De acuerdo al sondeo de diciembre, En el apartado sobre confianza en personajes políticos tanto el ex Presidente como el líder del PRO son quienes menos confianza generan entre la población. Mientras que en materia de elecciones presidenciales, Sebastián Piñera y Alejandro Guillier lideran las preferencias de los encuestados, logrando distanciarse del resto de los potenciales candidatos a La Moneda.
La encuesta mensual aplicada en febrero, muestra a Revolución Democrática como la colectividad mejor evaluada en el país, con un 45 por ciento de aprobación, mientras que la UDI solo alcanza un 17 por ciento. En tanto que la aprobación de la Presidenta Bachelet bajó en un punto porcentual, logrando un 27 por ciento.
Nuevamente el manejo del gobierno sobre el tema mapuche es una de las áreas peor evaluada en las encuestas. La noticia no sorprende, ya que constituye una tendencia que se viene expresando en ésta y otras encuestas del último tiempo.
Mandataria registró además un 67 por ciento de desaprobación, lo que se suma al alto rechazo que mantienen el Gobierno y los parlamentarios. Misma situación que persiste en cuanto a la Alianza y la Nueva Mayoría.
La mandataria obtuvo un 27 por ciento de aprobación en la encuesta Adimark y un 23 por ciento en la Cadem.
Aún faltan tres años para que concluya este gobierno, pero en las circunstancias actuales Bachelet ya exhibe todos los síntomas del “pato cojo”. Una solución política que contemple a un ministro del Interior fuerte, que efectivamente ejerza el liderazgo, y a una Presidenta dedicada a cortar las cintas de pomposas inauguraciones parece ser una salida viable. Sería la forma local y momentánea de contar con un semi-presidencialismo al estilo francés.
La crisis política y el alejamiento de la élite de la ciudadanía terminó por alcanzar a la Presidenta Bachelet, quien muestra en este mes de marzo su peor desempeño histórico en la encuesta Adimark. Mientras desde el oficialismo y la oposición llaman a “hacerse cargo”, “ejercer liderazgos” y “alcanzar acuerdos” para revertir una crisis que parece no tener marcha atrás, otros ven como única salida la presión social y una enérgica explosión de “la calle”
Luego de seis meses de caídas consecutivas en la aprobación presidencial, en el primer mes de 2015 se quebró esta tendencia, e incluso se revirtió, aumentando la aprobación de la mandataria en 4 puntos porcentuales, para ubicarse en un 44 por ciento. La Alianza opositora obtuvo una histórica desaprobación de 78% en medio del escándalo por el Caso Penta y una aprobación que apenas alcanza al 11%.
Aumenta el respaldo ciudadano, pero baja la percepción de factibilidad: la última encuesta Adimark tiene un apartado sobre las reformas Tributaria y Educacional y ambas muestran la misma tendencia.
Luego del repunte del apoyo al Presidente de la República con un 38% en marzo, los números descendieron en abril hasta el 34 por ciento. Esto estaría influido por la primera marcha estudiantil del año, la demanda marítima de Bolivia en La Haya, la destitución del ministro de Educación, Harald Beyer, y las denuncias de manipulación de las cifras del Censo y del IPC.
La Alianza y la Concertación lograron un porcentaje de aprobación de 28 y 29 por ciento respectivamente. La encuesta también constató un aumento en la identificación con la oposición, aunque tanto la Cámara de Diputados como el Senado continúan siendo los peores evaluados.
Un 38 por ciento de aprobación ciudadana logró el Mandatario en febrero de 2013. Según indicaron desde la empresa, este es el nivel de aprobación más alto desde mayo de 2011, justo antes que estallara el movimiento estudiantil. Las dos principales coaliciones políticas siguen manteniendo una aceptación ciudadana bajo un 30 por ciento, siendo la oposición la peor evaluada.