La guerra entre Israel y Hamás entró en su séptimo mes con la esperanza puesta en los enviados estadounidenses e israelíes que acuden a El Cairo para negociar una tregua en la Franja de Gaza y la liberación de más de un centenar de rehenes en manos del movimiento palestino.
El director de la CIA , Bill Burns, y el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman bin Al Thani, se encontrarán este domingo con los mediadores egipcios para las conversaciones indirectas entre las delegaciones de Israel y Hamás, según informó el medio egipcio Al Qahera News.
Las conversaciones se dan luego de que Israel anunciara la destitución de dos oficiales responsables de la muerte de siete trabajadores humanitarios, en su mayoría extranjeros, en un ataque contra un convoy de la ONG World Central Kitchen en la Franja de Gaza. Israel admitió un error de sus militares en la muerte de los trabajadores de la organización el pasado 1 de abril, pero eso no frenó los llamados a una investigación independiente.
“Han sido seis meses de atacar todo lo que se mueve. Esto realmente parece ser una guerra”, dijo el chef hispano-estadounidense José Andrés, fundador de WCK, al canal de televisión ABC News.
Biden presiona a su aliado Netanyahu
La muerte de los trabajadores humanitarios dio lugar a una tensa conversación telefónica entre el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Biden insistió en un “alto el fuego inmediato” y sugirió por primera vez, condicionar la ayuda estadounidense a Israel a una reducción en la muerte de civiles y mejorar la ayuda humanitaria.
Biden escribió a los gobernantes de Egipto y Catar antes de las conversaciones del domingo para urgirles presionar a Hamás a “llegar a un acuerdo y que cumpla lo negociado”, indicaron fuentes reservadas. Las conversaciones intermitentes no han registrado avances desde la tregua de una semana en noviembre que permitió la salida de algunos rehenes canjeados por prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
Washington atribuye la falta de acuerdo a la negativa de Hamás de liberar rehenes enfermos o vulnerables. Catar, en tanto, ha dicho que las objeciones israelíes al regreso de gazatíes desplazados es el principal obstáculo.
Biden enfrenta presiones porque no ha sabido utilizar la enorme ayuda militar que su país da a Israel para obtener cambios en la conducción de la guerra por parte de Netanyahu. El dirigente opositor israelí, Yair Lapid, viajó el sábado a Washington para reunirse con el secretario de Estado, Antony Blinken y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, en medio de la frustración estadounidense con Netanyahu.
También se encontrará con el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, quien pidió elecciones anticipadas en Israel para darle a los votantes la posibilidad de remover a Netanyahu. Decenas de miles de israelíes se manifestaron el sábado contra el primer ministro exigiendo “elecciones ya”.
World Central Kitchen suspende sus operaciones
El ejército israelí anunció el despido de dos oficiales tras determinar una serie de errores que condujeron a los ataques con drones que mataron a los trabajadores de World Central Kitchen. La fuerza militar aseguró que un comandante asumió erróneamente que Hamás había tomado su vehículo que se desplazaba de noche.
Las operaciones de World Central Kitchen permanecen suspendidas tras el ataque, mientras otras organizaciones de ayuda indicaron que su trabajo en Gaza se ha vuelto imposible.
Tras la conversación de Biden y Netanyahu, Israel anunció que permitirá “temporalmente” la entrega de ayuda por el puerto de Ashdod y el paso fronterizo de Erez.
Por su parte, Mahmud Bassal, portavoz de la agencia gazatí de Defensa Civil, dijo el sábado que la ayuda que llega a Gaza es “absolutamente insuficiente” para sus 2,4 millones de habitantes. Alrededor de 1,5 millones de gazatíes permanecen refugiados en Rafah, en el sur del territorio palestino.