A pocos días de la segunda vuelta presidencial del domingo 19 de diciembre, la Fundación Ciudadanía Inteligente aplicó el “Semáforo del Autoritarismo” a los Programas de Gobierno y declaraciones de los candidatos presidenciales de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, y a José Antonio Kast del Frente Social Cristiano.
Para realizar este informe, Ciudadanía Inteligente usó la metodología de los académicos Daniel Ziblatt y Steven Levitsky, autores del estudio “Cómo Mueren las Democracias”, reconocido a nivel a mundial luego de su publicación en 2018. En este libro, explican las cuatro señales de alarma en el comportamiento autoritario, los que son utilizados para evaluar el comportamiento de los líderes políticos. Además, permiten detectar a un eventual autócrata y predecir el comportamiento antidemocrático que han tenido los Gobiernos liderados por este tipo de personajes.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, la Coordinadora de Incidencia y Contenidos de Ciudadanía Inteligente, Federica Sánchez, explicó que el estudio se realizó entre el 23 de agosto, cuando inscribieron sus candidaturas, y el 10 de diciembre, y se incluyó el último debate de la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI) realizado esa misma jornada.
“Lo que hicimos fue un análisis empírico. Pusimos a prueba la evidencia que teníamos y armamos una base de datos. Revisamos todo tipo de intervenciones: discursos, Programas de Gobierno los candidatos, tuits de los candidatos, entrevistas, notas de prensa, y también los debates, tanto televisivos como de radio. Lo que encontramos es que, básicamente, José Antonio Kast tiene muchas más características comportamentales de un liderazgo autoritario de lo que encontramos en Gabriel Boric, al menos en el marco temporal que nosotros usamos, que era precisamente durante la campaña”, explicó Sánchez.
Estos indicadores permiten un análisis ante las respuestas entregadas por los candidatos presidenciales, en este caso, lo que ayudaría a comprender su real compromiso con la democracia:
- Rechazo (o bajo compromiso) con las reglas del juego democrático.
- Negación de la legitimidad de los oponentes políticos.
- Tolerancia o promoción de la violencia.
- Predisposición para coartar libertades civiles de los oponentes, incluida la prensa.
A raíz de los cuatros puntos fundamentales de esta teoría, mediante la aplicación de “Semáforo del Autoritarismo” durante el tiempo del análisis de las candidaturas, se detectaron cuatro intervenciones calificadas como “parcialmente autoritarias” y una afirmación “marginalmente autoritaria” por parte de Gabriel Boric, mientras que de José Antonio Kast anotaron veinte declaraciones “autoritarias”, otras nueve como “parcialmente autoritarias” y cuatro que eran “marginalmente autoritarias”.
“Un líder potencialmente autocrático”
Además, en el informe publicado, los autores manifiestan que “si bien ninguno de los dos viene de los partidos tradicionales de la política chilena, pudiendo responder claramente a la lógica anti-partidista y anti-política que utilizan los populismos autoritarios modernos, los resultados muestran que la postura del candidato Kast frente a la de Boric, de acuerdo a la categorización de sus programas y dichos, es la que levanta más alertas en torno a la posibilidad de estar frente a un líder potencialmente autocrático”.
Incluso, al referirse a los discursos del candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, sostienen que “la única evidencia de comportamiento autoritario que encontramos se concentra siempre dentro de la misma categoría: la negación de la legitimidad de los adversarios políticos”, principalmente por algunas intervenciones que ha realizado cuando se refiere a José Antonio Kast.
“Por ejemplo, escribiendo a su principal rival como contrario al orden establecido al acusarlo de que su candidatura le haría mal a la democracia, o descalificándolo para participar de la contienda electoral por haber evadido impuestos en paraísos fiscales. En otras intervenciones, Boric también ha acusado a Kast de que su proyecto político representa un retroceso autoritario, enmarcándolo directamente como una amenaza contra el modo de vida imperante, dentro de los indicadores específicos de la categoría general”, detallan en el informe.
Mientras que luego de analizar el discurso y programa de José Antonio Kast, el estudio encontró “intervenciones tanto programáticas como discursivas que rápidamente levantan alertas respecto al comportamiento autocrático del liderazgo”. En este punto, se reflejan actitudes con Boric, ya que ambos comparten “el ataque y la negación de la legitimidad de los adversarios políticos cuando dice que no hay recetas para recuperar la libertad si la izquierda tomara el poder”. No obstante, Kast apela a emociones mayormente negativas como discurso ante un eventual triunfo del candidato presidencial de Apruebo Dignidad.
Una amenaza para las libertades civiles
Además, a juicio de los autores de la investigación, las afirmaciones y posturas del candidato de extrema derecha se pueden catalogar como predisposiciones para coartar y/o restringir las libertades civiles de sus oponentes o de la sociedad civil.
“Por otro lado, ha tenido manifestaciones mucho más graves en cuanto a potencial autocrático como asegurar que debe haber un representante del gobierno en todas las universidades regionales, justificar que el presidente tenga la facultad de invocar estados de excepción más restrictivos, de ‘ordenar, interceptar, abrir o registrar documentos, toda clase de comunicaciones, incluso también arrestar personas en sus casas o en otros lugares distintos a cárceles’”, exponen en el documento.
Además, enfatizan el apoyo que José Antonio Kast ha demostrado por la restricción de libertades civiles, y señalan la voluntad de cerrar la sede nacional de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) que exponía en su Programa de Gobierno original, sosteniendo que “esa entidad de carácter académico ha derivado desde hace décadas en el activismo político y en refugio laboral de ex políticos chilenos y extranjeros”, y cuestionando los estándares de transparencia de las ONGs ya que, bajo su visión, “estas organizaciones han creado ámbitos de acción que no están bajo el escrutinio oficial ni ciudadano. Se sabe poco cómo operan en Chile, en particular aquellas con agenda política señalando que ellas deberán someterse a un sistema eficaz de fiscalización de su actuar por medio del Departamento de Personas Jurídicas del Ministerio de Justicia”.
En la misma línea, el estudio cuestiona el compromiso con las reglas del juego democrático por parte del candidato del Partido Republicano, ya que al anunciar el eventual cierre del Instituto Nacional de Derechos Humanos si se convierte en Presidente, estaría “infringiendo las normas supra-constitucionales de los tratados de DDHH a los que Chile ha adherido y que tienen carácter constitucional”.Además, los investigadores destacan la declaración que “durante el gobierno de Augusto Pinochet se hicieron elecciones democráticas y no se encerró a opositores”, dicha hace algunas de semanas en el contexto de un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera, y sostienen que “esta afirmación (…) no solamente es una exaltación positiva de la dictadura chilena, sino que se enmarca, además, directamente dentro de los elogios a medidas represivas adoptadas por otros gobiernos en el presente o en el pasado”.
Adicionalmente, abordan parte del programa que se refiere a las organizaciones que entregan apoyo humanitario y legal a la población migrante ilegal para evitar una expulsión del país, y amenaza con sanciones y cancelación de la personalidad jurídica a las instituciones y personas naturales que brinden esta orientación. Según la investigación de Ciudadanía Inteligente, esta eventual normativa constituiría “una amenaza de adoptar medidas legales u otras acciones punitivas contra personas críticas a su agenda”.
“El análisis general de la evidencia muestra una diferencia significativa entre los dos candidatos en cuanto a sus posturas antidemocráticas y sus comportamientos discursivos autocráticos. Si bien ninguno de los dos viene de los partidos tradicionales de la política chilena, pudiendo responder claramente a la lógica anti-partidista y anti-política que utilizan los populismos autoritarios modernos, los resultados muestran que la postura del candidato Kast frente a la de Boric, de acuerdo a la categorización de sus programas y dichos, es la que levanta más alertas en torno a la posibilidad de estar frente a un líder potencialmente autocrático”, dice parte del informe.
Al finalizar el estudio, los investigadores recuerdan que actualmente es un momento delicado para la democracia a nivel mundial, y que el rechazo de la ciudadanía hacia la clase política tradicional provoca el surgimiento de líderes carismáticos cuyas cualidades democráticas son cuestionables y sostienen que “estos individuos, una vez electos a través de las instituciones tradicionales de los regímenes democráticos, han puesto en jaque a la democracia misma, amenazándola desde adentro”.
“La degradación de la institucionalidad democrática es producto de decisiones conscientes de liderazgos autocráticos que pueden identificarse de forma temprana a partir de un análisis de comportamientos autoritarios incluso antes de que lleguen a ocupar cargos ejecutivos. (…) Este ejercicio permite identificar intervenciones discursivas y programáticas que alertan que en estas elecciones estamos en presencia de un líder con características concretas de un potencial autócrata. En este sentido y de acuerdo a nuestro estudio, podemos afirmar que José Antonio Kast representa una amenaza para la democracia en Chile”, concluye el estudio de Ciudadanía Inteligente.