El ultraderechista que se perfilaba como candidato presidencial, es acusado de mesianismo, uso de la juventud para posicionarse electoralmente y la designación de mujeres en cargos dentro del partido a cambio de “favores sexuales”.
El experto en futuros utópicos y distópicos se refirió a la responsabilidad de la izquierda y la ultraderecha en el estancamiento al pasado. Además, abordó la falta de un activismo constructivo que proponga cambios a los problemas de la actualidad.
El Ejecutivo se mostró cauto ante el descuelgue de diputados de la UDI quienes se abstendrían en la acusación constitucional impulsada por el Partido Republicano. Hasta el momento, sectores de RN y la DC, no apoyarían el libelo acusatorio.
La jefa de la bancada del FA indicó que la acusación ni siquiera cumple con estándares formales mínimos. “Hay capítulos, planas del texto, en las que se refieren a asuntos personales, a características del ministro que bordean lo ridículo” afirmó.
“El panorama político económico de Brasil es muy complejo y el activo que tiene Lula, su capacidad de crear consenso y de negociación, va a ser muy importante para lograr acuerdos y ejecutar su programa de gobierno”, agregó el analista.
En su opinión, el discurso de odio tiene relación con el resurgimiento de la ultraderecha, que se caracteriza por imponer una visión valórica y la negación de los derechos de la población LGBTIQ+ y en especial de las personas trans.
Este lunes, el Parlamento sueco eligió como primer ministro al conservador Ulf Kristersson, que gobernará con una coalición que incluye a demócrata cristianos y liberales, además del importante apoyo externo del partido neonazi Demócratas de Suecia.
El edil de Valparaíso señaló que el Ejecutivo debe enfrentar el “el neoliberalismo (que) es una forma de organizar todo: la economía, las relaciones sociales, la democracia, la forma en que planificamos las ciudades”.
Con el 91,61 por ciento de los votos escrutados, el Tribunal Superior Electoral (TSE) informaba que Lula obtenía 47,3 por ciento, Bolsonaro 44,2%, Simone Tebet 4,3% y Ciro Gomes, 3,1%.
Tras el triunfo de la ultraderecha, el dirigente socialista afirmó: “Viví en Italia en el exilio y en los años 70, habría sido inimaginable que un partido con estas características hubiera ocupado un espacio importante en el escenario político”.
La académica reflexiona sobre el resurgimiento del fascismo en Italia, y el discurso de odio contra la población migrante que prende muy fácil en la gente y lo vincula a todos los males de la sociedad, como sucede en nuestro país.
El presidente de la colectividad, Javier Macaya, afirmó también que antes de definir el órgano que redactará la nueva Constitución, es más importante definir “principios ordenadores”.