando algunos biomarcadores que nos permitan decir cuál es el mejor tratamiento para ese paciente.

Tenemos una cuarta línea de investigación que tiene que ver con economía de la salud, en la cual las cosas que nosotros proponemos van a ser evaluadas en términos de su costo-beneficio para ver cuán factible es implementarlas en el sistema público de salud. Por último, tenemos una última línea de investigación que tiene que ver con los números. Ahí tenemos un equipo de ingenieros e ingenieras que lo que están haciendo es generar las bases para un registro del cáncer, modelamientos matemáticos y eso de inteligencia artificial para diseñar modelos predictivos que permitan anticiparnos a las situaciones y mejorar la toma de decisiones.

– ¿Cómo proyectan su incidencia a nivel de política pública?

Tributaremos a un consejo de políticas públicas que va a ser nuestro intermediario, que va a ser nuestro interlocutor con los tomadores de decisiones. Ahí vamos a ir, entonces, a las comisiones del Senado a proponer cosas específicas para que se pueda, para que podamos impactar políticas públicas.

– Cuando hablamos de cáncer hay diversos factores que están en juego, lo emocional, la salud, las redes de apoyo, lo económico ¿Cuán importante es abordar de estos temas?

Es muy importante para nosotros y es un objetivo transversal de todo el centro el interactuar y hacer partícipe a la sociedad civil, y dentro de la sociedad civil están las organizaciones de pacientes. Nosotros trabajamos con las organizaciones de pacientes, participan de nuestro centro, también en nuestros comités asesores, representantes de las asociaciones de pacientes y, desde ese lado, conocemos la realidad que viven las familias.

El cáncer no es una enfermedad que afecta solamente a la persona, afecta a la familia, afecta a la sociedad. Nosotros decimos que el cáncer es una enfermedad de transmisión social y los determinantes sociales son los que más afectan. Incluso tanto o más importante que el tabaquismo, la alimentación, la exposición a contaminantes ambientales son nuestros determinantes sociales, dónde nacimos, cuánta educación tenemos, si somos hombre o somos mujeres lo que más afecta. No es lo mismo que un cáncer afecte a una jefa de familia o a una mujer que afecte a un hombre. No es lo mismo porque la relación familiar es distinta.

Es muy importante llegar a las familias, llegar a la sociedad civil con educación sobre el cáncer. También tenemos objetivos que apuntan a mejorar la formación de capital humanos avanzado como investigadores, especialistas, que están muy en déficit. Además tenemos un objetivo de extensión, de vinculación con el medio, que significa hacer llegar a la sociedad civil, a la gente, a las personas comunes y corrientes qué significa esta enfermedad, cómo afecta, cómo cuidarse, cómo enfrentarla, cosa que no necesariamente tiene un paciente cuando va a un hospital y el médico le dice usted tiene que tratarse, hacerse quimioterapia, radioterapia, etcétera.

Nosotros estamos por la humanización del trato al paciente en general, y particularmente al paciente oncológico, porque -como usted dice- justamente hablar de cáncer para muchas personas y para muchas familias significa sinónimo de muerte y nosotros queremos que no sea así, queremos que sea sinónimo de una enfermedad que se puede manejar. Si no se puede curar, se puede manejar de tal manera de que uno pueda vivir con esa enfermedad, así como vive ahora con una diabetes o con cualquier otra enfermedad.

Queremos que las personas que se enferman de cáncer puedan tener un tratamiento curativo y a las que no se pueden curar del cáncer, éste se convierta en una enfermedad crónica que se pueda llevar con una calidad de vida relativamente aceptable y para eso hay que trabajar fuerte en prevención, para que la gente no se enferme. Educar a la gente en prevención, tener buenos programas e impactar políticas públicas de prevención, es decir, tener buenos programas de prevención. Nosotros no tenemos, desafortunadamente, buenos programas de prevención para los cánceres más prevalente en Chile, y lo que tenemos que hacer es tratar de llegar lo más tempranamente posible con el diagnóstico. Si nosotros esperamos que el paciente sienta síntomas para ir al médico, generalmente es tarde y no tenemos opciones curativas, y la única manera de diagnosticar muy precozmente, cuando el paciente todavía no siente nada, es a través de la prevención, con programas de tamizaje, con controles periódicos. Con todo eso que esté disponible en el sistema público de salud de una manera muy organizada, de tal modo que las personas tengamos la mayor cobertura posible de estos mecanismos de prevención, como son, por ejemplo, programas de tamizaje como el Papanicolau, la mamografía, los exámenes urológicos, la endoscopía, entre otros exámenes a los que se puede acceder.





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