Los comicios presidenciales de acercan a pasos agigantados en Brasil y luego del término de la Copa del Mundo, ya no hay excusas para que las dirigencias políticas no sean parte del debate en torno a los reclamos ciudadanos de mejores condiciones de vida, especialmente en las grandes ciudades y enfrentar con decisión el flagelo de la corrupción. En la carrera presidencial, el contendor de la opositora Social Democracia, Aécio Neves acortó la distancia con la Presidenta Dilma Rousseff a solo 8 puntos en la intención de voto, mientras tanto, la carta del Partido Socialista, Eduardo Campos, suma un 10%.
Brasil ha sido escenario de protestas sociales en contra de la desorbitante inversión para la construcción y remodelación de estadios. Y es que el mundial de fútbol no solo ha sido testigo de las estrategias futbolísticas dentro de la cancha. También de aquellas de corte político, a solo cuatro meses de un nuevo proceso eleccionario, donde la presidenta Dilma Rousseff aspira a un nuevo periodo, con Juegos Olímpicos incluidos.
Con fuertes críticas a las prácticas de espionaje realizadas por Estados Unidos comenzó el Encuentro Multisectorial Global sobre el Futuro de la Gobernanza de Internet que tiene lugar en Sao Paulo, Brasil. Los especialistas apuntan a la necesidad de una mayor representatividad y colaboración de los países en esta materia. Además, se refirieron a la creación de políticas públicas que establezcan derechos de los usuarios y advirtieron los riesgos que implica el ingreso de normas estadounidenses en Chile a través de los Tratados de Libre Comercio.
En el sudeste del país, comunidades que han quedado completamente inundadas por las lluvias que han caído en las últimas dos semanas. La presidenta Dilma Rousseff visitará las zonas afectadas.
Este martes arrancó la 68ª Asamblea General de la ONU, en la que líderes y cancilleres de 196 países del mundo abordarán temas claves de la agenda internacional como la crisis Siria, el programa nuclear de Irán y el espionaje de Estados Unidos.
Protestas callejeras en torno a los grandes desfiles son la tónica de la celebración de la independencia en Brasil. Brasilia y Río de Janeiro experimentaron enfrentamientos entre manifestantes y policías.
En tres semanas la aprobación de la presidente Dilma Rousseff se desplomó, como resultado de la ola de protestas en la nación brasileña. Si antes de las manifestaciones la mandataria superaba el 57% de aprobación, hoy esa cifra se asoma a penas al 30%, en la peor caída de popularidad de un presidente brasileño desde 1990.
Diversos dirigentes sociales de América Latina denuncian que las comunidades indígenas de Venezuela, Brasil y Bolivia enfrentan severos conflictos con los Gobiernos de Nicolás Maduro, Dilma Rousseff y Evo Morales, respectivamente, por la presión para extraer recursos naturales y modernizar a poblaciones indígenas.
Brasil vivió el sábado una nueva ola de manifestaciones contra las políticas del gobierno. La principal protesta tuvo lugar en Belo Horizonte, la tercera ciudad más grande del país.
Pese al plan de mejora de los servicios públicos, la salud y la educación anunciado por la Presidenta Dilma Rousseff este viernes 21 de junio, nuevas manifestaciones están previstas para este sábado como parte de la más grave crisis política en el país desde el año 2005.
Unas 50.000 personas marcharon el martes en Sao Paulo, a donde viajó la presidenta para discutir uno de los principales reclamos de los manifestantes, el precio del transporte público. Rousseff asegura que su gobierno acompaña los reclamos contra la corrupción y el mal uso de los fondos públicos. Por otro lado, anuncia el envío de la policía de élite a cinco sedes de la Copa Confederaciones.