En los últimos días se han conocido algunos nombres ya aprobados por países y organismos internacionales para su instalación como embajadores de Chile en el extranjero. Por una parte están los representantes de corte político, como Jaime Gazmuri, quien asumirá la embajada de Chile en Brasil, y el ex diputado Marcelo Díaz, quien conducirá la diplomacia en Argentina.
Además de ellos, en los próximos días se ratificaría a Ricardo Núñez en México, José Antonio Viera-Gallo en Italia y Juan Gabriel Valdés en Estados Unidos. Asimismo, dentro de la Cancillería dan por hecho que Eduardo Frei asumiría en España. Todos con amplias redes de contacto en cada uno de sus posibles destinos.
Por otra parte, se ha buscado equilibro con la instalación de diplomáticos de carrera. El embajador ante las Naciones Unidas será Cristián Barros, ex cónsul y embajador en Dinamarca, Reino Unido, Perú, Italia e India. Mientras que ante la Organización de Estados Americanos (OEA) fue designado Juan Pablo Lira, quien ya fue embajador en Colombia, Perú y Ecuador.
Como representante de Chile para los organismos internacionales en Ginebra fue nombrada Marta Maurás, quien ha ocupado cargos en Naciones Unidas, Unicef y Cepal. Por último, la abogada Gloria Navarrete que, en calidad de embajadora, asume como directora de Ceremonial y Protocolo de la Cancillería.
Para el analista Pablo Jofré las figuras mencionadas son nombres probados con amplia experiencia y que cuentan con respaldo político al interior de sus partidos. Esto último sería una medida fundamental para evitar críticas similares a las recibidas por los nombramientos a nivel nacional.
Si bien el gobierno apunta a una estrategia de mayor integración y diálogo con los países de Latinoamérica, Jofré señaló que la presencia de Edgardo Riveros como subsecretario ya causa ciertos resquemores al interior de la Nueva Mayoría por tener un perfil que no va en la misma línea.
“Riveros es un hombre DC, más cercano a las posiciones de la social democracia y la Democracia Cristiana alemana, por lo tanto alejado un poco de Latinoamérica, Venezuela, Perú, Bolivia y Ecuador. Yo creo que al interior del progresismo de la Nueva Mayoría se ha cuestionado un poco el nombramiento de Edgardo Riveros precisamente porque no es un tipo muy latinoamericanista, sino más cercano a la Unión Europea”, aclaró.
Un punto importante para La Moneda es no repetir los cuestionamientos en las designaciones, lo que ya ocurrió con subsecretarios y gobernadores. Esto sin soslayar que los nombres propuestos por los partidos tengan extensas redes en sus lugares de destino, ya sea en el ámbito cultural como buenos contactos para potenciar relaciones comerciales.
Pendiente está el nombramiento del embajador de Chile en Venezuela, para lo que el Movimiento Amplio Social (MAS) espera ser considerado por el gobierno, pero donde también aparece con posibilidades Carlos Parker, cientista político y ex embajador de Chile en Rumania y Bulgaria.
Los especialistas concuerdan en que el Ejecutivo tiene la difícil misión de considerar distintas variables: representación política, equilibrio diplomático y afinidad ideológica con el país de destino.