Las autoridades anunciaron que las fronteras terrestres se reabrirán en dos etapas. La primera de ellas comenzará este miércoles 22 de diciembre, con la reapertura del Paso Futaleufú (Los Lagos), Paso Huemules y Jeinimeni (Aysén), y Paso Integración Austral (Magallanes).
Según anunció el Ministerio de Salud, la apertura de pasos fronterizos está programada para el próximo miércoles 1 de diciembre. No obstante, para el Consejo Asesor COVID-19, la medida debería esperar al menos un par de semanas.
El edil instó a las autoridades a cumplir con el resguardo de toda la nación, de velar por los derechos humanos de las personas en Colchane y de resolver esta crisis por medio de las relaciones que pueda establecer Cancillería con los países vecinos, en favor de los pueblos.
Según Gonzalo Bacigalupe, el Gobierno se ha perdido una inmejorable oportunidad para bajar drásticamente los casos Covid, aprovechando la disminución de contagios y así tratar de llegar a cifras ínfimas mediante una trazabilidad efectiva.
Según el decreto oficial, los visitantes deberán cumplir con estrictas medidas sanitarias de acuerdo al protocolo elaborado por el Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Turismo.
La medida fue decidida por el gobierno federal de la canciller Angela Merkel y los dirigentes de tres estados regionales.
Aprovechando su visita a la Región de Tarapacá, el presidente Sebastián Piñera visitó a las fuerzas que resguardan las fronteras y e insistió en su defensa al uso de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico.
El abogado José Rodríguez Elizondo criticó la postergación que ha sufrido la Cancillería, junto que señalar que es perjudicial mantener una política exterior que se maneje en el secreto: “Hay que separar los momentos, en tiempos de conflicto se debe actuar con unidad como Estado, pero en la normalidad manejar las RR.EE. en el secretismo es un error”.
El acuerdo se alcanzó al final de la jornada de este lunes 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz según las Naciones Unidas, y fue considerado por diversos analistas como “una señal de fortalecimiento de los pactos y del diálogo regional”.
Las nuevas controversias que enfrentan a los gobiernos de Lima y Santiago, esta vez en relación a la interpretación territorial de los límites establecidos en el fallo de La Haya, que deja en entrevero un terreno de unas cuatro hectáreas, podría tener una original y pacífica solución: un parque para la paz donde converjan Chile, Perú y Bolivia.