El más de medio centenar de víctimas se produjo en Khyber Pakhtunkhwa, provincia al norte de Pakistán, afirmó a la agencia EFE una fuente policial. Aunque no hay detenidos, grupo Estado Islámico reivindicó el ataque perpetrado por un suicida.
Guardias armados impidieron el miércoles a cientos de jóvenes mujeres entrar a los campus universitarios de Afganistán, un día después de que el gobierno talibán les prohibiera el acceso a la educación superior.
“Las clases mixtas son contrarias a los principios del islam y de nuestras tradiciones”, declaró el ministro de Educación Superior del nuevo régimen afgano, Abdul Baqui Haqqani.
El gobierno de Catar está negociando con los talibanes para reabrir el aeropuerto de Kabul “cuanto antes”, aunque todavía no se ha logrado “ningún acuerdo” al respecto, dijo el jueves el ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed bin Abdelrahman al Thani.
Según las informaciones preliminares de la policía afgana, habría muerto un niño en el incidente, mientras agencias citan fuentes oficiales que hablan de al menos cinco fallecidos.
Al menos siete personas murieron en el aeropuerto de Kabul, informaron fuentes oficiales británicas. Los talibanes responsabilizaron a Estados Unidos por el caos en ese terminal aéreo, donde miles de afganos intentan abandonar el país una semana después de la llegada al poder de los talibanes.
“No puedo prometer cuál será el resultado final o que será sin riesgo de pérdidas”, indicó el mandatario estadounidense.
El Magister en estudios internacionales de la Universidad de Chile señaló que aún es pronto para sacar conclusiones respecto de la ofensiva talibán y recalcó que “fueron inteligentes en sellar instancias de diálogo que son fundamentales para el Afganistán de posguerra”.
El foco de la comunidad internacional está puesto en la seguridad de las mujeres, jóvenes y niñas afganas, en tanto la toma de poder por parte de los talibanes supone el retroceso a un sistema de agresión, negación sistemática y esclavitud.
El académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, se refirió a la crisis que se vive en Afganistán y señaló que “es el resultado de algo que comenzó mal”.
Las mujeres de Kabul desaparecen de sus calles por miedo al nuevo régimen talibán. Pese a que los talibanes multipliquen los gestos tranquilizadores y prometan que no violarán los derechos humanos, pocos creen que esto sea cierto. Varias activistas afganas ya denuncian que los talibanes han empezado a ir casa por casa buscándolas
La loza del aeropuerto de Kabul permanece llena de personas que buscan abordar un avión para huir luego que los talibanes ocuparan la sede del gobierno y la capital del país en medio de su arrolladora reconquista.
Para el analista internacional, el abandono del pacto de Doha por parte de los talibanes “significa que la probabilidad, no solamente de que tomen el control político, sino que patrocinen grupos terroristas a nivel mundial aumenta considerablemente”.
La arremetida ha propiciado que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, abandone el país. Por lo demás, lo único que estarían esperando para ingresar a la capital afgana, es el fin de la evacuación del personal que trabaja en la Embajada de Estados Unidos en ese país.
Cuando el 30 de abril de 1975 el rápido avance del Vietcong colapsó las posiciones survietnamitas tomando por sorpresa a los occidentales que residían en Saigón, tuvo lugar una de las más desesperadas evacuaciones que se recuerden. Masivamente, diplomáticos y personal de apoyo de las embajadas de Estados Unidos y sus aliados, amén de extranjeros de distintas nacionalidades y sus colaboradores vietnamitas se hacinaron en las legaciones para huir de los comunistas. Hoy, en Kabul, Afganistán, la escena se repite: ahora se trata de escapar de los talibanes.
Estados Unidos reanudó este sábado en Qatar las negociaciones con los talibanes, tres meses después de que el presidente Donald Trump interrumpiese de manera abrupta los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto más largo de la historia de su país.
La suerte de Afganistán es más incierta que nunca a tres semanas de la elección presidencial. El presidente Donald Trump suspendió las negociaciones con los talibanes afganos tras la muerte de un soldado estadounidense en Kabul.