El ejército israelí anunció que “eliminó” al jefe del movimiento islamista libanés en un bombardeo. Después de horas de silencio, el grupo proiraní ratificó su fallecimiento, calificándolo de “mártir”.
En total, más de 90 mil personas se vieron forzadas desde el lunes a abandonar sus hogares a causa de los ataques del Estado judío, según un recuento de la ONU de este miércoles.
Tras los nuevos ataques en Líbano, el analista internacional asegura que la estrategia del primer ministro de Israel tiene relación con los cuestionamientos internos a su gestión. Además, afirmó que está aprovechando “la incertidumbre mundial”.
La escalada de violencia en la región mantiene en alerta a las principales autoridades mundiales. El alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, advirtió que “estamos al borde de una guerra total”.
El escenario escaló luego de que entre el 17 y 18 de septiembre explotaran cientos de beepers y walkie-talkies en manos de miembros de Hezbolá, matando a 37 personas. Este viernes Israel bombardeo Beirut, capital del Líbano.
Las autoridades sanitarias de la zona han confirmado también otras 300 personas heridas después de que este miércoles se hayan registrado nuevas explosiones de dispositivos de comunicación, tal y como ya ocurriera con cientos de beepers de Hezbolá.
En un atentado atribuido a Israel el martes 17 de septiembre, nueve personas, entre ellas una niña, murieron en Líbano y 2.800 resultaron heridas en pocos minutos.
El Ejército de Israel confirmó a primera hora del día, que durante las últimas horas se bombardeó dos supuestas “lanzaderas” de Hezbolá en Aita al Chaab y Zabkin.
La representación diplomática señaló que la volátil situación en la zona hace preferible salir del país y a quienes tenían programado llegar a no viajar en este periodo. El Departamento de Estado emitió una alerta a sus ciudadanos en el mundo.
Al menos seis personas murieron y decenas resultaron heridas en enfrentamientos en un campo de refugiados palestinos en el sur de Líbano, según un nuevo balance anunciado por los servicios de auxilio el lunes, en el quinto día de refriegas.
Esta semana se firmó el acuerdo fronterizo entre Tel Aviv y Beirut que, a partir de ahora, delimitará las áreas correspondientes a los enormes yacimientos de gas que subyacen bajo el lecho marino que cubren el agua turquesa del Mediterráneo oriental.
Una marcha convocada por el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y el Movimiento AMAL, para protestar por la desviación del curso de las investigaciones de la explosión, que destruyó el puerto de Beirut en agosto del 2020, terminó en tragedia con el asesinato, a manos de francotiradores del partido de las “Fuerzas […]
La mayor explosión no nuclear en tiempos contemporáneos: 218 muertos, 7.000 heridos, 300.000 desplazados de lo que fueron sus hogares y daños materiales estimados en 5.000 millones de euros. Así de trágico fue el resultado de la formidable mega explosión de cientos de toneladas de nitrato de amonio almacenadas en las bodegas del puerto de Beirut, que pulverizó toda una zona de la capital de El Líbano el 4 de agosto de 2020. Hoy, a un año de aquel infierno, todavía no hay justicia para las víctimas, ni culpables que paguen por el caos que arrasó con el puerto y toda una zona de la otrora pujante Beirut.
Para apaciguar las calles tras la explosión, el gobierno de Hassan Diab presentó su renuncia. Pero a una semana exacta de la tragedia del puerto, los libaneses exigen ver a los responsables ante la Justicia.
La ministra Manal Abdel Samad renunció de su cargo alegando “la incapacidad del Gobierno para instaurar reformas”. Esta renuncia se suma a las dimisiones de cinco diputados tras la crisis provocada por las explosiones del puerto de Beirut. Por su parte, el primer ministro aseguró que habrá elecciones anticipadas.
El parlamento libanés derogó la ley que exoneraba a los violadores si se casaban con su víctima. La norma fue heredada del Código Penal francés de 1810.
Hoy, el país se debate entre una coacción política-militar interna y fuertes presiones de Estados Unidos, la Liga Árabe, las potencias occidentales y su vecino israelí.