La misión de cancilleres de Unasur arribó este domingo a la ciudad de Caracas, para participar en una nueva ronda de la Conferencia Nacional por la Paz y Convivencia.
Las reacciones a esta intervención no se hicieron esperar. Por una parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, expresó su respaldo a la misión que consideró como una “nueva oportunidad” para que la oposición y el Ejecutivo “reconozcan la urgencia de acordar puntos mínimos de entendimiento” para sentarse a dialogar “de buena fe”.
En Chile, previo a este encuentro, el canciller Heraldo Muñoz, quien forma parte de esta comisión, afirmó que Unasur tiene la responsabilidad de defender al gobierno venezolano, que fue electo democráticamente, de una minoría que quiere derrocarlo. Dichos que fueron ampliamente rechazados por parlamentarios de la derecha.
El diputado Cristián Campos (PPD), miembro de la comisión de Relaciones Exteriores, consideró que las críticas fueron destempladas y que las opiniones personales no tienen lugar en una discusión donde existe una postura de Estado. En ese sentido señaló que “el Gobierno de Chile ha sido muy claro en su postura al manifestar que estamos ante un país con un gobierno que llegó al poder producto de una votación popular, de la vía democrática. Nosotros esperamos que Unasur, como representante de la comunidad internacional, cumpla el papel que le corresponde para buscar una solución pacífica, institucional y una apertura al diálogo con una profunda convicción de que los derechos humanos en Venezuela deben ser garantizados. Es en momentos de crisis, cuando se ve si estas instituciones que se forman en la región tienen o no un sentido de permitir la salida democrática a los países cuando llegan a situaciones de polaridad, como la que se está viviendo en Venezuela”, dijo.
Desde Venezuela el analista internacional, Sergio Rodríguez, destacó que si bien Unasur ha sido una instancia positiva en la solución de conflictos en América Latina, existen sectores que pueden poner en riesgo que se cumpla el objetivo de la misión. En ese sentido manifestó sus dudas frente a este nuevo escenario y aclaró que “no se deben a que no haya voluntad de las partes, ni tampoco porque no haya voluntad de Unasur por solucionar el problema, lo que pasa es que quienes están generando violencia, cada vez más, son sectores que no tienen el control de los partidos de la derecha, que se mueven a partir de recursos propios provenientes, seguramente, del exterior y no les interesa que se avance en el camino de la negociación para dar una solución pacífica a esto”, sostuvo.
Rodríguez señaló que es un sector minoritario de la oposición el que está embarcado en deponer al gobierno: “Precisamente por el llamado público al derrocamiento que hicieron líderes de la derecha, es que Leopoldo López está detenido y siendo investigado, no hablamos de una oposición que se maneje en el marco de la democracia”, afirmó y destacó que la mayor parte de la población venezolana rechaza la violencia como vía de solución a las controversias políticas.
Respecto a los resultados de este proceso, dijo que esta nueva etapa podrá acercar a los sectores mayoritarios del país y que “tal vez ahí se cree un frente común que no le deje espacio a los violentista para que continúen con sus acciones”.
Gilberto Aranda, investigador del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, destacó que la presencia de Unasur fue convocada por el gobierno venezolano, a diferencia de otras intervenciones posibles como la de la Organización de Estados Americanos. En ese sentido explicó que su participación va a ser en orden a entablar el diálogo y posibilitar un acercamiento entre las partes sin interrumpir el orden institucional venezolano, es decir, evitando cualquier salida vía golpe de Estado, derrocamiento popular o cualquier interrupción en el orden institucional interno venezolano.
Entre hoy y mañana la comisión de Unasur compuesta por cancilleres de Surinam, Brasil, Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Uruguay y Chile se reunirá con diversos sectores sociales y políticos. La agenda contempla encuentros con la coalición de oposición mesa de unidad democrática, así también, con alcaldes y parlamentarios de ambas bancadas.
Hasta ahora los cancilleres coinciden en la disposición de ambos sectores para entablar un diálogo y en que una salida de ruptura constitucional no será aceptada ni por Unasur ni por otras organizaciones multilaterales.