Analistas internacionales: “Sería un error que Chile se retire del Pacto de Bogotá”

Continúan las repercusiones del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el diferendo marítimo entre Chile y Perú. Esto, a propósito que el Presidente Sebastián Piñera confirmara que se encuentra evaluando la posibilidad de que el país se retire del Pacto de Bogotá. Analistas internacionales evalúan la factibilidad y consecuencias de esa decisión, así como los alcances del mensaje presidencial respecto de los demás países de la región.

Continúan las repercusiones del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el diferendo marítimo entre Chile y Perú. Esto, a propósito que el Presidente Sebastián Piñera confirmara que se encuentra evaluando la posibilidad de que el país se retire del Pacto de Bogotá. Analistas internacionales evalúan la factibilidad y consecuencias de esa decisión, así como los alcances del mensaje presidencial respecto de los demás países de la región.

Este lunes se desarrolla en Cartagena de Indias, Colombia, la octava Cumbre de la Alianza del Pacífico, de la cual forman parte, además del país anfitrión, México, Perú y Chile.

Si bien se trata de una instancia de carácter económico, en la antesala de este encuentro, el Presidente Sebastián Piñera aseguró que “Chile tendrá que evaluar si se mantiene o retira del Pacto de Bogotá”, a propósito del reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que implicó la pérdida para Chile de 22 mil kilómetros cuadrados de mar, entregados a Perú por dicho tribunal.

Además, junto con reconocer que la posibilidad de que Chile se retire del acuerdo se está estudiando, el mandatario afirmó que “es un tema que hemos conversado con la Presidenta electa, Michelle Bachelet”.

En ese contexto, para el analista internacional Pablo Jofré las afirmaciones de Sebastián Piñera son señales negativas tanto para los países vecinos como para la comunidad internacional en general, lo mismo que si se confirmara que efectivamente la salida del Pacto de Bogotá será parte de una política de Estado del próximo Gobierno.

“Parece que es típico de los discursos de Sebastián Piñera respecto de dar a conocer algo como que lo hubiese conversado y eso estaría ya manejado. Si fuese así, si efectivamente hubiese una política mantenida y concordada entre el Presidente que se va y la Presidenta que asume, es negativo”, afirmó el experto, agregando que se trata de una “mala señal, malas relaciones vecinales en continuación de una política que ha sido errada y, tercero, la falta de respeto a tratados internacionales y en este caso al Pacto de Bogotá que señala la solución de controversias vía pacífica”.

El Pacto de Bogotá o Tratado Americano de Soluciones Pacíficas fue suscrito en abril de 1948 por los países americanos en el contexto de la novena Conferencia Panamericana realizada en la capital de Colombia. El acuerdo entró en vigencia en mayo de 1949 y tiene como objetivo otorgar jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia de la Haya para la solución de controversias entre los Estados.

El retirarse de un acuerdo como éste “representa una pérdida en cuanto a contar con mecanismos de solución de controversias por la vía pacífica, además de resguardarse de la competencia de tribunales internacionales”, tal como lo explicó el académico Gilberto Aranda, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.

Sin embargo, el mismo analista aclaró que la salida del Pacto de Bogotá no implicaría la suspensión de procesos ya iniciados, como los efectos del fallo con Perú o las futuras consecuencias de la demanda presentada por Bolivia.

“Una vez denunciada la adhesión al Pacto de Bogotá pasa un año antes de que ésta se haga efectiva y durante ese periodo cualquier otro país puede demandar a Chile  por el mismo expediente de los tribunales internacionales de La Haya”, manifestó el académico, explicando que “el proceso que acaba de concluir respecto de Perú no está afecto a eso, ni tampoco el mecanismo que ha abierto Bolivia, por lo que la Corte en algún momento tendrá que pronunciarse si tiene o no competencia”.

En cuanto a las relaciones internacionales con los demás países de la región, a propósito de las nuevas autoridades de Gobierno que asumirán el 11 de marzo próximo, el analista Pablo Jofré reparó en un elemento sumamente importante.

Y es que junto con recalcar la necesidad de que Chile se acerque a sus vecinos, en lugar de continuar mirando hacia el norte, según el experto la designación de Edgardo Riveros como subsecretario de Relaciones Exteriores es una mala señal, lo que tendrá que ser matizado por la figura del nuevo canciller Heraldo Muñoz.

En ese plano, según Jofré “indudablemente que lo que marcará las relaciones internacionales será lo que la Presidenta Michelle Bachelet pueda definir. Pero cuando se tienen dos figuras distintas, una quizás con una mirada mucho más latinoamericana, que puede ser la de Heraldo Muñoz, y otra mirada que es la de Edgardo Riveros, mucho más crítica de ciertos procesos sociales y políticos latinoamericanos con Venezuela, con Bolivia, con Ecuador y con Argentina, me parece que hay que cuidarse mucho respecto de establecer una línea de relaciones internacionales y relaciones vecinales bastante clara”.

Paralelamente, el Presidente Sebastián Piñera, durante su estadía en Colombia, también apuntó a la demanda que presentó Bolivia en abril de 2013, la que busca obtener una salida al mar a través de territorio chileno, aseverando que “hemos estudiado el derecho y la jurisprudencia internacional y Bolivia en esta materia no tiene ninguna razón ni argumento, ni en el derecho internacional ni en los hechos que han caracterizado nuestra historia y, por tanto, creo que esa demanda no tiene destino”.

Esto, luego de que el Presidente boliviano, Evo Morales, insistiera en que el Gobierno de Chile ha obstruido toda posibilidad de diálogo para buscar una solución a la demanda marítima de su país.





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