"Hay que llegar antes": la importancia de la prevención y el fortalecimiento de la comunidad para proteger las infancias en Chile

Si bien se destacan algunos esfuerzos en la materia, para Francis Valverde de ACHNU aún no están las condiciones necesarias para que niños, niñas y adolescentes se sientan seguros, pues "el Estado todavía responde de manera represiva y coercitiva".

Si bien se destacan algunos esfuerzos en la materia, para Francis Valverde de ACHNU aún no están las condiciones necesarias para que niños, niñas y adolescentes se sientan seguros, pues "el Estado todavía responde de manera represiva y coercitiva".

Tras el fallecimiento de cuatro jóvenes en Quilicura el 14 de julio, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) le pidió al Estado de Chile tomar medidas urgentes que permitan garantizar entornos seguros a niños, niñas y adolescentes.

Así, Unicef señaló que nuestro país aún está a tiempo de revertir la tendencia y evitar que el homicidio sea la principal causa de muerte de adolescentes, como sucede en otros lugares de Latinoamérica.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la subsecretaria de la Niñez, Veronica Silva, dijo que desde el Gobierno están totalmente de acuerdo en poner ahí el énfasis y trabajar en entornos libres de violencia.

“Pero no depende sólo de asuntos policiales, ni de lo que pueda hacer el Gobierno o la Unicef, sino que los entornos seguros se componen de buenas relaciones entre las personas y de formas más adecuadas de resolver conflictos (…) el déficit grande que tenemos es un asunto mucho más de sociedad, en términos de cómo hacemos humanamente que los entornos sean seguros para los niños”, señaló.

En ese sentido, la autoridad explicó que cumpliendo con la Ley de Garantías (Ley 21.430), el Comité Interministerial de Desarrollo Social, Familia y Niñez aprobó la nueva Política de la Niñez y Adolescencia, y su plan de acción 2024-2032, el que se va lanzar el próximo 8 de agosto.

“Donde dentro de sus objetivos estratégicos está el tema de la violencia contra los niños en todas sus formas, otro tiene que ver con los cuidados que requieren ellos, y hay uno destinado al entorno seguro, ya en términos de barrio, comunidad y familia”, describió la subsecretaría.

De esta manera, Silva detalló que a través de la colaboración con diferentes actores a partir del Plan Integral para el Bienestar de Niños, Niñas y Adolescentes, han trabajado en 60 en comunas del país, concentrando su esfuerzo en territorios específicos, que requieren apoyo en cultura, deportes, ciencias, etc.

“El punto, lo difícil y lo que es más complejo, es que estos servicios y estas actividades lleguen al mismo territorio, ojalá al mismo tiempo y se mantengan (…) Yo creo que vamos por buen camino, eso sólo no va a disminuir por sí mismo, no atenúa el riesgo que hay en algunos territorios como lo que vimos en Quilicura”, aseguró.

¿Infancias más expuestas?

Uno de los aspectos más destacados por los niños, niñas y adolescentes según el Estudio de Opinión realizado por la Defensoría de la Niñez en 2019 es que un alto porcentaje considera que su lugar donde vive es poco o nada seguro, lo que es más alto en mujeres, de niveles socioeconómicos más bajos y en la Región Metropolitana.

Para la directora ejecutiva de la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas, Francis Valverde, desde la perspectiva de protección de derechos, en nuestro país todavía no se generan las condiciones necesarias para que todo niño, niña y adolescente se sienta seguro.

“Se están haciendo esfuerzos por parte del Estado de generar condiciones distintas, pero requiere otras medidas más estructurales, no sirven sólo medidas paliativas, contextuales, reactivas, que son las que tenemos en este momento, y que en definitiva, generan entornos inseguros para los niños, niñas y adolescentes”, afirmó.

Por su parte, la integrante del área de incidencia de la Corporación Colectivo Sin Fronteras, Magaly Ávila, aseveró que la violencia que específicamente sufren las niñeces migrantes está dada por el actuar de las personas adultas, quienes aumentan la brecha existente entre niños nacionales y extranjeros, por ejemplo, en educación, donde limitan o dan preferencia a unos por sobre otros.

Algo importante que sucede en las niñeces migrantes es el desarraigo que tienen con el entorno que ellos vivían en sus países de origen, con sus familiares, primos, primas, vecinos y compañeros, y llegan a un país que no conocen, que no comparten sus costumbres y se siente solos. Creo que una de las cosas peores que está viviendo las niñeces, en general, pero más acentuado en las niñeces migrantes es la soledad”, añadió.

Según el “Diagnóstico sobre la situación de derechos de niños, niñas y adolescentes 2024” de la Defensoría de la Niñez, el aumento significativo en la cantidad de niños, niñas y adolescentes migrantes ha impactado en una serie de vulneraciones de sus derechos, pues hay más denuncias por situaciones de discriminación y violencia escolar,  así como retrasos en la identificación y regularización de las infancias en contexto de movilidad.

¿Qué medidas puede tomar el Estado?

Francis Valverde explicó que el Estado tiene que estar dispuesto a invertir para hacer trabajos colectivos, fortalecer la redes sociales a nivel comunitario, recuperar el espacio público y hacer más cambios en esa línea, “pero pareciera ser que no es el momento y que no están en esa condición”

“Por otra parte, en términos estructurales, tiene que ver con cuáles son las políticas centrales que el Estado tiene respecto al enfrentamiento de las situaciones de criminalidad que están apareciendo en nuestro país. Eso requiere medidas de nivel superior y  estructural, y desde nuestra perspectiva no se ha generado, todavía el Estado responde de manera represiva y coercitiva”, argumentó la directora de ACHNU.

En ese sentido, Valverde apuntó a que la represión como único fundamento para enfrentar la violencia, sólo atrae más violencia, y hace que niños y niñas tengan situaciones de grave inestabilidad, tanto social como de seguridad.

“Además, hay otros temas relevantes a tener presentes, tenemos un sistema de salud, educación, cultural, etc., que es extremadamente segregado, con lo que se facilita que la situaciones de violencia se concentren en ciertos lugares, especialmente, marginales, en las cuales tenemos situaciones como las vividas hace unos findes de semana atrás”, agregó.

Para Magaly Avila del Colectivo Sin Fronteras las medidas del Gobierno deberían principalmente garantizar los derechos de las infancias, además de asegurar el entorno seguro a través de otras instituciones que están alrededor de las familias y de los hogares.

“Entiendo que se han hecho esfuerzos de parte del Gobierno, pero hay algo que no está funcionando, que finalmente determina que las brechas, como lo vimos en el último informe de CASEN, aumenten. Es decir, la pobreza en niñeces y adolescencias migrantes es mucho mayor y va creciendo, lo que supone una mayor preocupación”, sostuvo.

Así, Avila hizo hincapié en que el Estado no debe prevenir la delincuencia con más cárceles ni policías, sino que debe buscar que niños, niñas y adolescentes estén más seguros, saber por qué están en las calles y por qué están en soledad.

Hay que llegar antes, en lugar de resolver solamente poniendo más policías, más cárceles o institucionalizando a los niños. Hay que ver que hay detrás, y eso ahora, es insuficiente”, enfatizó.





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