“No puedo pensar en otra mejor manera en que el Congreso se una a mí en el apoyo a la seguridad nacional que autorizando esta resolución, la cual mostrará al mundo que estamos unidos en nuestra determinación de contrarrestar la amenaza que representa ISIS”. Con estas palabras el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama exhortó al Congreso para que autorice la ejecución de operaciones militares en contra del Estado Islámico (EI)
La estrategia de Obama para enfrentar a los islamistas radicales, que presentó al Parlamento implica un plazo definido –tres años-, y descarta llevar a cabo movimientos de tropas a gran escala, como una manera de evitar traer a la memoria las campañas de Irak y Afganistán, que si bien cumplieron el objetivo central de derrocar a los regímenes de Saddam Hussein y del Talibán, respectivamente, la situación posterior de inestabilidad política y social de esos países resultó ser inmanejable para Estados Unidos, lo que llevó a Obama a pedir el retiro de las tropas.
Para el analista internacional Pablo Jofré el nuevo escenario que se abre con esta petición que Obama ha hecho al Congreso, es altamente riesgosa para la paz en la región, ya que desde su punto de vista, la estrategia bélica es difusa en cuantos a sus límites, y le entregaría un amplio radio de acción a las fuerzas militares estadounidenses para enfrentar al Estado Islámico
“Esta autorización es un peligro para la paz mundial, es un peligro para la paz en la zona, porque lo que está diciendo es que si yo tengo autorización para el uso de la fuerza, no tengo límites, y puedo actuar donde actúe Estado Islámico, estoy diciendo que puedo actuar en Irak, puedo actuar en Siria, puedo actuar en Jordania, en el límite con Turquía, es decir le está dando un amplio permiso a las fuerzas norteamericanas para actuar donde quiera, donde sea y donde considere que está en peligro la seguridad nacional”.
Raúl Sohr, analista internacional, sostiene que esta maniobra de Obama tiene que ver con meros formalismos más que con una expresa necesidad de que el Capitolio sea quien decida si se lleva a cabo estos ataques, ya que en la actualidad Estados Unidos los está realizando. Sohr enfatiza que detrás de esta petición está la búsqueda de legitimidad ante los posibles escenarios adversos que se podrían presentar en el futuro con el ataque al Estado Islámico.
“Lo que ha dicho Obama es que si se diesen determinadas condiciones en que se requieren fuerzas especiales, en ese caso quiero contar con la autorización, sabiendo que la intervención de fuerzas especiales, es decir de tropas en el terreno conlleva riesgos, y uno de esos riesgos es que haya muertos o incluso prisioneros. Si él actúa sin haber tenido un debate, queda expuesto. Si ha habido un debate y tiene la autorización del Congreso para hacerlo, está mucho más protegido para asumir esos riesgos”.
Para el académico de la Universidad del Desarrollo, Jorge Sanz el crecimiento de ISIS en territorios como Irak, es responsabilidad del vacío de poder que Estados Unidos dejó al momento de retirar a sus tropas y dejar en extrema fragilidad al gobierno iraquí, caldo de cultivo perfecto para que los yihadistas pudieran realizar su avance sobre las principales ciudades del norte.
Sanz señala que la oposición militar que Estados Unidos puede desplegar en el territorio del Estado Islámico, sin duda puede detener el avance de los islamistas, sin embargo reconoce que es difícil que se acabe con toda la organización, y cita como ejemplo el caso de Al Qaeda, que a pesar de las constantes bajas entre sus líderes, no se ha podido cortar de raíz con ella.
“Una fuerza como la que debería poner Estados Unidos, sin duda limitaría el avance de Estado Islámico, sin pensar en que va a terminar la amenaza porque estas amenazas no se terminan fácilmente. Tenemos el caso de Al Qaeda que mataron a su líder, y Al Qaeda sigue funcionando, o sea ya es dueño de Yemen, ya está en África, entonces la amenaza no se va a terminar, pero sí una fuerza de la magnitud que tiene que poner Estados Unidos para enfrentar esta amenaza sí puede detener su avance”.
Raúl Sohr manifiesta que debido a que uno de los países en donde el Estado Islámico está llevando a cabo sus operaciones es Siria, en este caso es difícil que Obama autorice el despliegue de tropas a gran escala, debido a los intereses que existen en dicho país, por ejemplo el vínculo entre el gobierno de Bashar al Assad y Rusia, quien es su principal proveedor de armamentos, además de la base naval que los rusos tienen en territorio sirio. Por esta razón, Sohr considera que es altamente improbable una confrontación a gran escala en esta zona.
Un elemento que aporta al análisis Pablo Jofré tiene que ver con el rol de Israel en esta situación, debido al relativo silencio que el Estado judío ha manifestado frente a la amenaza que para Occidente representa el Estado Islámico, lo que lleva a Jofré a postular que ISIS sería un movimiento funcional a los intereses de Israel para desestabilizar a los países que se han mostrado históricamente como sus enemigos.
“Las sospechas que recaen es que Estado Islámico es una creación de Estados Unidos, de Arabia Saudita e Israel precisamente para desestabilizar la zona, para “balcanizar” Irak, para fragmentarlo, para tratar de derrocar al gobierno de Bashar al-Assad, entonces en ese sentido lógicamente EI es un elemento funcional a Israel, no es un elemento contrario. Resulta bastante extraño que un movimiento radical como EI no haya atacado ningún objetivo israelí, y en cambio haya atacado al gobierno de Bashar al-Assad, que haya atacado al gobierno iraquí, que ataque a los kurdos, a cristianos, yazidíes, pero no ha atacado a ningún colono israelí, o no ha atacado al gobierno ni al territorio israelí. Eso ya resulta bastante extraño”.
En cambio para Raúl Sohr esta situación se explicaría por los distintos intereses que Israel tendría sobre Medio Oriente, en específico porque el Estado Islámico forma parte de la facción sunnita del islam, quienes se oponen a los chiitas y a su máximo referente: Irán.
“Para Israel es más importante lo que pasa en Siria, y cómo evoluciona la guerra civil que el Estado Islámico, porque no está en fronteras con Israel por lo tanto están más preocupados de la otra vertiente islámica que son los chiitas, por lo tanto su tema central, y que es el gran punto de fricción con Estados Unidos, es Irán”