Dirigentes de las Centrales de Trabajadores de Argentina se reunieron con la directiva de la Central Unitaria de Trabajadoras y Trabajadores (CUT) para abordar el escenario social y político que viven ambos países ante una avanzada de la derecha en Latinoamérica, dado que las colectividades aseguran que las posturas extremas de este sector político “amenazan los derechos laborales, colectivos y sociales de las personas“.
El secretario general de la CUT, Eric Campos, señaló que la instancia fue “una interesante reunión de colaboración con los compañeros de la internacional de servicios públicos, en el marco de una región latinoamericana que cada vez más transita hacia alternativas políticas de ultraderecha”.
“Hemos reflexionado en torno al rol del sindicalismo tanto en Argentina como en Chile, a propósito de ser nosotros los sindicatos quienes podemos transformarnos, somos la última frontera o barrera del avance del neoliberalismo, y por sobre todo, de un actor sindical de total vigencia que pueda articular un movimiento social y sindical que evite lo que ha ido ocurriendo en otros países de la región, que en definitiva es el avance de alternativas de ultraderecha que sabemos que vienen con las mismas recetas de profundizar el sistema neoliberal, y en muchos casos incluso terminar con el poco Estado que hay”, afirmó el líder sindical.
Asimismo, Campos sostuvo que Chile y Argentina tienen “muchas similitudes en materia de la precarización del trabajo y del sistema político“. Por lo mismo, desde ambas colectividades consideran que el sindicalismo y las centrales obreras pueden “jugar un rol fundamental” en beneficio de la defensa de los derechos laborales de las y los trabajadores.
“Por eso es que también hemos coincidido en la solidaridad que nos han expresado en la convocatoria que está haciendo la CUT para el paro del 11 de abril contra la derecha obstruccionista, contra el gran empresariado. Camino a ese paro tenemos hitos muy importantes como las distintas movilizaciones sindicales que se están realizando, y también por cierto, el Día de la Mujer Trabajadora este 8 de marzo”, destacó.
Por su parte, Federico Dávila, secretario de relaciones internacionales de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) enfatizó que las asociaciones gremiales continúan organizadas en Latinoamérica, “fortaleciendo fundamentalmente las organizaciones de trabajadores, con las organizaciones populares y movimientos sociales, en pos de generar la fuerza necesaria para poder cambiar la realidad que estamos viviendo, con la cual nos sentimos realmente incómodos”.
“Nos estamos planteando las cuestiones de unidad, de solidaridad y de organización para crecer en ese poder que necesitamos para cambiar la realidad y la historia. Estamos convencidos de que el verdadero poder no lo tiene esta oligarquía financiera internacional, sino que lo tenemos los pueblos organizados, y que más tarde o más temprano vamos a triunfar”, indicó.