Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 28 de marzo de 2024


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El que esté libre de lucro…


Viernes 25 de abril 2014 16:53 hrs.


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Señor Director:

Lucro debe ser una de las palabras más vilipendiada de los últimos años en el país. Hay personas que huyen de ella porque les pueden caer las penas del infierno. Otras, en diferentes sitiales de la escala socioeconómica del país, se sienten intocadas. Muchas se preguntan de qué se trata. Los aludidos de lucrar dan toda clase de explicaciones para desvirtuar los ataques. Ha trascendido tanto que llegó a una bolsa de Nueva York. Hay un aire de hipocresía en estos tiempos, gente que mira para el lado, para ver si pasan desapercibidos sus actos lucrativos.

El lucro es “la ganancia: la diferencia entre los costos y los ingresos”. Los costos son los necesarios para producir los ingresos. Marx lo sabía muy bien. Los empresarios saben que si una empresa o actividad que compite en el mercado no tiene lucro y no tiene liquidez, sus días están contados. El lucro es lo que motiva a emprender, aunque no siempre se logra. El afán de lucro promueve el empleo, la innovación, el riesgo, y lleva a pagar muchos impuestos. Toda empresa u organización – que se dice con o sin fines de lucro – o persona que tiene un ingreso superior a los costos necesarios para producirlos tiene lucro (¿o plusvalía?), aunque se crea que por una ley que lo prohíbe, se pueda eliminar. Por otra parte, si un profesor, político, abogado, artista u otro tiene ingresos que son superiores a los costos en que incurre para dar sus servicios, la diferencia obtenida es lucro, le guste o no. Un ejemplo clarísimo, si una autoridad pide que se le rebaje la renta o dona parte de ella a otras instituciones debe ser porque le parece que el lucro que está logrando es exagerado para otorgar su servicio, pero si la diferencia sigue siendo positiva: sigue obteniendo lucro.

¡Para que seguir gastando tiempo! Si a un tipo de empresa u organización cualquiera se le pide que no obtenga lucro, de todos modos lo tendrá puesto que si no lo hace no podrá crecer ni desarrollarse, pero además eso no significa que sus funcionarios no obtengan lucro, puesto que toda la diferencia entre sus costos para producir su ingreso y éste, lo será, se declaren o no partidarios del lucro. ¡No hay que ser majaderos! Hay que buscar otro término o concepto para explicar sus decisiones políticas y económicas, porque el lucro es parte de la naturaleza humana -en esta sociedad o en cualquiera- y afecta aún a aquellos que se creen intocados por este estigma

Si se cree que se puede eliminar el lucro, por medio de una función predeterminada que equilibra perfectamente los ingresos y los costos requeridos para llevar adelante un emprendimiento humano, cualquiera que este sea, se encontrará que si no es la empresa la que lucra, si lo tenderán a hacer los que trabajan en ella o para ella. Complejo ejercicio de anticipación este, aún para consultores y auditores internacionales de empresas. Una sociedad sin lucro -de personas y o empresas – no necesitaría un servicio de captación de impuestos.

Quien esté libre de lucro que lance la primera piedra

Omar Villanueva Olmedo

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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