A solo horas de conocer los primeros resultados del plebiscito constitucional, la académica de la Universidad de Chile e integrante de la Comisión contra la Desinformación, Patricia Peña, se refirió a la incidencia de las nuevas tecnologías en los procesos electorales y a la manera en que, desde la política pública, los estados pueden enfrentarse a fenómenos como la desinformación.
De acuerdo a Peña, desde que se anunció la creación de la Comisión contra la Desinformación hasta ahora, ha habido un ánimo de “anular un debate previo sobre libertad de expresión, libertad de prensa y derecho a la comunicación, de esos temas no podemos hablar, porque damos por supuesto que todo funciona normal y cualquier intento por analizar, mirar, debatir, regular, se cancela”, acusó.
“Eso, a su vez, viene de una mirada muy estrecha, de creer que cuando hablas de desinformación necesariamente era sinónimo de que iba a ser una comisión que iba a preocuparse solamente mirar un marco regulatorio”, complementó.
De todas maneras, Peña aseguró que cuando la Comisión contra la Desinformación pasó al Ministerio de Ciencia cambió la percepción.
“Yo creo que eso ayudó muchísimo a que se entendiera que esto era un grupo de personas que lo que íbamos a hacer y nuestro alcance era entender, de qué se trata este fenómeno, porque esto va más allá del concepto de fake news o noticias falsas y no necesariamente tiene un contrapunto con la libertad de expresión”, precisó.
En esa línea, la académica afirmó que en este último proceso electoral no solo hubo fake news, sino también “muchísima confusión”.
“Hay que entender que no necesariamente todo funciona en estos fenómenos, como una noticia que está fabricada, con un titular, con un contenido, que efectivamente uno no tiene luego cómo verificar su veracidad (…) sino que hay otra cantidad de situaciones que tienen que ver con instalar interpretaciones, opiniones, que se parece mucho a una información. Yo creo que ese ha sido el punto central y lo que tenemos que entender hoy día es que nuestras formas de acceder, consumir e interpretar información, cambiaron”, estimó.
En ese contexto, Peña recordó el alto consumo de redes sociales como Whatsapp y Youtube, plataformas que “operan como distribuidores de información y operan de una manera bastante caja negra, misteriosa en el sentido de que lo que yo termino viendo en mi muro de red social, está definido ya no por seres humanos sino que por actores no humanos, que son los algoritmos”, explicó.
“Esos algoritmos funcionan en distintos niveles, te van a recomendar cosas, van a preseleccionar cosas, porque funcionan en base al perfilamiento que hacen de nosotros. Ese proceso que nosotros habíamos visto en Europa, Estados Unidos, Brasil, empieza a pasar en Chile, porque además estamos en esta coyuntura de demasiadas votaciones para procesos electorales trascendentales”, advirtió.
Teniendo esos elementos en cuenta, Peña planteó que “no solamente vamos a controlar este proceso de desinformación con leyes, sino que necesitamos apostar por un ecosistema, que tiene que ver con educación, con la contra parte que juegan los fact checkers y con el rol que juegan los medios de comunicación, particularmente los que tienen vocación pública”, concluyó.