Director ejecutivo de Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson: "Las policías tienen que cambiar permanentemente para adaptarse a las necesidades ciudadanas"

El experto sostuvo que no basta con entregar más dotación de Carabineros, sino que se deben re distribuir funciones. Además planeó que se debe re tipificar el crimen organizado y crear una fiscalía transregional.

El experto sostuvo que no basta con entregar más dotación de Carabineros, sino que se deben re distribuir funciones. Además planeó que se debe re tipificar el crimen organizado y crear una fiscalía transregional.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el director ejecutivo de Paz Ciudadana, Daniel Johnson abordó el escenario del país en materia de seguridad, los puntos que han marcado el debate público y las principales medidas que ha impulsado el Gobierno en su agenda contra la delincuencia, como lo fue la redistribución de 700 Carabineros en las comunas más críticas del país.

Una disposición frente a la cual el especialista llamó a priorizar la formación de los efectivos a modo de entregar un servicio que haga sentido a las necesidades de la ciudadanía y a mejorar la eficacia de la institución, descomprimiendo las más de 200 funciones que poseen por Ley los funcionarios.

Analizando la coyuntura, Johnson consideró complejo dilucidar si este es el peor momento en lo que compete a la seguridad, en cuanto no se puede comparar de forma sencilla distintos períodos del tiempo en materia delictual. Y es que para esclarecer una aseveración del tipo habría que ponderar la cantidad de delitos perpetrados en un tiempo determinado y la gravedad de los mismos, indicó. Dicho eso, advirtió que la gravedad del momento actual radica en el aumento en la tasa de homicidios y en la percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía.

“Por cantidad de delitos no estamos distinto al histórico, por gravedad de delitos se han concentrado ciertos delitos más violentos como los homicidios y si bien no estamos en tasas comparables al resto de otros países americanos, considerando que Chile es el país que tiene la segunda tasa más baja de homicidios en toda América, sólo Canadá tiene tasas más bajas que Chile, están aumentando a ritmos que son sumamente preocupantes”, observó.

Abundando en el detalle de los homicidios, el miembro del comité externo del centro de políticas públicas de la UC, señaló que han aumentado en proporción los delitos por armas de fuego y también los delitos sin imputado conocido. “Esto quiere decir que las personas que cometen los delitos probablemente los premeditaron y lograron ocultarse después de cometerlos”, indicó.

Para efectos de subsanar el escenario, Johnson consideró necesario concentrar los esfuerzos en mejorar las condiciones de persecución del crimen organizado y no sólo en buscar reducir las armas, dado que estas, al ser utilizadas para la concreción de delitos, pero también para mantener el control en territorios especifícos, quienes las detentan “van a encontrar los canales para poder hacerse de ellas, porque las necesitan”. En esa línea, consideró urgente el actualizar la figura penal del crimen organizado.

“La retipificación es necesaria, nosotros hemos pedido insistentemente en que tenemos que revisar y renovar nuestro Código Penal. Efectivamente la asociación ilícita es como se puede perseguir el crimen organizado en Chile y la asociación ilícita muchas veces es sumamente díficil lograr probar que existió. Sin embargo sabemos que hay crimen organizado operando y que podríamos nosotros incluso perseguir si hubiera otra tipificación que fuera más directa al crimen organizado y no a la asociación ilicita. Son tipologías distintas y que no es nominal el impacto, sino que las pruebas que requieres para demostrar una u otra condición delictual son absolutamente distintas y eso ha dificultado de manera muy importante la persecución de bandas organizadas”, sostuvo.

Adicionalmente dijo fundamental avanzar hacia un cambio institucional mediante una figura en el Poder Judicial que se corresponda a la forma de operar del crimen organizado, cuyos delitos, como el robo de mandera y el narcotráfico, “operan y ocurren en distintas instancias y en distintas regiones del país”, aseguró.

“Si tenemos un sistema de persecución que se basa en fiscalías que son regionales, evidentemente van a tener dificultad para poder concentrar la información que necesitan para perseguir de manera más eficiente este tipo de delitos y por lo tanto el crear, y esta es una recomendación que como Fundación hicimos en las propuestas presidenciales del año pasado, una Fiscalía con carácter transregional que tenga facultades para perseguir delitos en distintas regiones asociadas a delitos que también tienen relación con las bandas criminales como robo de madera, narcotráfico, robo de vehículos, etc, o sea que se para delitos de alta complejidad pero con carácter transregional, es vital para poder hacer una persecución más efectiva“, manifestó.

Pero en ese cometido es necesario mantener el cuidado en cómo se relacionan las Fiscalías Regionales con la Fiscalía Transregional, agregó. Esto para efectos de que “no compitan, sino que realmente se produzcan incentivos para que colaboren entre sí y puedan perseguir los delitos en conjunto”. 

Aumento de los cuerpos de Carabineros

Abordando la redistribución que el Gobierno ejecutó de 700 efectivos de Carabineros en 17 comunas críticas del país, Johnson recomendó esclarecer el objetivo de la medida, vale decir en el tipo de delitos que se desean contener con mayor presencia policial. Esto considerando que dificilmente se podrá combatir el crimen organizado con el aumento de la dotación, pero si puede contribuir a perseguir delitos simples. Por otro lado reparó en que el cálculo para la división de las policías no puede radicar en la cantidad de habitantes de una comuna, sino en las comunas donde hay mayor tránsito que es donde se concentran los delitos. 

Pero en lo medular, consideró preocupante que la medida fuera señalada como parte de la reforma a Carabineros, arguyendo que, es con formación y no con mayor presencia, que se lograrán resultados importantes. En ese sentido vio inadecuado que se removieran a efectivos que se encontraban en proceso formativo, toda vez que la capacitación es sustancial, a juicio del especialista, para avanzar en una reforma que proporcione un servicio que le haga sentido a la ciudadanía.

“La ciudadanía ha sido crítica y año a año más crítica en la evaluación que hace del desempeño policial, no es sólo los casos que conocimos post estallido social o la operación Huracán o el desfalco de Carabineros lo que ha generado el descrédito sino principalmente lo asociamos a una menor capacidad de generar los beneficios que la ciudadanía espera de ellos. Para esto necesitamos que cambien las policías y no es que sean algo distinto a lo que han sido siempre, sino que cambien permanentemente para adaptarse a las necesidades ciudadanas que también cambian”. 

“¿Cómo se genera esta capacidad? A través de generar en los efectivos policiales la capacidad de analizar criticamente su desempeño y poder leer las necesidades que la ciudadanía tiene y eso tiene que partir de adentro, las policías tienen que ser capaces de mirar lo que está pasando y mirar nuevas formas de hacer policiamiento y para eso necesitas capacitarlos y capacitarlos bien”, agregó.

En otra recomendación en alusión a la medida, el representante de Paz Cuidadana llamó a no relacionar la solución con el aumento de los cuerpos policiales, sin antes resolver la redistribución de las funciones que tienen cada uno de los efectivos, las que ascienden a más de 200 por Ley, limitando considerablemente el tiempo de patrullaje entre una diligencia y otra, indicó. En esa línea instó a discriminar cuáles de las funciones de Carabineros ” son más portadoras de valor y cuáles no, y llevar a la institución a un grado de eficiencia para controlar el delito y mejorar las condiciones de seguridad de la ciudadanía”.

“Como es una institución que evidentemente tiene que cumplir la Ley, ellos tratan de cumplir todas las funciones que tienen asignadas y eso claramente no es posible porque tienen demasiadas: cuidado de fronteras; tránsito y cosas muy simples como entregar notificaciones de citaciones al Juzgado; como órgano auxiliar del Ministerio Público tiene que ir a tomar declaraciones cuando hay un délito; tienen que acompañar a persona que chocó a hacerse un alcotest, etc. Son muchas y por lo tanto cuando pensamos en que necesitamos más Carabineros en la calle, tenemos que ver cuáles funciones son menos relevantes para que la deje de hacer Carabineros de Chile. No basta con entregar más dotación sino que la principal redistibución que tenemos que hacer es de funciones”. 

Creación del Ministerio de Seguridad

Dentro de la agenda legislativa de seguridad del Gobierno se plantea impulsar indicaciones al proyecto que crea un Ministerio de Seguridad Pública para separar el control público del Ministerio del Interior. Consultado por qué tan vinculante sería esta disposición en la superación del momento delictual, Johnson señaló que si bien en sí misma esta norma no sería suficiente para solucionar problemas que tiene la ciudadanía, sí en un paso necesario. 

“Tenemos hoy día la seguridad radicada en un Ministerio que tiene la obligación del orden político del Gobierno, es el jefe de Gabinete, es el que cumple el rol de vicepresidente cuando el Presidente no está en el territorio nacional, es decir tiene una serie de otras prioridades que hacen que la seguridad no sea el principal foco de ese Ministerio, sin embargo hemos visto caer a muchos ministros del Interior por temas de seguridad“, sostuvo.

Y es que a diferencia de lo que se podría pensar, Johnson señaló que en el actual Ministerio no se cuenta con expertos en el área de seguridad, sino con conocedores que “funcionan bien en la realización de los actos administrativos que son necesarios para que las policías funcionen”. De modo que no hay en la práctica una “visión estratégica con conocimiento para saber cuáles son los roles que tienen que cumplir las policías, cómo tienen que coordinarse entre ellas”, obsevó.

“En la misma reforma a Carabineros, cuál va a ser la contraparte en el Ministerio del Interior que esté suficientemente preparada para entender cada uno de los procesos que hay que modificar que son procesos desde selección, cómo se forman, cuál es la malla curricular, cuándo se graduan cuáles son las primeras labores que deberían desempeñar, cuáles son las funciones más importantes que otras, qué tipo de equipamientos damos, etc. Son tan complejas que necesitamos a especialistas y esos especialistas no están en el Ministerio del Interior y un Ministerio de Seguridad sí permitiría el tener personas que supieran profundamente del desarrollo de funciones policiales y podría ser una contraparte mucho más efectiva de las policías”, señaló.

(Fotografía de Agencia Uno). 





Presione Escape para Salir o haga clic en la X