En conversación con la primera edición de Radioanálisis, la socióloga e integrante del comando del presidente electo, Gabriel Boric, Lucía Dammert, se refirió a la victoria del candidato de Apruebo Dignidad y las primeras proyecciones que se pueden hacer de su futuro gobierno.

Consultada por el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, respecto de cómo interpretar esta victoria, Dammert sostuvo que “creo que todavía queda un poquito para realmente entender qué pasó ayer, sabemos que salió mucha gente a votar lo cual es un logro de Chile, de la democracia, pero es un logro que nosotros también veíamos con mucha expectativa pero que no siempre se puede obtener”.

En ese sentido, la socióloga afirmó que “el hecho que hayan salido a votar ocho millones de personas tiene que ver con la estrategia de los temas que hemos planteado, probablemente también con el trabajo territorial de salir a la ciudadanía, también con los miles de ciudadanos que se autoconvocaron y que decidieron fortalecer el comando desde sus propias casas, pero no cabe ninguna duda que la polarización que propuso la ultra derecha también generó una respuesta muy fuerte de la gente”.

La académica de la Universidad de Santiago agregó que “esto nos lleva a hacer una reflexión interesante, los logros de votación en el norte, a pesar de las dificultades que tuvimos en la primera vuelta, los cambios de votación en muchas comunas, muestran logros propios pero, principalmente, logros de todos. Es difícil decir que uno ganó, acá, aunque suene cliché, ganamos todos”.

Respecto de los factores que explican la alta participación en el proceso, Lucía Dammert recalcó que “creo que la estrategia del miedo ya no funcionó y eso es interesante porque hace muy poco atrás estuvimos en otra elección donde se eligieron a muchos candidatos del miedo. Lo que es llamativo del proceso no es el resultado, sino son los resultados de este súper año electoral, donde los resultados se han ido dando de lado y lado. Es difícil decir que estamos construyendo una única tendencia”.

Dammert añadió que “cuando fuimos a segunda vuelta, la supuesta polarización que se fue consolidando, las fake news, la percepción de que nos íbamos para atrás en muchos temas, al final fue un catalizador de un movimiento de mucha gente. Intuyo que debe haber salido a votar muchísima gente joven, hay que revisar bien esos datos, pero probablemente lo que estamos viendo es que es gente que tal vez no había participado antes porque sentía que las cosas seguían igual o que no cambiaban, pero ahora, la posibilidad de que Kast ganara era una mirada retardataria en materia de muchos logros”.

Sobre los buenos resultados cosechados en el norte, pese al escenario adverso que se presentaba en la primera vuelta, la socióloga experta en temas de seguridad y migración afirmó que “estoy muy contenta de esos resultados porque luego de la primera vuelta había cierto escepticismo. Algunos analistas incluso hablaban que el país estaba dividido en tres. Nosotros no caímos en la tentación de ese populismo punitivo y fuimos bien coherentes en la relación con Parisi, estableciendo una suerte de cerco sanitario con el tema de las pensiones, teniendo mucho cuidado en la relación con sus votantes y reconociendo mucho de sus temas”.

Respecto de la integración regional en el futuro gobierno de Gabriel Boric, señaló que “en el mundo de la globalización, del post Covid, de la crisis climática es imposible pensar que uno se va a salvar solo. En ese sentido, nuestros aliados principales son nuestros vecinos y nuestro plan de gobierno prioriza nuestro rol en América Latina, especialmente en Sudamérica”.

Siguiendo ese punto, Lucía Dammert agregó que “no vamos a poder ser los mejores amigos de Finlandia, Noruega, Dinamarca, sino que tenemos una relación muy sustantiva en el vecindario, pero para eso necesitamos generar los mecanismos políticos internacionales necesarios para que no sean solo amistades con gobiernos ideológicamente cercanos, necesitamos pensar en la región a largo plazo con tareas nada de menores como la crisis climática, económica y con un liderazgo que sea integrador”.