FMI reconoce que distribución del ingreso mejora con fortalecimiento sindical

Los economistas y dirigentes sindicales tomaron como un triunfo del sentido común el informe denominado “La distribución de los ingresos y su papel en la explicación de la desigualdad”, elaborado por el miembro del departamento fiscal del Fondo Monetario Internacional, Carlos Mulas, que sostuvo que la mayor sindicalización en la industria, la mayor formación de los trabajadores y el mayor gasto del Estado ayudan a reducir la distancia entre los salarios más altos y los más bajos. El análisis tomó a países industrializados como Alemania y los emergentes entre 1970 y 2013 donde el estudio concluyó que por cada 10 por ciento que aumenta la brecha salarial, la desigualdad medida por el coeficiente Gini sube un 9 por ciento.

Los economistas y dirigentes sindicales tomaron como un triunfo del sentido común el informe denominado “La distribución de los ingresos y su papel en la explicación de la desigualdad”, elaborado por el miembro del departamento fiscal del Fondo Monetario Internacional, Carlos Mulas, que sostuvo que la mayor sindicalización en la industria, la mayor formación de los trabajadores y el mayor gasto del Estado ayudan a reducir la distancia entre los salarios más altos y los más bajos. El análisis tomó a países industrializados como Alemania y los emergentes entre 1970 y 2013 donde el estudio concluyó que por cada 10 por ciento que aumenta la brecha salarial, la desigualdad medida por el coeficiente Gini sube un 9 por ciento.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció que el fortalecimiento de la sindicalización, es decir, de la negociación colectiva y por rama, son factores que mejoran la distribución de la riqueza. Situación que difiere del análisis hecho por el Gobierno y el empresariado que ven este paso como un riesgo para el crecimiento económico.

Sin embargo, el análisis que hace el FMI es incompleto, explicó el director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA) Hugo Fazio, fundamentalmente porque el documento del organismo está basado sólo en los resultados entregados por el coeficiente de GINI.

“El coeficiente de Gini, en contra de lo que se cree, no es la mejor forma de medir la redistribución del ingreso. El coeficiente de Gini trabaja con porcentajes determinados en el total de la población y la distribución del ingreso en muchos países y es el caso de Chile, está concentrado en un uno por ciento para abajo. Entonces, mientras se compare el 10 por ciento, con el 10 por ciento, el 20 por ciento con el 20 por ciento y se deje afuera al uno por ciento, al 0,1, al 0,01 por ciento, no nos metemos realmente en el tema de la redistribución del ingreso. No se habla de los Luksic, de los Ponce Lerou, de los Délano, Lavín, qué sé yo, no se les toca”, explicó Fazio.

A pesar de las diferencias que existen entre la Reforma Laboral y el informe del FMI, Hugo Fazio valoró el debate en esta materia, pero consideró que el paso que se da con el proyecto es “limitado”. Particularmente por el protagonismo que el ejecutivo le entrega al empresariado.

“Es muy difícil producir una Reforma Tributaria de acuerdo con la derecha y que sea progresista o por lo menos limita fuertemente su carácter progresista. Ahora sumaron a los empresarios para plantear un acuerdo, si llegase a ese acuerdo obviamente que no habría Reforma Laboral, sería otra cosa, sería la reforma empresarial, no sé qué sería. Por eso mismo en la reforma hay puntos que los han planteado la CUT y otras organizaciones sindicales que quedan absolutamente fuera o muy debilitadas, creo que hay más de uno”, sostuvo.

Este temor que no reconoce a los sindicatos como actores que pueden romper con la desigualdad, provoca la falsa percepción de que la negociación por rama no existe o que podría causar daños a la economía, situación que el economista Hugo Fazio descartó.

“Como negocia el fisco, por rama podríamos decir, negocia todo el fisco en conjunto, con todo los problemas que tiene la cosa laboral en el fisco chileno donde el grueso, el 70 por ciento de los trabajadores no está en la planta” concluyó Hugo Fazio, que explicó la precaria situación que viven los trabajadores del Estado.

Manuel Ahumada, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), concordó con el análisis de Fazio y agregó que la conclusión del FMI lo que hace es develar “el sentido común”

“Yo creo que es una cuestión de sentido común, la única diferencia, si lo vemos con lo que significa el Fondo Monetario Internacional y que ellos hagan este análisis de sentido común, o sea imagínate lo que significa de que el mundo empresarial económico acá en Chile “ultrón” va en contra de ese mismo sentido común”.

Por su parte, el Secretario General de la Confederación Bancaria, Luis Mesina, agregó otra arista al análisis

“La negociación colectiva ha demostrado, a lo largo de muchos años, que es un instrumento eficiente, muy eficiente que corrige justamente la profunda tasa de redistribución regresiva, y en el caso particular chileno demuestra empíricamente, y de manera casi científica, Chile tratándose de un país donde no ocurre la negociación por rama, donde el porcentaje que negocia es inferior al ocho por ciento, bueno los resultados están a la vista. Tenemos la peor redistribución del ingreso de América Latina y una de las peores del mundo”.

Con lo anterior, el informe del FMI no es considerado por el Gobierno en la discusión de la reforma laboral. La razón: existe la conducción ideológica de estos procesos por el Ministerio de Hacienda y no por la cartera de Trabajo, que a juicio del abogado experto en derecho laboral de la Universidad Diego Portales, José Luis Ugarte, debiera ser quien dirija este proceso.





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