La próxima semana se vota en el Congreso una nueva prórroga del Estado de Excepción Constitucional en La Araucanía y en dos provincias del Biobío. Dichas medidas, para algunos, han disminuido los hechos de violencia, pero otros creen que no es suficiente.
De acuerdo con lo que publicó Emol, un grupo de diputados de la zona realizó un balance de lo que fue el 2023 en materia de seguridad, pero también en otras materias relevantes para la región.
El diputado de Renovación Nacional, Miguel Mellado, consideró que “en cuanto a la seguridad en La Araucanía es menor el efecto que se ha producido en la lucha contra la violencia y el terrorismo, sólo han bajado un 18% en comparación con Arauco donde ha sido mucho más efectivo en su lucha. Se ve que gracias a la Fiscalía se ha podido descabezar a la CAM (que bajó fuertemente sus atentados)”.
Sin embargo, el parlamentario cree que “la gente de La Araucanía requiere una actitud más fuerte del Gobierno y de las Fuerzas Armadas en pleno Estado de Excepción y que el Gobierno evalúe el estado de sitio”.
Respecto a la economía, el diputado señaló que “la situación de violencia y terrorismo no hace muy atractivo el invertir en La Araucanía, no hay grandes proyectos ejecutándose y la inversión pública tampoco se ejecuta”.
“Por tanto, el Gobierno debiera pensar en hacer de toda la región una zona de rezago con beneficios tributarios fuertes a quien invierta grandes recursos en crear empresas, empleo y desarrollo económico. También acelerar inversiones públicas, a través de concesiones, sobre todo infraestructura vial turística”, complementó.
En tanto, para el diputado Henry Leal, de la UDI, “La Araucanía sigue siendo una región postergada, donde en muchos sectores no hay estado de derecho, los atentados han bajado en algunos periodos y luego hay recrudecimiento”.
“Pero la constante del promedio es que siguen los atentados, prácticamente todos los días, pese al Estado de Excepción. Los grupos violentos siguen actuando y no han podido ser desarticulados, pese a la captura del líder de la CAM, las otras células siguen operando impunemente”, apuntó.
Además, el parlamentario de la zona indicó que “la inversión privada prácticamente no hay en La Araucanía este año, y lamentablemente la inversión presupuestaria como obras públicas y viviendas es muy baja. El plan estrella del Gobierno que era el Plan Buen Vivir, a juicio de todos los sectores, ha sido un fracaso”. Por tanto, creo que es un año perdido para La Araucanía, desde el punto de vista de la inversión y la seguridad”.
También el diputado Stephan Schubert (IND-republicano), opinó que “el 2023 constituye otro año para olvidar en La Araucanía, por cuanto a la violencia y también a la pobreza. Si bien es cierto que los delitos en número han disminuido en su cantidad, en violencia ésta se ha incrementado, eso lo hace aún peor”.
“Las condiciones de inseguridad que se viven en La Araucanía son desastrosas y nuestros vecinos sobre todo del Biobío y del norte de La Araucanía, siguen viviendo en una situación de estado de guerra y en un encierro permanente en sus casas”, agregó.
En relación a la pobreza en la región, Schubert explicó que “no es que hayamos mejorado, pero dejamos de ser la última región en cuanto al indicador de pobreza, pero eso se debe a la creación de Ñuble. Ñuble quedó con peor infraestructura y está en peores condiciones que La Araucanía, no es que La Araucanía haya mejorado”.
También el diputado y presidente de Amarillos por Chile, Andrés Jouannet, se refirió a estas materias. “La Araucanía no mejoró en materia de seguridad, de hecho, sí mejoró todo lo que es la provincia de Arauco, pero las cifras en La Araucanía no mejoraron. Por otra parte, el Estado de Excepción es un estado permanente y es fundamentalmente por la poca capacidad que ha tenido el Gobierno de entender el problema en La Araucanía”.
“Siempre lo ha puesto el Gobierno como si fuera un problema de tipo étnico y no es así, hay una tensión intercultural y eso es indudable, pero no hay un conflicto como se trató hace muchos años de instalar, entre el pueblo mapuche y el resto de la sociedad”, dijo.
Según el parlamentario, “el Gobierno ha actuado muy mal, no ha tenido liderazgo, la Comisión Paz y Entendimiento no entendemos que está haciendo y lo sabemos. Pero lo peor ha sido el Plan Buen Vivir, es humo, no existió, no existe, es la misma inversión. Por tanto, la evaluación es negativa, porque la Región de La Araucanía sigue siendo la más pobre, estamos bajo permanentes ataques, incendios, ataques incendiarios permanentes. Eso no ha mejorado”.
Al final, respecto a los aspectos pendientes que debieran abordarse en 2024, se habla de que el Gobierno ejecute el presupuesto y que esto pueda atraer inversión privada a la región. También los diputados coinciden en que el principal desafío y prioridad debiera ser la seguridad y restablecer el Estado de Derecho para en Ercilla, Collipulli y la zona costera.
Algo más pesimista fue Andrés Jouannet, de Amarillos, quien sostuvo que “para el 2024 no tengo muchas esperanzas. El Gobierno agotó todos sus cartuchos, está desgastado, con el síndrome del pato cojo dos años antes que termine, es una locura”.
“Generalmente esto se da cuando hay un Presidente electo y uno saliente, por tanto, hay una cohabitación, pero en el caso del Presidente Boric, dado su escaso liderazgo, su nula capacidad de entender la dignidad del cargo y su pobre autoridad política, la verdad es que el síndrome del pato cojo ya está, la verdad es que para La Araucanía tenemos muy pocas esperanzas”, finalizó Jouannet.