Este lunes, la presidenta del Colegio Médico, Dra. Izkia Siches, amaneció liderando las preferencias presidenciales de la última encuesta Cadem, sólo superada por el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín. Y es que la popularidad de la joven médica ariqueña ha aumentado a medida que ha avanzado la pandemia, debido al importante rol y liderazgo que ha plasmado en el gremio más importante de la medicina chilena, en momentos en que las autoridades de Gobierno tambaleaban entre estrategias fallidas y mensajes contadictorios. Así, el nombre de Izkia Siches ha ido tomando relevancia y hoy en día es una de las voces más confiables para la ciudadanía cuando se trata del COVID-19.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, la presidenta del Colegio Médico se refirió a estos cuatro meses de crisis y su evaluación de la manera en que el país ha enfrentado la pandemia, señalando que “la mejor forma de proteger la economía es controlar la pandemia“.
Doctora, en su mirada respecto de la situación sanitaria actual, ¿cuánto se justifica hablar públicamente de confinamiento y qué consideraciones político-comunicacionales se debe tener en este caso para evitar lo que suceda lo que ocurrió hace un par de meses?
“Primero, clarificar que nuestro Colegio no tiene una posición obstruccionista o que no desea avanzar hacia el desconfinamiento. Somos sumamente conscientes del impacto tanto social como económico que tienen estas medidas de confinamiento. Pero sí hemos sido sumamente claros en que esto se requiere implementar de una forma muy planificada, donde la ciudadanía conozca las distintas etapas, y con mucha pertinencia regional, clarificando que el comportamiento del país es muy heterogéneo, tenemos regiones que van avanzando hacia el confinamiento -ya vemos lo que ocurre en Arica, Iquique, Antofagasta y Calama-; y otras que van en franca disminución de los casos y que claramente han tenido un comportamiento distinto a lo largo de la pandemia, como por ejemplo Coyhaique.
Eso requiere que todos conozcamos estas etapas para también involucrarnos y establecer lo contra-natura que es mantenernos en confinamiento. Vimos lo que ocurría hace algunas semanas en Londres cuando se dan estas primeras aperturas, nosotros somos muy cautelosos al momento de dar estos mensajes a la ciudadanía porque sabemos que entre nuestros amigos y familiares existe también esta pulsión de volver a salir de nuestras casas. Pero eso puede ser un punto que nos cause un retroceso importante en los avances que hemos tenido en la disminución de los nuevos casos”.
¿Esto se cumple en los casos de las regiones de Los Ríos y Aysén, en donde comienza este proceso de desconfinamiento? Cuando se anunció las personas en las calles no sabían, incluso algunas autoridades dijeron que se enteraron por la prensa de este tema…
“Sí, eso es algo que nosotros hemos planteado de manera muy reiterada que debía ser distinto. Ojalá indicadores ampliamente conocidos, porque creemos que aquí se necesita un pacto con la ciudadanía en que cada uno de los ciudadanos conozca muy claramente lo que está pasando en su región y cómo puede contribuir a disminuir estos distintos indicadores. Y más que oponernos a la medida para Aysén y Los Ríos, sí pensábamos que habíamos logrado permear a la autoridad de Salud, y por su intermedio al Gobierno, de montar este plan comunicacional para con posterioridad tomar medidas de apertura o confinamiento. Lamentablemente esto no ha sido así, esperamos que en estas semanas se pueda enmendar este rumbo. Ha sido algo que no solo hemos planteado nosotros como Colegio Médico, sino distintos centros de estudios como también el propio Consejo Asesor”.
Hay ciertas situaciones que los expertos han venido alertando desde el principio, como lo es la importancia de la Atención Primaria de Salud en las estrategias sanitarias y fundamentalmente en el tema de la trazabilidad. Un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, el Colegio Médico y otras instituciones, plantea que en el 43% de los centros de atención no se está realizando un testeo activo. Siendo tan urgente este tema, ¿cómo se puede ponderar ese 43%?
“Bueno, el corazón del control de la pandemia, hasta que esté disponible una vacuna efectiva para una gran parte de la población, es testear, trazar y aislar. Para eso, y para hacerlo bien, se requiere tanto tener indicaciones de medición de esa estrategia, como también recursos disponibles. Nosotros hemos planteado que necesitamos más de 9.000 trazadores y mantenernos sobre las 20.000 PCR, ajustado a cada uno de las regiones de forma permanente. Como también desburocratizar muchas cosas que se requieren desde la APS. Por ejemplo, un acceso directo a las residencias en 24 horas; este testeo activo que no es solamente testear pacientes sintomáticos, sino también ir a las ferias libres, cárceles y personal de salud, e ir a buscar activamente para poder llegar a estos indicadores que se han planteado.
Eso lamentablemente no se está cumpliendo y la autoridad había manifestado algunas cifras que no están construidas de forma tan fidedigna, como que Chile estaba trazando en 48 horas el 80% de los pacientes. De eso, por la información que tenemos y como lo ha retratado este propio monitoreo, estamos bien distantes de cumplir y tenemos que ser bien exhaustivos en buscar esa cifra y construir estos indicadores, porque sino nos autoengañamos como país y estamos tranquilos por tener un control de la pandemia siendo que se nos están escapando muchos de los casos nuevos”.
La semana pasada el Colegio Médico hizo una propuesta respecto de cómo se debe llevar a cabo este desconfinamiento, cuáles son los pasos que se tienen que cumplir y las fases que tienen que ir siguiéndose paso a paso para llegar a esta normalidad nueva a la que se pretende llegar. ¿Podría explicar en qué consiste esta propuesta?
“Esa propuesta toma las recomendaciones que ha planteado el Consejo Asesor y también los lineamientos de la OMS, que plantean lo necesario de hacer desconfinamientos progresivos, organizados, donde tenemos distintos indicadores tanto epidemiológicos -cómo va la pandemia-, como también por ejemplo cuánta ha sido la positividad de los test PCR y los resultados de trazabilidad, y así se van haciendo de forma progresiva aperturas de distintas instancias. Y no llegamos a una normalidad, porque yo lo he señalado en otras oportunidades, normalidad vamos a tener cuando tengamos disponible una vacuna.
Hasta esa instancia nos mantenemos en una etapa previa, que es la Fase 4, de mayor apertura que se puede lograr en este contexto de pandemia, en donde vamos a tener que mantener la distancia física, mascarillas y el lavado de manos; pero vamos a tener mayor disponibilidad de acceso, ya sea a parte del comercio o a los restaurantes y centros de mayor concurrencia, con aforos limitados. Eso está bien establecido en las fases y es muy importante que cada una de las actividades de la vida, se vayan ajustando a estos protocolos para ir incorporando. Pero sí, sólo vamos a llegar a una fase de adaptación y lo que es más relevante, es que cada una de estas etapas tiene un equilibrio muy frágil. Si relajamos mucho las medidas, lamentablemente vamos a retroceder en los indicadores y vamos a tener que retroceder en las medidas de confinamiento”.
No podemos hablar solamente de lo sanitario si no hablamos de lo social, las políticas públicas en ambos niveles de alguna manera están entrelazadas y se afectan. Se ha hablado de la importancia de que se adopten medidas que hagan posible el cumplimiento de las disposiciones sanitarias, un tema respecto del cual hemos tenido algunas contradicciones en los últimos meses. ¿Cómo ve esto en la actualidad? Se habla de una nueva batería de medidas, en momentos en que crece la pobreza, endeudamiento y la cesantía…
“Sí, bueno, lo primero que hemos señalado en forma reiterada es que hay que intentar avanzar en resolver esta supuesta dicotomía entre salud y economía. Nosotros lo hemos planteado y hay algunos análisis internacionales que lo ratifican, la mejor forma de proteger la economía es lograr el control de la pandemia. Es algo que le hemos señalado al país desde los primeros días, que obviamente estas medidas de confinamiento, particularmente en un país como Chile con tanta desigualdad, requerían de medidas sociales robustas. Claramente hay un porcentaje de la población que queda al debe, entre éstos la clase media que no es beneficiaria de ninguno de estos incentivos y beneficios.
Hoy día se plantean discusiones que me parece que son bien atingentes y realistas, a pesar de que desde los planos más académicos y técnicos tengan poco sustento quizás desde esa perspectiva; pero la ciudadanía, que hoy día se siente un tanto ahogada con el impacto de la pandemia, requiere soluciones reales, efectivas y con bastante mayor velocidad que las medidas que se implementaron en el pasado”.
Esta discusión en algunos sectores ya se ha extendido por cuatro meses y todavía no hay una conclusión respecto de hacia dónde enfocar los esfuerzos, si directamente hacia lo sanitario o privilegiar lo económico. ¿Por qué cree que ha durado tanto ese debate en algunos sectores de la sociedad?
“Creo que existe una pulsión por la reapertura y por eso nosotros estábamos muy pendientes de que todas las etapas de desconfinamiento fueran progresivas y ordenadas, y también de intentar convencer al poder económico de nuestro país que el control de la pandemia debiese ser uno de sus principales aliados. Yo espero que la CPC, que la SOFOFA esté preguntando cuáles son los resultados de los indicadores de testeo, aislamiento y trazabilidad para lograr un control efectivo, que esto impacte lo menos posible en la economía y en el bienestar de las personas. Pero lamentablemente siguen en esta percepción de que no vamos a lograr un control de la pandemia, pero creo que los países que nos han llevado la delantera -veíamos hace poco la comparación entre Suecia y Noruega, con dos estrategias totalmente distintas, en donde el impacto en la economía ha sido el mismo pero el impacto en vidas ha sido muy distinto.
En ese sentido creo que es un llamado a nuestro país a no bajar los brazos frente a una pandemia sanitaria que requiere su control para tener mejores resultados y poder hacer una apertura paulatina de los distintos aspectos de la vida”.
La experiencia de esos países ha demostrado que no hay nada peor para la macroeconomía que los brotes y los rebrotes, que es finalmente lo que retrasa todo, ¿o no?
“De todas maneras y es una cosa que está a la vuelta de la equina en nuestro país,. Nosotros esperamos que ojalá tenga un bajo impacto y eso requiere que el testeo, trazabilidad y aislamiento funcionen como reloj. Para ello necesitamos más recursos disponibles y más planificación., pero también que la autoridad se convenza de que es algo posible en nuestro país”.
Entramos en un nuevo ciclo, inevitablemente con la llegada de un nuevo ministro de Salud. El doctor Enrique Paris acaba de cumplir un mes en el cargo, ¿qué balance podría hacer usted de lo ocurrido en este tiempo?
“Nosotros como Colegio Médico tenemos una mucho mejor relación con el ministro actual que con el previo. Hemos podido presentar nuestras propuestas, sabemos que hay algunas que están en etapa de implementación y que gran parte del desarrollo de esta pandemia ya venía desarrollado al momento de ingresar el doctor Paris. Pero lo vemos como una señal que va en el sentido correcto, hay mucha mayor apertura, pero obviamente todavía quedan bastantes desafíos por delante, esperamos que al ministro le vaya muy bien, que tenga las mejores herramientas y medidas para lograr también comprometer al Gobierno central en la perspectiva sanitaria”.
¿Se ha notado un cambio respecto de lo que venía realizando el ex ministro Jaime Mañalich?
“De todas maneras se ha notado. En realidad, mirando hacia atrás, es un cambio que debieron haber implementado como país mucho antes. Creo que la polarización y también los propios resultados no serían atribuidos solamente al Gobierno, sino que hubiera sido un análisis un poco más colectivo. Que fue algo a lo que nosotros siempre invitamos a La Moneda, desde el primer momento, sabíamos que esto iba a ser muy difícil e íbamos a tener resultados no muy buenos, y ojalá compartir las responsabilidades con distintos sectores, la oposición, distintos actores del mundo académico, para por lo menos haber dicho ‘escuchamos, hicimos todo lo posible y a pesar de ello no obtuvimos los resultados que queríamos'”.
Foto en portada: Agencia UNO.