Pese a su rechazo inicial en la Cámara Baja, el Senado aprobó los fondos pendientes del Decreto 701 de fomento a la actividad forestal para el 2016, tema que ahora pasa a tercer trámite constitucional.
Pero más allá de la discusión en el Congreso Nacional, el decreto perdió su vigencia y ha sido fuertemente cuestionado por otorgar recursos a grandes empresarios para extender las plantaciones de monocultivos y especies exóticas.
En ese sentido, parlamentarios llaman al gobierno a abrir un debate sobre qué herramientas se utilizarán en el marco de un nuevo modelo forestal.
De la partida de Agricultura pasó a la del Tesoro Público y, sin demasiada discusión, los senadores aprobaron los casi 327 millones de pesos pendientes para los subsidios de reforestación contemplados en el Decreto Ley 701, instrumento legal que desde 1974 entrega fondos del Estado al subsidio de empresas forestales.
Esto, pese a que la Cámara Baja rechazara antes estos recursos con una amplia mayoría, por considerar que con esto el Fisco sigue respaldando a grandes conglomerados, entre ellos la firma CMPC, de Eliodoro Matte, una de las empresas coludidas en el llamado “cartel del papel confort”.
Daniel Núñez, jefe de la bancada de diputados del Partido Comunista y la Izquierda Ciudadana, afirmó que esta partida presupuestaria proviene de “un invento del entonces director de Corporación Nacional Forestal (Conaf), Julio Ponce Lerou”.
Núñez añadió que, en 40 años, el Decreto ha entregado 875 millones de dólares en subsidios a un sector privado, de los cuales 600 millones han sido para dos de los grupos económicos más grandes de Chile, como el grupo Matte y el grupo Angelini.
En ese sentido afirmó que el decreto 701 se ha transformado en un subsidio a la colusión de las empresas forestales, como fue el caso de la Papelera, perjudicando a millones de chilenos por más de 10 años.
“Por lo tanto es absurdo, injustificable e incluso indignante que tengamos un subsidio estatal a una actividad forestal como esa y por eso votamos contra la glosa que establecía la entrega de estos fondos para el año 2016”, sostuvo.
El diputado por Coquimbo añadió que “si eso no es un monumento a la injusticia social, no sabe qué es”.
Esta disposición fue planteada desde diversos sectores. Desde Renovación Nacional tampoco respaldaron la entrega de recursos y apuntaron a la necesidad de cambiar el rumbo que se ha venido trazando en materia forestal.
Así lo sostuvo también el diputado de Renovación Nacional por la región de La Araucanía, Germán Becker para quien el decreto “fue en su momento muy útil para la reforestación”. No obstante, afirmó que “ha llegado el momento de estudiarlo y quizás de limitarlo a pequeños campesinos que quieran reforestar. No puede ser que sigamos subsidiando a las grandes empresas forestales”, dijo.
De hecho, la Cámara de Diputados aprobó una solicitud para crear una Comisión Especial Investigadora que indague en cómo la política forestal expresada en el decreto favoreció el escenario de colusión.
Sin embargo, y pese a la transversalidad del argumento, no fue escuchado en la Cámara Alta, donde se privilegió cumplir con la entrega de fondos que se designaron el 2012, tal como sostuvo el senador de la UDI, miembro de la Comisión de Agricultura, Iván Moreira.
“Más allá de la discusión de la permanencia o la vigencia del 701, aquí hay compromisos de arrastre a los que debe responder el Ministerio de Agricultura, y esos hay que pagarlo. Por lo tanto, esta indicación parlamentaria, que intenta reducir los fondos a sólo mil pesos, debe ser votada en contra”, dijo tajante.
Cabe recordar que la Presidenta Bachelet afirmó que iniciaría un proceso de diálogo sobre qué instrumentos utilizar para el fomento forestal por los siguientes años, pero en mayo envió al Congreso un proyecto que busca extender la bonificación del DL 701 hasta 2018. Luego, en agosto de este año, se le quitó la urgencia y la iniciativa quedó estancada en el Parlamento. Este mes venció el plazo para una eventual renovación y, al no tramitarse, se habría puesto fin a su vigencia.
En este escenario, se abre el debate sobre la creación de una institucionalidad completamente pública que desarrolle una nueva y moderna política forestal.
Esto cuando el Tribunal Constitucional fue claro al pronunciarse sobre la necesidad de superar esta estructura y cuando diversas organizaciones han expresado su preocupación por los efectos ambientales, económicos y sociales de seguir plantando monocultivos y especies exóticas como el pino y el eucaliptus.
En esa línea, se expresó la Directora de la Coalición Mundial por los bosques, Simone Lovera, quien calificó como “muy cínica” la política adoptada por nuestro país en la materia.
“Chile es conocido como un país con una cobertura forestal excelente. El último informe FAO que se presentó en septiembre dice que está en el tercer lugar mundial de crecimiento de cobertura forestal con 300 mil hectáreas por año. Sin embargo, si se ve la realidad son sólo plantaciones de monocultivos y especies exóticas, que de verdad son muy negativos, no sólo desde la perspectiva de la biodiversidad y el daño ambiental, sino también desde lo económico y social”.
La Directora explicó que esas plantaciones no aportan a desarrollar el número de contratación necesaria y producen desplazamientos de comunidades indígenas, que son justamente, las encargadas de la conservación de la naturaleza. Además, sostuvo que justamente la deforestación de bosques naturales y la degradación de otros ecosistemas son una de las razones centrales del cambio climático.