Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 19 de abril de 2024


Escritorio

Carrera Docente: ¿Qué hacemos mientras tanto?


Lunes 10 de agosto 2015 16:10 hrs.


Compartir en

Señor Director:

El proyecto de Carrera Docente, el cual recientemente ha sido aprobado su debate en la Cámara Baja, generó bastantes polémicas.

Entre estas, se destacaron por la prensa tradicional, el debate acerca de la actitud de los profesores frente a la Evaluación Docente, se habló mucho sobre la incomprensión de ciertos sectores por la movilización llevada a cabo, dado que, el proyecto presentaba avances efectivos y significativo al ejercicio de la profesión docente, y se habló mucho, también; de los altos grados de politización de los profesores (como si esto fuera malo).

A pesar de la importancia de estos temas que fueron debatidos, poco se habló, en los medios recientemente aludidos del trasfondo de este proyecto, el cual, me gustaría recordarlo, ya que es el principal motivo de descontento de nosotros los profesores: La concepción filosófica que existe detrás de este proyecto.

El proyecto de Carrera Docente, pasa por alto un aspecto fundamental para el desarrollo de la profesión docente si es que se quiere, de verdad, obtener buenos resultados de aprendizaje (no me refiero sólo al SIMCE, hablo también de la auto-percepción de los estudiantes, la  promoción de valores en el aula, el desarrollo de las inteligencias múltiples, el mejoramiento del clima laboral, etc.): EL TRABAJO SOLIDARIO Y COLABORATIVO .

El proyecto sigue proponiendo que nuestra profesión es la de individuos aislados que deben, a punta de evaluaciones fundadas en la desconfianza, mejorar sus condiciones laborales y salariales de manera individual. Lamentablemente, se ha impuesto para nuestra profesión, la filosofía neoliberal de mirar a las personas, a pesar de que la evidencia a nivel mundial muestra que el trabajo colaborativo es fundamental para poder lograr aprendizajes de calidad.

Frente a este escenario, es imprescindible realizar modificaciones que apunten hacia este paradigma fundado en la solidaridad entre los actores de la comunidad educativa: Se debe incluir y regular espacios de tiempo para el trabajo en conjunto con mayor poder de resolución (fortalecer, por ejemplo, el trabajo por departamentos), se deben establecer espacios para compartir buenas prácticas pedagógicas al interior de la comunidad y con otras comunidades educativas. La evaluación docente debe ser contextualizada, debe servir para aprender (no como control punitivo ni que de eso dependa el aumento de sueldo), evaluar procesos y no momentos específicos e incluir espacios de evaluación del impacto que tenga el trabajo colaborativo para cada comunidad (respetando la diversidad). Se debe empoderar más el equipo de gestión para que lidere a la comunidad, hoy en día, están para administrar colegios.

El trabajo colaborativo, permitirá la construcción de un proceso de formación continua significativo para los profesores, puesto que, se impactará la comunidad educativa en un proceso auto – educativo de cada comunidad.

¿Quién mejor que los profesores que viven día a día lo que ocurre en su comunidad puede transformar la vida de sus estudiantes abriendo oportunidades y entregando valores? Nadie. Siempre y cuando haya tiempo para investigar, trabajar en equipo y proponer soluciones.

Llamo a que el estado de alerta de los profesores no sea simplemente un discurso, sino que, efectivamente, se pueda incidir en estas modificaciones.

Leonardo Aguiló Acevedo.

Profesor de Historia, Geografía y Ciencias Sociales.

Magíster en Desarrollo Curricular y Proyectos Educativos.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl