Millones de mascarillas eran distribuidas en España, donde su uso en el transporte público es obligatorio a partir de este lunes, mientras algunos pequeños comercios retomaban actividades en un relajamiento gradual del estricto confinamiento de país.
España, uno de los países más golpeados por la pandemia del nuevo coronavirus, reportó este lunes 164 nuevos decesos en 24 horas, cifra idéntica a la registrada la víspera, elevando su total de fallecimientos a 25.428, según el balance del Ministerio de Sanidad.
El país conoció 545 nuevos casos del virus, la cifra más baja desde antes de que empezara el confinamiento de los 47 millones de españoles el 14 de marzo.
Son datos “muy buenos”, se congratuló en rueda de prensa Fernando Simón, del centro de emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad, aunque advirtiendo que pudo haber retrasos en la notificación de casos el fin de semana.
En las estaciones de metro comenzaron a ser distribuidas millones de mascarillas, al entrar en vigencia este lunes la obligatoriedad de su uso en el transporte público.
En la estación de Puerta del Sol, en pleno corazón de Madrid, resonaba un mensaje: “El uso de mascarilla es obligatorio para todos los usuarios tanto en el interior de los trenes como en las instalaciones”.
Policías municipales y miembros de protección civil entregaban mascarillas, aunque muchos usuarios ya portaban la suya.
“Empieza a haber más gente, hasta hoy no había visto a la gente con mascarillas y hoy sí”, dice al salir del metro Cristina Jiménez, una empleada de una casa de cambio de 31 años que ha seguido trabajando estas semanas.
“Con la situación, todos tendríamos que tener miedo. Quien no ha perdido el trabajo, con la crisis que va a haber”, podría perderlo, dice. Pero “lo importante es que estemos bien, y el trabajo al final, si no es uno, es otro”, acota.
Dentro del plan del gobierno para ir desmontando gradualmente el confinamiento, comercios de menos de 400 m2 pueden volver a prestar servicios por medio de un sistema de citas y bajo estrictas medidas de higiene.
Las peluquerías, por ejemplo, han notado una gran demanda. “Hoy hay un poco de caos. Todo de llamadas de clientes que piden hora, intentando cuadrar las horas”, señaló Conchi Navarro, una peluquera de 56 años con mascarilla que abre la puerta del local en Barcelona solo a clientes con cita.
Según el plan del gobierno, España entrará en la fase 1 de la desescalada el 11 de mayo -menos algunas islas en Canarias y Baleares que lo hicieron este mismo lunes-, cuando se permitirán reuniones de hasta diez personas guardando la distancia social o la apertura de comercios con aforo limitado.