De acuerdo con periodistas de la AFP, ataques israelíes sacudieron el sábado temprano a Rafah, ciudad en el extremo sur del enclave donde en las últimas semanas se han refugiado cientos de miles de palestinos que tratan de escapar de los combates. En el norte de Gaza, donde el ejército israelí lanzó su operación terrestre a finales de octubre, los bombardeos se mantenían.
“Todo el barrio está destruido, no sé cuando regresarán las personas, ¿Dónde vamos a vivir?“, dijo a la AFP el viernes un residente de Jabaliya (norte) tras un ataque israelí. “Miren esta destrucción, pero a pesar de eso, seguiremos con determinación. No huimos hacia el sur o a otra parte, nos quedamos en al-Sika (un barrio de Jabaliya), donde estaban nuestras casas”, agregó.
La Franja de Gaza se ha convertido “simplemente en un lugar inhabitable“, en “un lugar de muerte y desesperanza“, y sus habitantes están “frente a amenazas diarias ante la mirada del mundo”, denunció este viernes el jefe de operaciones humanitarias de la ONU, Martin Griffiths.
Según Unicef, los combates, la malnutrición y la situación sanitaria crearon un “ciclo de la muerte que amenaza a más de 1,1 millones de niños” en ese territorio ya en condiciones precarias antes de la guerra misma.
Israel juró “destruir” al movimiento islamista palestino, clasificado por la Unión Europea y Estados Unidos como terrorista, luego del ataque inédito sobre suelo israelí el 7 de octubre que mató a 1.140 personas, la mayoría civiles, de acuerdo con un conteo de la AFP basado en las más recientes cifras israelíes. Unas 250 personas fueron tomadas rehenes, de ellas poco más de un centenar fueron liberadas en una breve tregua a fines de noviembre.
Según Hamás, desde el inicio de la guerra, la cifra de muertos en la Franja de Gaza – en su mayoría mujeres y niños – llega a 22 mil 600 personas como producto de las operaciones militares israelíes.
“Seguimos exigiendo el fin inmediato de la guerra, no sólo por la población de Gaza y sus vecinos amenazados, sino por las generaciones venideras, que nunca olvidarán estos 90 días de infierno y de ataques a los preceptos más básicos de la humanidad”, declaró Griffiths.
“Respuesta ineluctable”
Israel sin embargo insistió en que su operación en Gaza continuará hasta el regreso de los rehenes y hasta que se “eliminen” las capacidades militares de Hamás, que, según su aliado estadounidense, siguen siendo “significativas”. El “2024 será un año de combates”, previno el portavoz del ejército israelí Daniel Hagari, al dar parte de “un muy alto nivel de preparación” de las tropas en la frontera con Líbano, donde casi a diario se dan intercambios de disparos con Hezbolá, al igual que Hamás, grupo apoyado por Irán.
Las tensiones han ido en aumento esta semana con la muerte, en un ataque atribuido a Israel, del número 2 de Hamás, Saleh al-Arouri, en un barrio del sur de Beirut, bastión de Hezbolá. “La respuesta es ineluctable (…) no podemos guardar silencio sobre una violación de esta magnitud pues eso significaría que todo el Líbano estaría expuesto” a futuro, declaró el viernes el jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah. “Nuestros combatientes en el conjunto de las zonas fronterizas (…) responderán a esta peligrosa violación”, agregó.
En Siria y en Irak, los ataques a bases militares de Estados Unidos, principal aliado de Israel, se han disparado en las últimas semanas mientras que en Yemen los rebeldes hutíes, también apoyados por Irán han multiplicado los lanzamientos en el mar Rojo para tratar de frenar el tráfico marítimo internacional en “apoyo” a los palestinos de Gaza. En este contexto, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, se entrevistará este fin de semana con responsables libaneses, mientras que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, está en Turquía en una gira regional, incluidos países árabes y Tierra Santa, con la esperanza de evitar una conflagración regional.
Gaza tras la guerra
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, presentó públicamente por primera vez propuestas para la posguerra en Gaza que aboga por una administración sin Hamás, pero sin presencia civil israelí. “Los habitantes de Gaza son palestinos. En consecuencia, entidades palestinas se encargarán (de la gestión) a condición de que no haya ninguna acción hostil o amenaza contra el Estado de Israel”, agregó, aunque el plan aún no tiene el aval del gobierno israelí, dividido.
Para Ziad Abdo, un palestino de 60 años que huyó para refugiarse en Rafah, “el futuro, será sobretodo la reconstrucción. Miren los hospitales destruidos, las escuelas en ruinas. No queda nada”. Pero para dos ministros israelíes de extrema derecha -Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich- el futuro de Gaza es la partida de los palestinos y el regreso de los colonos judíos.
Además, desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, el número de asentamientos y de nuevas rutas para los colonos ha visto un aumento “sin precedentes” en Cisjordania según un estudio de la oenegé Peace Now. “Los tres meses de guerra en Gaza son instrumentalizados por los colonos con el fin de crear un estado de hecho sobre el terreno y así tomar el control de zonas más grandes”, subrayó la oenegé citando un “ambiente político” favorable a los colonos.