El diputado de Izquierda Autónoma, Gabriel Boric, se refirió a la decisión del Tribunal Constitucional sobre la glosa de gratuidad, y que acogió la tesis propuesta por Chile Vamos, de que esta forma de financiar la educación superior en 2016 es discriminatoria ya que los alumnos considerados vulnerables de instituciones que no cumplieran con los requisitos para recibir este beneficio, no podrán tener acceso a esta medida.
Si bien, el diputado por Magallanes relevó la incoherencia de la derecha que en un principio se oponía a la gratuidad, y ahora aboga para que todos puedan acceder a ella, criticó al Gobierno por lo que considera un mal manejo político de las reformas estructurales que se plantearon desde un principio en la Administración de Michelle Bachelet.
¿Qué opinión le merece la decisión del Tribunal Constitucional de acoger la tesis de la discriminación de la glosa de gratuidad?
La decisión nos remite, necesariamente, a varias reflexiones: en primer lugar, recordar que acá estamos discutiendo algo más grande que sólo la gratuidad. La gratuidad, además, no es solamente un tema económico, es cómo concebimos la educación como un derecho social, en vez de un bien de mercado que se transa al que puede pagar más. Por lo tanto, este debate es relevante en perspectivas de calidad, igualdad y de justicia, no solamente en una lógica economicista.
Creo que el Gobierno tiene que asumir que ha manejado de manera muy torpe el debate de la reforma a la educación superior. Ha perdido aliados donde podría haberlos tenido, ha generado adversarios donde antes no lo habían, y además, ha habido una improvisación permanente, y un actuar errático que ha devenido en permanentes cambios, en donde, quizás, el tema de la gratuidad es el más explícito. No se debería haber tratado mediante una glosa, esta es una discusión que requería un debate mucho más profundo, y sin embargo, por fines electorales, para que las familias vean beneficios concretos a la brevedad, se trató de tomar un atajo que terminó parado por el Tribunal Constitucional.
Dicho esto, también creo que hay que ver la incoherencia de la derecha, que hace unos años decían que estaban en contra totalmente de la gratuidad, después, durante este año, decían que no había plata para la gratuidad, y ahora dicen que quieren que la gratuidad les llegue a todos. Es una incoherencia bien marcada, y además yo agregaría el rol del Tribunal Constitucional que se confirma como una tercera cámara, de carácter antidemocrática, y contra mayoritaria. Y, por último, me parece necesario relevar el rol que tiene que tener el movimiento social el año 2016, porque si se queda dormido, esto finalmente va a terminar naufragando, y yo creo que la política institucional ha demostradoque no da el ancho, y los estudiantes, académicos y trabajadores tienen que tomar una posición activa durante el debate que se viene.
¿Es posible interpretarlo como una victoria de la derecha?
Más que una victoria política, es una victoria pírrica, porque si vemos esto como un gallito entre la derecha y el Gobierno, los que van a perder son los estudiantes y las familias. Ahora, es cierto que dado el dictamen del Tribunal Constitucional, los estudiantes susceptibles de acceder a este mix entre beca y aporte directo por parte del Gobierno, van a ser menos, y yo creo que incluso, los estudiantes del Cruch, en general, no van a ser susceptibles, sino sólo los estudiantes de universidades estatales.
¿El Gobierno ha dilapidado el apoyo social a las reformas estructurales?
Sería más duro aún. Creo que ha habido una torpeza política infinita de parte del Gobierno en la tramitación de la Reforma Educacional. Creo que con la ministra (Adriana) Delpiano, hay una disposición diferente, y mejor para entenderse con los diferentes actores del mundo educacional, porque el ministro (Nicolás) Eyzaguirre cerró a portazos muchas puertas, y dilapidó confianzas que es difícil construir y mantener. Evidentemente, han habido errores muy graves por parte del Gobierno en la conducción de esto, porque, recordemos que cuando llegó el Gobierno la Reforma Educacional, y la consigna de gratuidad en abstracto, tenían un 80 por ciento de apoyo, y ahora están del orden del 30 por ciento.
El Gobierno se puso en una situación, y en reformas que podían haber contado con el apoyo de los movimientos sociales, en particular la Reforma Laboral, la Reforma Educacional, termina disparándose en los pies y perdiendo la base de apoyo que podría haber tenido.
¿Qué debería hacer el Ejecutivo, desde el punto de vista legislativo, con el resto de reformas a nivel educacional que aún quedan por aprobar?
El Gobierno se comprometió a tener una ley que regule la educación superior. Esa ley dicen que va a ingresar en diciembre, mi mensaje al Gobierno en esto, y se lo he dicho a la ministra, es que vayamos un poquito más calmado por la piedras, y ojalá exista un trabajo prelegislativo con gente que no somos parte de la Nueva Mayoría, pero que, sin embargo, estamos totalmente disponibles para apoyar una reforma estructural en materia de educación superior, y el movimiento estudiantil también está en esa lógica, pero si se les convoca a instancias de participación solamente para la foto y no tienen ninguna incidencia, al final, evidentemente la base de apoyo que podrían tener para impulsar reformas como esta. El mensaje es que no les pase lo mismo que pasó con Carrera Docente, una reforma que era y es totalmente necesaria, terminó haciéndose en contra de los principales supuestos beneficiarios de esto que son los profesores, porque no dialogó lo suficiente con ellos, así que ojalá el Mineduc entienda que acá hay que ir un poquito más lento, pero contando con el apoyo de la base social. Esto no se soluciona sólo entre técnicos.
“La Nueva Mayoría tiene fines electorales más que políticos”
¿Le parece bien la forma en que el Ejecutivo ha dado inicio al proceso constituyente?
Creo que el Gobierno optó, ante los problemas políticos que tiene, por tirar la pelota para adelante y esperar a ver qué pasa. Creo que el Consejo Ciudadano no dice mucho. Es un grupo de gente interesante, respetable cada una en su mérito, que busca, sin lugar a dudas, dejar tranquilos a sectores más conservadores, y hacerle algunos guiños a sectores de la sociedad que, en general, no han estado representados como es el caso de Ruth Olate o Jean Beausejour, pero creo que nadie tiene muy claro en qué va a consistir la labor del Consejo. Eso todavía está en la incertidumbre, y hay una disputa abierta respecto del carácter del proceso constituyente que se viene.
¿Se está generando incertidumbre con esto, tal como manifiestan sectores más conservadores?
Dos cosas: uno, yo no creo que las reformas causen incertidumbre, y atribuirle, por ejemplo a eso la recesión económica, me parece que es un chantaje empresarial, que yo por lo menos no me lo compro.
Ahora, lo que sí es cierto es que la Nueva Mayoría teniendo gente como Ignacio Walker, Manuel Antonio Matta, Jorge Pizarro, Daniel Farcas con Camila Vallejo, Pepe Auth y Claudio Arriagada, gente que no tienen nada que ver, que no tienen un proyecto político juntos, y que finalmente, desde mi punto de vista, la Nueva Mayoría tiene fines electorales más que políticos.
¿Existen dos almas en la Nueva Mayoría?
Yo no creo que haya dos almas en la Nueva Mayoría, no creo que se trate de eso. El proyecto de la Nueva Mayoría es incoherente y quienes deciden estar ahí se tienen que hacer cargo de esa incoherencia. Por eso nosotros como Izquierda Autónoma decidimos levantar una alternativa por fuera. Sabemos que en estos momentos, es muy pequeña y estamos en proceso de crecimiento, y ahí nosotros también, junto con otras fuerzas como Revolución Democrática, Izquierda Libertaria, la Unión Nacional Estudiantil, incluso el Partido Humanista, tenemos el deber de generar alternativas a los dos grandes bloques, porque yo creo que ha quedado claro que no dan el ancho, pero nada sacamos con criticar desde la galería.
“Es lamentable que el Gobierno se haya dejado presionar por sectores empresariales”
El Gobierno presentó indicaciones a la Reforma Laboral que generaron un quiebre con la CUT. ¿Se desvirtúa el proyecto con estas modificaciones?
Son indicaciones contradictorias con todo el discurso que ha tenido el Gobierno, donde primero partieron anunciando una reforma laboral que iba a terminar con el Plan Laboral de la Dictadura, de José Piñera del 79, y vemos cómo paulatinamente, han ido retrocediendo a presiones de diferente ámbito. Al final del día, en el Senado pareciera ser un espacio en donde terminan primando los intereses empresariales por sobre los de los trabajadores, en particular, el tema del reemplazo que proponen, me parece que es inaceptable, va en contra de lo que señalaron todos los sindicatos, todas las organizaciones de trabajadores, los expertos en derecho laboral que fueron a exponer a la Cámara, y creo que se contradice con el mismo discurso del Gobierno que aseguró que se iba a fortalecer el derecho a huelga, y prohibir el reemplazo que es lo único que asegura el que esta sea efectiva.
Yo no me voy a hacer parte de una reforma de estas características, yo, de hecho, rechacé algunos aspectos importantes de la Reforma en el primer trámite, pero creo que si ya viene con reemplazo terminaría desvirtuando todo lo que el Gobierno se comprometió en un primer momento.
¿Cedió a presiones desde el mundo empresarial?
El Ejecutivo tiene el rol principal en esto, ellos son los que generan las indicaciones, son los que finalmente ceden a las presiones, en particular, de las grandes asociaciones de empresarios, hoy estaba Hermann Von Mühlenbrock en Punta Arenas sus críticas a esta “desastrosa reforma laboral”, desde su punto. Ese es un discurso que hemos venido escuchando en cada transformación que se ha intentado hacer en Chile. Desde el 91, con la reforma laboral del gobierno de Patricio Aylwin, que se viene prometiendo el caos y a cualquier crisis de la economía se le atribuye, muchas veces, además de los factores internacionales, en este caso, al actuar del Gobierno. Creo que es lamentable que el Gobierno se haya dejado presionar por estos sectores con intereses bien claros que, desde nuestro punto de vista, es mantener sus privilegios.
“Estadio Seguro consolidó su fracaso este año”
Como hincha del fútbol, ¿qué opinión le merecen los incidentes que marcaron el final del campeonato Apertura 2015?
La violencia en el fútbol es expresión de la violencia que tenemos en nuestra sociedad. En ningún caso eso no la justifica. Quienes reventaron el partido de ColoColo con Wanderers tienen que ser castigados, pero es evidente que el problema es más de fondo, y que no se enfrenta solamente con represión y populismo penal. La idea de Estadio Seguro consolidó su fracaso este año, que la idea de criminalizar a todos los hinchas y, sin embargo, ni siquiera ser capaces de contener a quienes, evidentemente, no tienen interés en el fútbol, sino más bien en causar estos destrozos, da cuenta del fracaso del plan Estadio Seguro, y además el tema de las sociedades anónimas también me parece que ya el nivel de mercantilización del deporte, y cómo le sacan la pasión de esta pasión colectiva, creo que tampoco da para más, y ojalá que podamos recuperar nuestros clubes.
Algunos han criticado que no se hayan tomado cartas en el asunto de manera anticipada
En esto creo que, en primer lugar, hay que cambiar la ley de sociedades anónimas, y dos el problema de la violencia no se va a extirpar con más leyes que consagren más penas, sino que hay que abordarlo, desde mi punto de vista, en conjunto con sanciones a los delincuentes que hicieron eso, con un cambio estructural en el modelo de desarrollo chileno porque seguimos produciendo marginalidad, y eso es lo que se vio en el estadio de Playa Ancha el domingo pasado.