Surgió desde Espacio Público y rápidamente tomó fuerza con el apoyo de distintos actores de la comunidad científica-médica. La propuesta de que el Gran Santiago entre en un estado de “hibernación” para detener el creciente aumento de contagios que quedó plasmada en el último informe del centro de estudios, parecía una opción real hasta que el titular de la cartera de Salud, Enrique Paris, la descartó de plano tras acotar que las posibilidades se evalúan, pero que las decisiones se toman basándose en la evidencia.
“Con respecto a la hibernación, no es posible llevar a cabo esa media ya que nos quedaríamos sin servicios básicos, sin alimentación, sin atención a los adultos mayores, sin reparto de medicamentos y con una ciudad paralizada que puede incluso agravar la situación sanitaria de la comunidad”, argumentó el recientemente asumido secretario de Estado. Así, le cerraba la puerta a la paralización de los servicios no calificados como esenciales y un endurecimiento de las medidas restrictivas. Pero no todo lo recomendado fue ignorado, así lo manifestó al menos el ministro cuando agregó que, a pesar de descartar la ‘hibernación’, se van a tomar “medidas más estrictas” para poder cumplir con las recomendaciones sanitarias e impedir la circulación viral.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, la médica y ex ministra de Salud, Helia Molina, se refirió a la propuesta de Espacio Público y a los argumentos del Gobierno para descartarla. En ese sentido, la ex secretaria de Estado durante el último gobierno de Michelle Bachelet aprobó la decisión del actual titular del Minsal y calificó de “utópica” la idea de una hibernación en nuestro país.
¿Qué le parece esta propuesta que hizo Espacio Público planteando que Santiago entre en un estado de ‘hibernación’ ?
“Una cuarentena bien hecha es una hibernación. Lo que pasa es que cuando se habla de hibernación se dejan sólo funcionando las cosas imprescindibles. Pero qué está pasando hoy día, hay cuarentena pero resulta que están las oficinas funcionando, las empresas públicas y privadas siguen funcionando, entonces hay un tráfico de personas todo el día y todavía tampoco está a mano de las personas la ayuda social o la política de protección social que permita a la gente mantenerse en sus casas.
Es utópico, porque tienen que pasar muchas cosas para que haya hibernación. Tiene que haber políticas de protección social, tiene que haber una buena comunicación de riesgos, tiene que haber una paralización de los trabajos que no son fundamentales”.
¿No están las condiciones para hablar de ‘hibernación’ ?
Suena atractivo, la palabra hibernación suena bien, pero solamente se puede hacer cuando hay una ordenanza clara de que los trabajos que no son fundamentales no pueden seguir funcionando. La gente tiene que quedarse en su casa, porque sino no tiene ningún sentido. Pero la gente tiene que ir a trabajar: vuelve, va y viene. Pasan por varias comunas en metro o micro. La movilidad es muy alta, para poder reducir esa movilidad y llegar a lo que se llama una hibernación, requiere que el Estado garantice los derechos de comida y abrigo de la gente”.
¿Está de acuerdo con el argumento del ministro Enrique Paris, cuando dice que la ‘hibernación’ podría incluso agravar la situación sanitaria?
“No creo, porque teóricamente por supuesto que los sistemas de salud seguirían funcionando, locomoción de urgencia. Pero no como está ahora, yo salgo a la esquina de mi casa y hay un montón de autos. Lo que menos parece es cuarentena. El doctor Paris es buen comunicador, yo espero que él vaya convenciendo a la gente. Pero en general el discurso ha sido ambiguo y ha sido bien confuso, la gente banaliza la cuarentena y el aislamiento, porque la transmisión del riesgo no ha sido buena”.
De todas maneras se dijo que se evalúan más medidas restrictivas, han surgido voces que abogan por un toque de queda más extenso, por ejemplo, ¿qué opina de esa medida?
“El ideal sería que uno no tuviera que pensar en esas medidas. El ideal en una población civilizada, que no tiene peligros de morirse de hambre y que tiene solucionadas sus necesidades básicas, a mí me parece que no se debería llegar a un Estado de Sitio con toque de queda a las cuatro de la tarde. No me parece. Pero si fuera necesario extremar las medidas de seguridad me imagino que habrá que hacerlo, pero no es propio de un país civilizado como somos nosotros, con un nivel educacional decente. Yo creo que lo que falta es transmitir bien el riesgo y solucionarle los problemas a los que no tienen qué comer, con una cajita no basta. ¿Cuánto les va a durar esa cajita que reparten?”
¿Pero usted es partidaria de que aumenten las medidas restrictivas?
“Si es necesario hacerlo, habrá que hacerlo. No soy partidaria de que a la gente se le coarte la libertad con armas o con cárcel pero yo creo que, con la falta de respeto que ha habido y el no cuidar al resto, se puede evaluar. Pero no sirve ninguna medida precautoria o más militares en la calle si la gente no tiene qué comer”.
¿El Estado debiese ser el protagonista en este momento?
El Estado tiene la obligación. Cuando hay un Estado de Catástrofe, con una crisis sanitaria como la que hay, el Estado debe ser garante de las necesidades básicas. Eso es aquí y en la quebrada del ají. En Alemania, cuando comenzó la pandemia y tenían muy pocos casos -no estoy comparando a Chile con Alemania, es un ejemplo-, cuando todavía no se había disparado la epidemia en Alemania se hizo toda la política de protección social para que la gente pudiera no salir a trabajar. Por supuesto que tiene que ser el Estado, si no es el Estado, ¿quién puede ser?
¿Cómo ve al ministro Paris ?
“Yo le tengo fe. Lo conozco mucho, es una buena persona y un excelente médico clínico, trabajamos juntos 30 años en la Católica. Lo conozco mucho, pero aquí no todo depende del ministro. Ojalá que él tenga hartas agallas y pueda hacer valer los criterios de salud”.
¿Qué debería hacer él como ministro de Salud?
“Uno como ministro de Salud tiene un criterio técnico de salud, lo que hay que hacer. Después hay que ver eso con el gobierno. Yo no sería ministra de este gobierno, pero en el gobierno que fui ministra había un diálogo muy franco, de mucho respeto, entre la Presidenta Bachelet y sus ministros técnicos. Yo era una ministra técnica, no era una ministra política porque la salud es una cosa muy técnica.
Yo creo que si el ministro no se pone bien firme en que las decisiones políticas vayan aparejadas con las decisiones técnicas y que las decisiones técnicas vayan aparejadas de las soluciones económicas, no se puede. Si no, no se puede. No depende sólo de Salud, usted puede decir cuarentena total o hibernación, lo que quiera; pero si no está todo el otro componente socioeconómico, no se puede. Como ministro lo que uno tiene que hacer es abogar para que lo técnico sea lo que decide el gobierno. Yo que soy porfiada, no dejaría que no se hiciera lo que se tiene que hacer”.
¿Y qué haría usted?
“Yo hace dos meses que vengo diciendo que había que hacer cuarentena, desde abril, que estábamos atrasados, que no estábamos haciendo testeo, que no estábamos haciendo el aislamiento de los contactos. Ese era el momento para parar y frenar la curva, para aplanar la curva. Hoy día hay que hacer todo lo que sea posible pero ya la curva no se aplana, porque ya estamos en un número muy alto de casos.
No estoy metida en ninguna comisión ni metida en la gestión del Gobierno, pero lo que veo de afuera, nada más. Si yo fuera ministra sería transparente con las cifras, habría sido súper estricta con todo el sistema del Ministerio de limpiar las bases de datos y semanalmente tener un ajuste de los casos. No puede ser que estemos agregando 31 mil contagiados que son desde marzo hasta ahora y que no se consideraron. Perdón, o sea, eso es negligencia, si es que no hay otra cosa detrás”.