En el afán de cumplir con su rol histórico de generador de acuerdos, el Partido Demócrata Cristiano ha sido duramente criticado por sus pares de la oposición. Su postura frente a la reintegración tributaria, el apoyo de sus parlamentarios a la agenda de seguridad que ha impulsado el Gobierno tras el 18 de octubre y la pasividad con que los mismos han enfrentado las acusaciones constitucionales son algunos de los aspectos que les han enrostrado.

Sin embargo, para el presidente de la Juventud DC, Manuel Gallardo, el estallido social los tomó por sorpresa al igual que a todo el resto de los partidos políticos tradicionales. “Se fue engendrando un modelo que escondió muchos dolores, muchas angustias y muchos abusos a las personas debajo de la alfombra“, reflexionó.

“En ese sentido, pensar o descartar que en algún momento pudiese haber sucedido un estallido como el que hubo era una falsa inocencia, porque en realidad estábamos engendrando dolores y abusos en la vida de las personas. Entonces fue un portazo”, sentenció el dirigente.

El papel de la Democracia Cristiana fue clave para que el Gobierno pudiese destrabar proyectos insigne en la Cámara de Diputados: la reforma a las pensiones y la modernización tributaria. Foto: Cámara de Diputados.

Sobre el apoyo de la DC a proyectos como la ley antiencapuchados o la ley antibarricadas, Gallardo señaló que no se está atacando el fondo del asunto. Para él, si se quiere restablecer el orden público lo que la política debiera evitar son las marchas, pero para evitarlas primero la gente tiene que sentir que logró algo. Pero para el presidente de la Juventud DC, la sensación actual de la ciudadanía es que todavía no se ha logrado nada.

“Yo hoy día no tengo ninguna razón para dejar de marchar, cuando en verdad los temas de pensiones, los temas de distribución del ingreso, los temas de salud y una serie de cosas no han sido solucionadas todavía”, señaló Gallardo.

“Una parte de restablecer el orden público es evitar la constante movilización. Pero esa constante movilización de chilenos bien intencionados y que sensatamente han salido a manifestarse se evita por la vía de una agenda social profunda, y no únicamente con proyectos de ley que uno dice en verdad de qué sirven si es que no van en la vía de solucionar los problemas de fondo”, sostuvo el dirigente.

Desde la Democracia Cristiana se han manifestado a favor de la opción “Apruebo” y con un mecanismo de Convención Constituyente. Esto, desde todas las ramas del partido, desde la directiva adulta a la Juventud DC. Foto: Democracia Cristiana.

Es aquella diferencia entre la agenda social y la agenda de seguridad, que finalmente es la misma entre la necesidad de satisfacer las demandas sociales con la de restablecer el orden público, la que para Gallardo no se ha sabido distinguir dentro del partido.

En ese sentido, la autocrítica del timonel de la Juventud DC tiene que ver con haber caído en el juego del Gobierno y no haber sabido enfrentarlo.

“No hemos tenido la suficiente fuerza, audacia o sentido táctico para doblarle la mano al Gobierno. En eso probablemente nos faltará firmeza o audacia en cómo enfrentamos -no solos, sino que con otros- una agenda legislativa que se haga cargo de la agenda social”, insistió Gallardo.

La Vicepresidenta de la DC, Carmen Frei, y el presidente del partido, Fuad Chain, ya están trabajando conjuntamente en un comando para la campaña por la opción “Apruebo” en el plebiscito del 26 de abril. Foto: Sebastán Beltrán / Agencia UNO.

“Si uno tiene que hacer una autocrítica, es que nos ha faltado instalar con más fuerza eso, porque evidentemente estos otros temas de seguridad pública nos marean. Entonces el Gobierno te termina diciendo que si no apruebas esto casi que estás a favor de la violencia, y eso no es así“, agregó.

Sobre el rol de las juventudes hoy en día, y a diferencia de la directiva adulta del partido, Gallardo señaló que éste debe ser el una renovación profunda en la manera de hacer política. En ese sentido, el renovar los rostros, interpretar mejor a la ciudadanía y cambiar el ritmo en que muchas veces funcionan los partidos tradicionales es el gran desafío pendiente de la Juventud DC.