En conversación con el programa Política en Vivo de Radio Universidad de Chile, el exministro de Relaciones Exteriores durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz, abordó el proceso eleccionario presidencial de Brasil, reconociendo como sorpresivo el porcentaje de votos obtenidos por Jair Bolsonaro -43,2 por ciento- y la avanzada ultraderechista en los comicios de este domingo. Ello porque la proyección de los sondeos daban por triunfador al líder del PT, Lula Da Silva, e incluso “como ganador en primera vuelta con un 51 por ciento”, indicó.
“Bolsonaro sacaba el 31 o el 36 por ciento, pero no el 43 y un poco más, de modo que aquí evidentemente había un voto oculto, una espiral de silencio o un voto de vergüenza como se ha denominado de gente que no quería reconocer que votaría por Bolsonaro porque el ambiente daba a entender que ganaría claramente, de manera abrumadora, Lula”, sostuvo.
Pese a que Lula logró imponerse con un 48,4 por ciento de los votos al actual mandatario de Brasil, el excanciller aseguró que la definición del domingo radicó en una victoria del bolsonarismo en cuanto “tiene un triunfo en el Parlamento y en las gobernaciones”.
“Una cantidad importante de gobernaciones son ganadas por la derecha, otras van a segunda vuelta, porque las candidaturas a gobernador sino sacan el 50 más uno van a segunda vuelta, conjuntamente con la segunda vuelta presidencial. Pero además, saca una cantidad importante de senadores y diputados; no son todos estrictamente bolsonaristas, pero están en su órbita y eso entonces ha sido innegablemente un triunfo de Bolsonaro“.
Por lo demás, Muñoz reconoció una derrota de Lula y el PT en términos geográficos. “Lula gana el norte y en el noreste como se esperaba y le va bastante mal, comparativamente a lo que se pensaba, en el sureste donde solo gana Minas Gerais por un porcentaje muy parecido a la votación nacional”, señaló.
“Le va mal en Sao Paulo, y eso es un colegio electoral extraordinariamente importante y ahí entonces vamos a ver la lucha por la gobernación que pasa a segunda vuelta con un individuo que fue Tarcísio de Freitas que fue ministro de Bolsonaro, que va en la delantera y un poco le pasa por arriba a Haddad, el candidato del PT, entonces el panorama es francamente muy sorprendente, desilusionante desde la perspectiva de los que apoyamos a Lula”, añadió.
Avanzada de la ultraderecha
En esa línea, el diplomático dio cuenta de los motivos que a su juicio explican el respaldo de Brasil a Bolsonaro, pese al historial del mandatario. “Aquí tenemos a Bolsonaro, un individuo que tiene un discurso de odio, un discurso a favor de las armas, un discurso en contra de las minorías, un discurso en contra de la ciencia, basta recordar las cosas que dijo e hizo durante la pandemia, un discurso en contra del cambio climático, negacionista y todo eso lo lleva aún así a tener un resultado bastante sorprendente. Yo creo que tiene que ver con el populismo de derecha en momentos de crisis”.
“Cuando hay crisis hay temor de la población a algunas cosas, en particular en Brasil al crimen organizado, a la violencia criminal, que como toda derecha populista, ofrece soluciones supuestamente fáciles, como tener una mano dura y hay que armarse para combatir. O sea, no es que el Estado vaya a combatir, usted se tiene que armar, y el incremento en la compra de armas en Brasil en los últimos años de Bolsonaro ha sido impresionante”, agregó.
A ello adiciona la aceptación a la ultraderecha a nivel internacional. “Recordemos que recién acaba de ganar la señora Meloni en Italia que es de un partido neofascista con el resto de una derecha dura, acaba de ganar en Suecia una derecha dura, una ultraderecha y agrega a eso lo que sucede con Orbán en Hungría y lo que pasa en Polonia, entonces este es un fenómeno en general donde la ultraderecha, el populismo de derecha se aprovecha de los temores, de las crisis, del temor a las y los distintos, el temor a los inmigrantes, el temor a las diferencias y minorías étnicas, el temor a los pobres, a las minorías sexuales; siempre la culpa es del otro, y la solución es la radicalización”.
Por lo demás, el exministro afirmó que la avanzada de la ultraderecha se ve auspiciada “cuando hay una derecha liberal que no se pone los pantalones” y que establece límites “en el marco de la libertad y en el marco de la democracia”. Lo mismo en el caso de “una izquierda más dura permite una polarización”, añadió.
“Nunca había visto la polarización de hoy, violencia política siempre ha habido, pero nunca como ahora. Antes de la campaña incluso han habido casos de asesinatos a personas -ojo de lado y lado- más de bolsonaristas contra partidarios de Lula y una campaña que es anti-Lula y anti-PT”, comentó.
El balotaje
Proyectando las campañas de segunda vuelta, el otrora canciller vaticinó un relato de Bolsonaro centrado en el ataque al Partido de los Trabajadores y su candidato. “La práctica de Bolsonaro va a ser anti-Lula, anti-PT más que pro Bolsonaro. Él no va a salir con una gran propuesta porque no la tiene, lo que va a hacer es tratar de alinear mucho más a la gente y decir que Lula es un corrupto, que estuvo preso, las tendencias extremistas que representa supuestamente Lula. Esa va a ser la campaña de Bolsonaro y eso me lleva a pensar cuál va a ser la estrategia de Lula”, indicó.
En ese sentido consideró fundamental que el candidato de izquierda convoque los votos de Simone Tebet y Ciro Gómez. “Yo creo que Lula tiene que moverse al centro, el PT ir a buscar esos votos porque, incluso algunas encuestas demuestran que los votos de Simone Tebet no necesariamente los controla ella, y pueden irse alguna parte a Bolsonaro“, indicó.
“Hoy día la bolsa de Brasil subió enormemente y porque los analistas piensan que el resultado más estrecho obligaría a Lula a moverse hacia la moderación. Incluso se piensa que esto puede ser una presión para que Lula diga en algún momento quién sería su ministro de Hacienda o de Economía”.
Sin perjuicio de lo anterior, Muñoz cuestionó que los respaldos de los excandidatos presidenciales sean suficientes para ganar el balotaje, en comparación a la máquina electoral que radica en los parlamentarios y gobernadores.
“Qué es lo que hizo hoy día Bolsonaro, invitó a Tarcísio de Freitas que salió primero -tiene que ir al balotaje por Sao Paulo- al Planalto. Es decir, va a ser su hombre para conseguir los votos en Sao Paulo donde le fue relativamente bien a Bolsonaro, y tiene al gobernador de Minas Gerais, que pese a que ganó allí Lula, el gobernador tiene máquina. El gobernador reelegido en Río de Janeiro que es un señor de apellido Castro, bolsonarista también tiene máquina, entonces aquí ojo, no va a bastar con que Ciro Gómez diga, ok, vamos a votar por Lula y que Simone Tebet diga ‘me parece Lula una persona atendible’, no sé si lo dirá, pero hay que mirar a los gobernadores, hay que mirar a los que tienen máquina”.
Asimismo, el exembajador de Chile en Brasil consideró que el líder del PT debe abundar más en su programa, “porque hasta ahora en la primera vuelta han sido generalidades”. “Por ejemplo, el programa económico creo que va a tener que ser más detallado. Esto que haya subido la bolsa y haya caído el dólar porque se piensa que Lula se va a tener que mover hacia el centro y va a tener que detallar su programa económico, yo creo que es una oportunidad para Lula de cambiar el discurso y decir ‘mire yo tengo respuestas para Brasil y este otro señor no las tiene’ y denunciar lo que ha hecho que es utilizar el presupuesto nacional en los últimos tiempos de una manera brutal”, indicó.